El español Rafael Nadal, número dos del mundo, avanzó a la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos sin inconvenientes, al imponerse en sets corridos al australiano John Millman. 

El mallorquín de 33 años debutó en el último Grand Slam del año con un triunfo de 6-3, 6-2, 6-2, que selló en poco más de dos horas. Se trata de uno de sus estrenos más contundentes en el cemento neoyorquino: apenas cedió siete juegos (la misma cantidad que entregó en 2016 ante Istomin y en 2009 ante Gasquet).

Ahora, en busca de la tercera, ronda, Nadal enfrentará al australiano Thanasi Kokkinakis en la segunda ronda.

"Es muy especial volver, estoy muy emocionado, Vine a jugar con mucho respecto, creo que fue una victoria sólida, estoy contento", dijo un Nadal ​vestido de violeta furioso.

Millman, a quien Nadal ya había vencido en Wimbledon de 2018, trató de poner resistencia al inicio con un punto de quiebre en el primer game.Pero eso duró poco, no solo no se quedó con el game, sino que lo entregó en el cuarto parcial ante un Nadal que no tuvo compasión y lo desgastó con un juego profundo y muy preciso que lo tuvo corriendo de un lado a otro, tratando lo imposible por llegarle a esas bolas que caían en el vértice de la cancha.

Hace un año, Nadal abandonó este torneo en la semifinal ante el argentino

Ahora va por su cuarto Abierto de los Estados Unidos, pero no se olvida de sus amigos y de sus grandes rivales.

El español llegaba como el N°1 de la Carrera a Londres y en su debut en la Arthur Ashe continuó la dinámica que arrastraba de su paso por Montreal, donde se quedó con otro Masters 1000.

Al ser consultado por el escocés Andy Murray, que por estos días juega un torneo challenger en la academia de Nadal en Mallorca en busca de recuperar su juego tras el reemplazo de cadera al que se sometió, el español soltó: “Le di el teléfono de un amigo mío y le dije que puede usar el bote si quiere”.