El senador cordobés Carlos Caserio aceptaría ser el ministro de Transporte en el gabinete de Alberto Fernández luego de un retiro con su familia para analizar la oferta del presidente electo.

Luego del triunfo de los Fernández, Caserio se inclinaba por quedarse en el Senado, en donde hoy preside el bloque del PJ, para tener un rol clave como articulador de los gobernadores en el Congreso.

"Si elegís quedarte en el Senado, andá a hablar con Cristina", le dijo Alberto a Caserio cuando le ofreció sumarlo al gabinete. El cordobés pedía un bloque peronista y rechazaba la unificación con los senadores del kirchnerismo.

La jugada de Cristina, que presidirá las sesiones de la Cámara Alta, quedó en claro en los últimos días, cuando se inclinó por José Mayans para presidir el bloque y se habilitó el camino para la unificación del bloque. 

"Es un veto que Carlos no esperaba", aseguraron a LPO en el PJ de Córdoba. El presidente del justicialismo cordobés se quedó entonces sin margen para armar un bloque aparte de los gobernadores.

El traslado al Ejecutivo tiene entonces un doble estímulo para Caserio. Por un lado, evitará la fricción diaria con la futura vicepresidenta. Pero fundamentalmente necesita ser ministro paracontener a la gente de los intendentes, legisladores y demás dirigentes de Córdoba que se alejaron del gobernador Juan Schiaretti para apoyar a Alberto en las elecciones en las que el "Gringo" decidió ir con boleta corta con varios guiños a Mauricio Macri.

Para acompañarlo como segundo en el ministerio, Caserio pensó en su amigo Gabriel Bermudez, secretario de Transporte de la provincia de Córdoba. 

El senador logró destrabar en las últimas horas un pedido que sería clave para su desembarco en el gabinete, que es que le permitan tener el área de infraestructura de transporte bajo su órbita, para que su ministerio no sea un mero emisor de regulaciones sino que maneje obras.