En el marco de la Exposición Rural que se realiza todos los años en Palermo (Buenos Aires), la Sociedad Rural Argentina y la Cámara de Fruta Industrializada de Mendoza (Cafim) presentaron un plan para desarrollar e innovar en la producción de durazno para industria. 

Cabe recordar que la provincia es la única zona productora del país. En total existe en Mendoza una superficie implantada de 6.222 hectáreas de durazno para industria, cuyos principales oasis productivos son el Valle de Uco y el oasis Sur. Durante la última temporada la producción total fue de casi 130.000 toneladas, de las cuales el 70% se destinaron a duraznos en mitades (que equivalen alrededor de 100 millones de latas) y el 30% restante se derivó a pulpa. 
 
Más allá de los números, lo cierto es que este sector ha tenido pocos desarrollos en las últimas décadas y varios industriales consideran que es hora de avanzar en nuevas direcciones. 

Novedades sectoriales
Con el firme objetivo de renovar la actividad, ayer se presentaron en La Rural los nuevos envases de mermeladas premium en pouch con pico vertedor -muy similar a los que se usan para mayonesa- a lo que se suma el desarrollo de durazno cubeteado y envases de menor tamaño.
 
 
“Tenemos que desmitificar varios aspectos sobre el durazno para industria y trabajar seriamente en desarrollar nuevos productos, como los que ya hemos visto”, sostuvo el presidente de Cafim, Raul Giordano, quien fue el encargado de hacer parte de la presentación. 

El estado está trabajando en un traje a medida” para cada sector con el “objetivo de que sea la propia actividad económica la que lidere el cambio y el Gobierno acompañe con políticas públicas”. 
 
 
Pero ¿qué desafíos enfrenta la industria? Según lo explicado durante la presentación, por cada diez hectáreas de durazno que se erradican en Mendoza, sólo se implantan dos hectáreas nuevas. A lo largo de los años, esa situación ha llevado a que la producción se concentre principalmente en el Valle de Uco, en menos productores con mayores superficies cultivadas y con mejor rendimiento. 

Así, el reporte presentado por Cafim indica que para 2024 es esperable Mendoza tenga sólo unas 3.000 hectáreas de durazno en producción, aunque con mayores rendimientos se podría llegar a equiparar la producción actual. No obstante, el bajo precio pagado al productor sigue siendo la principal variable que presiona para que se invierta más en el sector.