Tras un silencio de casi dos años y envalentonado por el apoyo de algunos sectores todavía minoritarios, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna puso plazos y condiciones para una eventual candidatura presidencial.

Roberto Lavagna comenzó a desinflar su aventura presidencial. El exministro de Economía rompió ayer el silencio para descartar públicamente la posibilidad de participar en una primaria en el peronismo y reclamó un armado electoral más allá del PJ.

Si bien criticó con dureza al presidente Mauricio Macri y a la ex mandataria Cristina Kirchner, hoy por hoy los dos dirigentes con mayor intención de votos en el país, el economista también tomó distancia del espacio Argentina Federal. Para Lavagna, el espacio que integran Sergio Massa y ocho gobernadores entre los que está el cordobés Juan Schiretti, tiene un objetivo internista dentro de un sector del PJ, mientras que él busca –dijo- un consenso más amplio.  
 
Lavagna se manifestó a favor de un frente con peronistas, radicales, socialistas, partidos provinciales y hasta un sector del PRO que no está en todo de acuerdo con las políticas desarrolladas por el presidente Macri. “Estamos ante el riesgo de que en octubre tengamos que elegir de nuevo entre dos extremos”, dijo el ex funcionario de los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner en declaraciones a una radio porteña.

El radical Ricardo Alfonsín, alejado de Cambiemos, salió a elogiar las ideas del economista. “Espero que el justicialismo o el PJ sea capaz de poner al mejor candidato en las actuales circunstancias. Creo que Lavagna es un gran economista y un gran político además que podría en estas circunstancias llevar tranquilidad a todos.”

El gobernador socialista de Santa Fe, Miguel Lifschitz, ratificó ayer su apoyo a Lavagna y expresó que Cristina Kirchner y su sector político deberían estar fuera de un proyecto alternativo.  

El santafesino le bajó el pulgar a Massa. “El que encabece esta opción electoral debe ser una figura que simbolice ese espacio amplio de unidad”, sostuvo y por eso sacó de la lista al dirigente de Tigre, a Alfonsín y a sí mismo.  

Según interpretó Lavagna, más allá de las candidaturas, una de las tareas que hay que hacer es ver cómo se logran ciertos consensos de carácter programático, en materia económica y educativa, que permita salir de “ese péndulo de dos extremos” de Cambiemos y el kirchnerismo.

Lavagna no cuenta con partido político, ni liga de gobernadores o intendentes que apoyen el despliegue territorial que implica una campaña presidencial. Y para ello, intentará construir un nuevo espacio hasta junio. “Sobre mediados de año uno debería saber con claridad si efectivamente hay posibilidades de una alternativa que no sea más de lo mismo”, dijo. Según él, hay una “enorme cantidad” de argentinos que dicen: “No quiero tener que votar entre los dos extremos. Eso abre un camino, porque lo que está mostrando eso es un nivel muy alto de frustración y desencanto”.  
 
El presidente del Consejo Nacional del PJ, José Luis Gioja, sostuvo que la oposición debe hacer un “sacrificio”. “Tenemos que sacrificarnos por la unidad. Unidad hasta que duela”, insistió el cuyano, quien advirtió sobre el “escenario de emergencia y urgencia nacional” que vive el país.  

Lavagna dijo que, “más allá de las candidaturas, hay que ver cómo se logran ciertos consensos que nos permitan salir de ese permanente péndulo entre dos extremos, uno muy marketinero y otro muy pseudoideológico que, para los argentinos, no han dado resultados”. Es que, para Lavagna hay “dos gobiernos que han fracasado (en referencia a la gestión kirchnerista y a la actual, de Cambiemos), particularmente en lo que tiene que ver con el bienestar de la población”.

Finalmente, descartó de plano la posibilidad de participar en una interna del peronismo, como promueven desde algunos sectores de ese espacio: “Participar de una primaria sería contraproducente respecto de la idea central que estoy señalando. ¿Qué sentido tiene que alguien participe de la interna de un partido político y después pretenda imponerla al conjunto? No tiene sentido; son cosas incompatibles”, subrayó.

El economista consideró que los empresarios, los sindicatos, los intelectuales, los medios de comunicación y los dirigentes políticos tienen que ser capaces de articular una respuesta a la demanda del electorado.