El deseo del "Apache" era seguir una temporada más en el equipo de sus amores, o de lo contrario poner fin a su carrera deportiva. Riquelme no se opone a esa continuidad y zanjó el tema con él.

La relación entre ambos vuelve a ser buena después de toda una vida compartiendo momentos y éxitos en Boca, desde las inferiores al primer equipo, y también en la selección argentina.

El destino les ha vuelto a unir con una misma misión: volver a hacer de Boca un equipo campeón.

Esta vez, con Riquelme en los despachos y Tévez sobre el verde para aportar su experiencia y el fútbol que tenga. Sólo queda hacer oficial el acuerdo por una temporada más con el delantero.

Queda por ver cuál será el papel que le tiene reservado Miguel Ángel Russo, quien se espera que sea anunciado como nuevo DT de Boca en sustitución de Alfaro en los próximos días. A sus 35 años, y tras un pasado glorioso, es un líder en el vestuario que ha tenido poco peso en el verde con el último técnico xeneize.

De hecho, el Apache hizo público su malestar con él al declarar que Alfaro le había faltado al respeto al no ponerle contra River en semifinales de la Libertadores.
Un papel residual que no está en consonancia con lo que cobra el "Apache", uno de los salarios más altos del plantel como corresponde a una figura de la historia del club. Riquelme respeta esos galones y no ha puesto ninguna pega a que siga.

"Yo quiero mirarlo a la cara y saber qué es lo que quiere. En mi barrio yo jugaba a la pelota y él en su barrio creo que también, pero creo que hace dos años perdió esas ganas. Queremos ver si somos capaces de recuperar a Carlitos para que disfrute y que nos haga disfrutar", había declarado Román.