En un comunicado de prensa difundido esta mañana, se informó que el jefe Estado se realizó exámenes de de orina y sangre, ecografías varias y pruebas de esfuerzo en cinta en el centro Diagnóstico Maipú de Olivos.

A pesar de que goza de buena salud, Macri sufrió una serie de pequeños inconvenientes, por lo que se somete regularmente a distintos chequeos médicos. La última vez que se acercó a la clínica ubicada cerca de la Residencia Presidencial fue en mayo del año pasado donde se le practicó una ecografía abdominal y se le detectó un quiste pancreático preexistente de carácter benigno.

En ese momento, según se informó oficialmente, se le realizó un segundo estudio, con el mismo diagnóstico, "por lo que no es necesario realizar tratamiento alguno". El quiste encontrado en el páncreas del mandatario no reviste gravedad, pero sí significó un llamado de atención para salud del Presidente, de 60 años.

Macri también estuvo internado en el centro Diagnóstico Maipú de Olivos luego de una operación de su rodilla derecha, la misma que ya había sido intervenida anteriormente en dos oportunidades.

El Presidente acumula una serie de pequeños episodios con su salud. La fisura de una costilla es otro de ellos. Poco después de asumir, Macri se lastimó mientras jugaba con su hija Antonia en la quinta "Los Abrojos".

Durante el mes de junio de 2016, el jefe de Estado pasó algunas horas internado por una arritmia. Luego de una arteriografía y otros estudios, fue dado de alta. A las 48 horas, el mandatario ya había retomado su actividad.

A fines de diciembre de aquel año, aquejado por una disfonía, Macri fue operado de un pólipo en las cuerdas vocales. En ese momento le realizaron una microcirugía laser en el consultorio del doctor Rafael Perrone.

Otro episodio ocurrió en Ecuador, donde el mandatario  sufrió una "leve descompensación" y adelantó su regreso al país.  Macri padeció los efectos de la altura durante la asunción de Lenin Moreno allá por mayo de 2017.