El Presidente electo de la República Argentina, Alberto Fernández, brindó este martes una Conferencia Magistral en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) donde delineó los “desafíos que tenemos en América Latina”. Además volvió a pedir por “Lula libre” y afirmó que “con Cristina no pudieron”.

En principio Fernández apuntó que “soy un hijo de la Universidad Pública” y “vivimos en países que han priorizado la educación de sus pueblos, que han abierto la puerta de sus colegios y universidades para dar educación gratuitamente y con la educación, la posibilidad de ascender socialmente”.

Tras repasar los hechos que resultaron en la Reforma Universitaria de 1918, el mandatario electo se refirió a la llegada de Juan Domingo Perón a la Presidencia argentina y detalló que fue quien decidió la gratuidad de la Universidad. “No es casual que mi primera visita como Presidente electo sea a México”, indicó y agradeció que haya sido el hogar de los exiliados durante la última dictadura militar.

Avanzando en su disertación, Fernández afirmó que “México miró mucho al norte hasta que llegó Andrés Manuel López Obrador y empezó a mirar al sur” y destacó que “la primera bocanada de aire freso en la región fue su llegada a la Presidencia. Somos todos parte de una América Latina desde aquí al sur”.

En tanto, indicó que “el eje México – Argentina lo debemos construir para dar igualdad a América Latina, para garantizar la democracia, para dar institucionalidad y sobre todas las cosas, tender nuestra mano y sacar del pozo de la pobreza a los que están allí. Ese creo es el desafío que tenemos”.

“Tuvimos un tiempo desarrollo en el continente, en el que lo que priorizábamos era a los que menos tenían. Irónicamente, fue un tiempo de gran desarrollo económico y los más poderosos ganaron mucho. Pero, por razones que no entiendo, es como si les molestara que los pobres dejen de ser pobres”.

Luego se refirió a la “pérdida de derechos” y a las movilizaciones de quienes reclaman esos derechos; explicó los casos de Ecuador y Chile “donde el único milagro era que la gente no reaccionaba”. Y añadió que “así no se construye un continente. Que no nos confundan necesitamos derechos para todos y especialmente para los postergados”.

Asimismo, reiteró la necesidad de “luchar contra la desigualdad, estigma de América Latina en el mundo”. Luego, precisó que “cuando me toque asumir en la Argentina, habrá un 40% de pobres y eso no puede dejar a nadie la conciencia tranquila”. Allí, se puntualizó sobre el encuentro con Rafale Correa y recordó “la década de un ritmo de progreso muy grande”.

“Con Néstor y Cristina en Argentina; con Rafael Correa en Ecuador; con Michelle Bachelet en Chile; con Evo Morales en Bolivia; con Lula en Brasil y no nos olvidemos: ¡Lula libre! Tal vez Lula esté preso porque consiguió lo que nadie había conseguido: que más de la mitad de los brasileros sean parte de la clase media, tal vez eso no le perdonaron a Lula y eso pasó en todo el continente”.

“Esos años terminaron con una enorme acción en toda América Latina para perseguir a los líderes populistas. Quizás los más afectados fueron Correa, Lula y Cristina Kirchner. Todos víctimas de un sistema judicial armado para perseguir a los líderes populares. Con Cristina no pudieron avanzar porque sus mentiras fueron muchas, porque el pueblo la eligió y porque atrás estaba el peronismo”.