La tan anunciada ola de calor proveniente del desierto del Sahara, está llegando hoy a la mayor parte de la península Ibérica, motivo por el que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha multiplicado sus avisos de alerta. Desde las primeras horas de hoy y hasta el lunes, las predicciones meteorológicas advierten de temperaturas inusualmente altas que durante el día superarán los 40 grados en muchos lugares y que por la noche estarán por encima de los 20.

Las autoridades emitieron una alerta naranja en 65 departamentos del país y pidieron a los residentes tomar precauciones.

Calor, mucho calor para los primeros compases de este verano recién estrenado que también vivirán franceses y alemanes, aunque allí lo excepcionalmente elevado es superar los 35 grados. El Reino Unido, Suecia, Noruega y Dinamarca sufrirán otro tanto, aunque por estar más al norte su umbral de lo que es un calor inusual se sitúa por encima de los 30 grados.

Hace ya algunos días que Aemet comenzó a explicar que durante este verano se registrarán temperaturas elevadas sobre la media de años anteriores, lo que permite calificar estos meses como más duros. Ese calor extremo es incómodo en sí mismo pero, además, es un elemento potenciador de los factores que elevan los niveles de contaminación. Especialmente allí donde se condensan los principales agentes de polución.

Las desfavorables condiciones meteorológicas frenarán a buen seguro el notable avance en la reducción de la contaminación que se vivió el año pasado y que la organización Ecologistas en Acción atribuyó ayer a un invierno, una primavera y un otoño más húmedos de lo usual.

Suiza. Los campistas veraniegos de Marecottes Valais combaten el fuerte calor sumergiéndose en los ríos alpinos Foto:Jean-christophe Bott / AP 
Y, a pesar del avance en la calidad del aire que consumen los españoles, Ecologistas advierte que todavía son 14,9 millones las personas cuya salud se ve perjudicada por el entorno que respiran cotidianamente en España, según los índices de referencia que recoge la legislación europea y española. Así lo contempla el informe sobre calidad del aire que esta organización elabora anualmente y que fue presentado ayer en Madrid. El documento puntualiza, no obstante, que si la referencia utilizada es la que estima más acertada la Organización Mundial de la Salud, son 45 los millones de españoles que respiran un aire que perjudica su salud y acorta su esperanza de vida.

Eso es lo que explica que dicho informe calcule en 30.000 el número de muertes registradas durante el 2018 en las que tuvo una incidencia directa la contaminación del aire, pues se concentra especialmente en los lugares donde habitan más personas.

A pesar de la evolución en positivo de la contaminación en la mayoría de indicadores y la mayor parte del territorio; Madrid, el Corredor del Henares, y las áreas metropolitanas de Barcelona y Granada volvieron a concentrar el año pasado niveles muy preocupantes de dióxido de nitrógeno.

En todos esos lugares el principal agente contaminante no fue otro más que el tráfico rodado, lo que lleva a Ecologistas en Acción a volver a reclamar acciones decididas para reducir la circulación de vehículos privados y a potenciar el transporte público, así como estimular el uso de bicicletas y los desplazamientos a pie.

Francia. Dos reporteros graban en el fuente de Trocadero, en París, con las piernas sumergidas en el agua para combatir el calor.Foto:Thibault Camus / AP 
Para la organización medioambiental también es necesario “promover el ahorro energético, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, cerrar las centrales térmicas de carbón, penalizar el diésel y declarar un área de control de las emisiones del transporte marítimo en el Mediterráneo”.

Todo ello porque, aunque en los últimos años los índices han evolucionado de forma positiva, Ecologistas considera que como consecuencia del ciclo económico volverán por la senda que ya se transitó en el año 2008.

También ayer, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, anunció que España llevará a la próxima cumbre del clima de la ONU que se celebrará en septiembre un Plan Nacional de Salud y Medio Ambiente que incorporará de forma específica un Plan Aire.

Carcedo expuso ayer que la mortalidad anual atribuible a la contaminación atmosférica química en España está en torno a 10.000 personas, lo que representa ocho veces más que la causada por accidentes de tráfico.

Su departamento informó de que, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, la contaminación del aire es un cancerígeno del grupo 1 que aumenta el riesgo de cáncer de pulmón al mismo nivel que el tabaco o el de mama. También
aumenta los ingresos hospitalarios, las muertes por problemas cardiacos y vasculares, el asma o el riesgo de nacimientos prematuros.

En Suiza, la costarricense Christiana Figueres, una de las responsables del acuerdo de París del 2015 contra el calentamiento global, advirtió ayer al COI de que el aumento de las temperaturas, la falta de nieve, las olas de calor y la contaminación pueden cambiar para siempre la forma de hacer deporte.