En su primer amistoso de pretemporada, su juego inicial tras la Copa Libertadores en Madrid, Boca estuvo lejos del nivel esperado por sus hinchas, perdió 2-0 ante Unión de Santa Fe, en Mar del Plata, y dejó una pálida imágen.

A los 17 cuando había pasado poco y nada, Augusto Lotti, quien había ingresado un minuto antes por el lesionado Braian Álvarez, cabeceó al gol un buen centro de Damián Martínez, sacando provecho de una muy floja respuesta de Esteban Andrada, quien quedó a mitad de camino, y Junior Alonso, que perdió su marca.

El Xeneize más allá del gol en contra estaba incómodo, como maniatado y con menos intensidad que los dirigidos por Leonardo Madelón, que salieron a jugarlo con los dientes apretados y como si se jugasen más que un amistoso de verano.

Recién a los 27 llegó Boca y fue por intermedio de Pavón, siempre muy intermitente, pero su remate fue contenido por Nereo Fernández. Sobre el cierre hubo otra buena con Tevez, quien fue amonestado minutos antes por una falta que hasta pudo recibir una sanción mayor.

En el inicio del complemento casi aumentan los santafesinos, pero tras un gran pase de Bruno Pitton, Franco Fragapane definió alto ante Andrada. Era un indicio de lo que iba a venir porque Boca seguía mal: inconexo arriba, tibio en el medio y sin dar ninguna garantía atrás.
Tras varios amagues llegó el segundo y fue otra vez de Lotti y otra vez de cabeza, pero ahora tras un centro desde la izquierda de Zabala. Iban 15 minutos y fue un golpe casi de nocaut para los de Alfaro, que probó con el ingreso de Mauro Zárate y Bebelo Reynoso por Villa y el debutante Nicolás Capaldo.

Con ellos en cancha Boca tuvo más la pelota, jugó más en campo rival, pero casi no le hizo ni cosquillas a Nereo. Solo un tiro libre de Tevez a falta de cuatro minutos que pegó en el travesaño. Demasiado poco.

Tampoco le sirvió el cuarto de hora Wanchope Ábila por Benedetto, la suerte, definitivamante, estaba echada.