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13 de enero de 2020

La reina Isabel llamó a una reunión de urgencia

Este lunes la Reina junto a Carlos, William y Harry para buscar una salida a la crisis en su residencia de Sandringham, donde los convocó a su hijo y a sus nieto. Meghan Markle podría participar por teleconferencia.

Cumbre real en el palacio de Sandringham en Norfolk. La reina Isabel convocó para el lunes al príncipe Carlos, a su hijo, William, duque de Cambridge, y a su hermano, el príncipe Harry, duque de Sussex, para resolver la crisis en la que se está sumergida la familia real británica​ desde que los Duques de Sussex decidieron “dar un paso al costado” de sus funciones protocolares y ganar su propio dinero.

Meghan Markle, la duquesa de Sussex, se sumará a la reunión desde Canadá por teléfono. Partió de Gran Bretaña en un avión de línea para encontrarse en Vancouver con Archie, el hijo que dejó allí junto a su niñera y una amiga, tras sus vacaciones de seis semanas, donde llegaron a la conclusión de irse.

Harry, Meghan y la reina, en una foto de 2018.

Después de un fin de semana donde sus asesores y secretarios trabajaron codo a codo con el gobierno británico, su ministra del interior y funcionarios de Canadá para encontrar una solución, la soberana personalmente decidió reunirlos en este cumbre urgente. Buscan encontrar una salida inmediata a la crisis que hoy conmueve a la Casa de Windsor. 

La reina, los dos futuros herederos y el duque que se siente marginado deliberadamente de la Familia Real y su futuro se encontrarán por primera vez, frente a frente, en Sandringham, luego que filtraran a la prensa que la soberana se encontraba “triste“ y Carlos y William “furiosos de rabia” ante la decisión de Harry, uno de los nietos favoritos de la reina.

La portada elegida por The Sun para contar la crisis en la realeza británica. Foto: EFE

La portada elegida por The Sun para contar la crisis en la realeza británica.

Fuentes del palacio de Buckingham anunciaron en la noche del sábado y tras 48 horas de intenso trabajo, que a la reina y a los Royals se les presentará en la reunión una serie de propuestas escritas antes de ese encuentro para que evalúen las posibilidades.

Las instrucciones de la soberana fueron que “la crisis fuera utilizada como una oportunidad para establecer un mecanismo” para todos los royals que no están en la línea de sucesión, incluidos la princesa Charlotte y el príncipe Louis, los hijos más pequeños del príncipe William y Kate, duques de Cambridge y futuros reyes. Una solución para los 40 Royals que el príncipe Carlos quiere marginar en su futura monarquía reducida, que ha comenzado a ser un boomerang.


Harry y Meghan en noviembre de 2017, cuando anunciaron su compromiso. (EFE)

El príncipe Carlos interrumpió sus vacaciones en el palacio que heredó de la reina madre en Escocia para regresar a Sandringham y hablar con la soberana antes de la reunión.

Los ayudantes reales y secretarios regresaban a su casa el viernes, a las cuatro de la tarde, cuando recibieron un llamado para que “en 72 horas” estuviera lista “una solución posible “ y “rápida” para la crisis que hoy deshace a la Familia Real. Una orden emanada directamente de la soberana, que está a cargo personalmente de la salida.

Los más importantes funcionarios públicos del gobierno, incluido el secretario de Gabinete, Mark Sedwill, trabajaron durante todo el fin de semana en las propuestas. Entre ellos estaban incluidos altos funcionarios del palacio de Buckingham, Clarence House --el palacio de Carlos-- y Kensington Palace --la corte de William y Kate.

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El clima recuerda la muerte de la princesa Diana y la intervención del gobierno del primer ministro Tony Blair para que los Royals cedieran y honraran su muerte y no permanecieran atrincherados en el palacio de Balmoral en Escocia, sin asistir a las celebraciones en las calles.

La reina no quiere volver a cometer el mismo error ni perder la misma cantidad de tiempo en encontrar una solución para que no erosione la Casa Real ni la simpatía de los súbditos hacia ella. Pero el vínculo entre Harry y Diana, su madre, es el alma de esta crisis y está detrás de ella. Una asociación que preocupa a la soberana y al futuro rey, el padre de Harry, por el estado psicológico del duque de Sussex, que no consigue resolver el duelo por su mamá.

El plan de salida
“Hay una serie de posibilidades que ven a analizar. Que tienen en cuenta lo que los Sussex describieron en su comunicado la semana pasada”, dijo una fuente real.

Las posibilidades para que los Sussex se independicen económicamente va a ser analizada así como el rol de sus títulos de Alteza Real. El problema para la monarquía no es económico porque los Sussex podrán ser billonarios con su Brand Royal Sussex, que ya han registrado. Deben encontrar una ecuación a como su independencia económica, sus negocios publicitarios, sus documentales, entrevistas y un probable libro no dañen a la monarquía con sus revelaciones o la ensucien con sus acuerdos con empresas. Hasta ahora, los Royals no pueden cumplir actividad alguna y viven de la Grant soberana que les otorga cada año la reina Isabel, a la que la pareja ha renunciado.

El escándalo, en las portadas de los diarios británicos esta semana. (AFP)

El escándalo, en las portadas de los diarios británicos esta semana. (AFP)

Meghan ya organizó en California y Canadá una empresa. Hay negociaciones con Givenchy, que la vistió para su boda, para ser su imagen y también firmó contrato con Disney para ser la narradora en off de un documental, para una de las fundaciones sobre la protección de los elefantes que la pareja tiene.

Los Sussex lanzaron su bomba neutrónica anunciando que daban “un paso al costado” de la Familia Real, sin informar anticipadamente a la reina ni al príncipe Carlos o a William. Fue una decisión luego de haber comenzado las negociaciones con el príncipe Carlos, quien les pidió que la escribieran en un plan, que luego apareció filtrado en el diario The Sun.

Cumbre real en el palacio de Sandringham en Norfolk. La reina Isabel convocó para el lunes al príncipe Carlos, a su hijo, William, duque de Cambridge, y a su hermano, el príncipe Harry, duque de Sussex, para resolver la crisis en la que se está sumergida la familia real británica​ desde que los Duques de Sussex decidieron “dar un paso al costado” de sus funciones protocolares y ganar su propio dinero.

Meghan Markle, la duquesa de Sussex, se sumará a la reunión desde Canadá por teléfono. Partió de Gran Bretaña en un avión de línea para encontrarse en Vancouver con Archie, el hijo que dejó allí junto a su niñera y una amiga, tras sus vacaciones de seis semanas, donde llegaron a la conclusión de irse. Después de un fin de semana donde sus asesores y secretarios trabajaron codo a codo con el gobierno británico, su ministra del interior y funcionarios de Canadá para encontrar una solución, la soberana personalmente decidió reunirlos en este cumbre urgente. Buscan encontrar una salida inmediata a la crisis que hoy conmueve a la Casa de Windsor.  

La reina, los dos futuros herederos y el duque que se siente marginado deliberadamente de la Familia Real y su futuro se encontrarán por primera vez, frente a frente, en Sandringham, luego que filtraran a la prensa que la soberana se encontraba “triste“ y Carlos y William “furiosos de rabia” ante la decisión de Harry, uno de los nietos favoritos de la reina.

Fuentes del palacio de Buckingham anunciaron en la noche del sábado y tras 48 horas de intenso trabajo, que a la reina y a los Royals se les presentará en la reunión una serie de propuestas escritas antes de ese encuentro para que evalúen las posibilidades.

Las instrucciones de la soberana fueron que “la crisis fuera utilizada como una oportunidad para establecer un mecanismo” para todos los royals que no están en la línea de sucesión, incluidos la princesa Charlotte y el príncipe Louis, los hijos más pequeños del príncipe William y Kate, duques de Cambridge y futuros reyes. Una solución para los 40 Royals que el príncipe Carlos quiere marginar en su futura monarquía reducida, que ha comenzado a ser un boomerang.

El príncipe Carlos interrumpió sus vacaciones en el palacio que heredó de la reina madre en Escocia para regresar a Sandringham y hablar con la soberana antes de la reunión.

Los ayudantes reales y secretarios regresaban a su casa el viernes, a las cuatro de la tarde, cuando recibieron un llamado para que “en 72 horas” estuviera lista “una solución posible “ y “rápida” para la crisis que hoy deshace a la Familia Real. Una orden emanada directamente de la soberana, que está a cargo personalmente de la salida.

Los más importantes funcionarios públicos del gobierno, incluido el secretario de Gabinete, Mark Sedwill, trabajaron durante todo el fin de semana en las propuestas. Entre ellos estaban incluidos altos funcionarios del palacio de Buckingham, Clarence House --el palacio de Carlos-- y Kensington Palace --la corte de William y Kate.

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La reina no quiere volver a cometer el mismo error ni perder la misma cantidad de tiempo en encontrar una solución para que no erosione la Casa Real ni la simpatía de los súbditos hacia ella. Pero el vínculo entre Harry y Diana, su madre, es el alma de esta crisis y está detrás de ella. Una asociación que preocupa a la soberana y al futuro rey, el padre de Harry, por el estado psicológico del duque de Sussex, que no consigue resolver el duelo por su mamá.

El plan de salida
“Hay una serie de posibilidades que ven a analizar. Que tienen en cuenta lo que los Sussex describieron en su comunicado la semana pasada”, dijo una fuente real.

Las posibilidades para que los Sussex se independicen económicamente va a ser analizada así como el rol de sus títulos de Alteza Real. El problema para la monarquía no es económico porque los Sussex podrán ser billonarios con su Brand Royal Sussex, que ya han registrado. Deben encontrar una ecuación a como su independencia económica, sus negocios publicitarios, sus documentales, entrevistas y un probable libro no dañen a la monarquía con sus revelaciones o la ensucien con sus acuerdos con empresas. Hasta ahora, los Royals no pueden cumplir actividad alguna y viven de la Grant soberana que les otorga cada año la reina Isabel, a la que la pareja ha renunciado.

El escándalo, en las portadas de los diarios británicos esta semana. (AFP)
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Meghan ya organizó en California y Canadá una empresa. Hay negociaciones con Givenchy, que la vistió para su boda, para ser su imagen y también firmó contrato con Disney para ser la narradora en off de un documental, para una de las fundaciones sobre la protección de los elefantes que la pareja tiene.

Los Sussex lanzaron su bomba neutrónica anunciando que daban “un paso al costado” de la Familia Real, sin informar anticipadamente a la reina ni al príncipe Carlos o a William. Fue una decisión luego de haber comenzado las negociaciones con el príncipe Carlos, quien les pidió que la escribieran en un plan, que luego apareció filtrado en el diario The Sun.

Harry, Meghan y el lema secreto de la reina

La furiosa respuesta de los Sussex fue el comunicado, que se ha transformado en un tsunami, para una monarquía acosada por el escándalo de pedofilia del príncipe Andrew. Se agravó con la partida anticipada de Meghan a Canadá, sin vuelo de regreso anticipado, a reencontrarse con Archie, a quien había dejado preventivamente con una amiga y su niñera, por temor a la reacción de los cortesanos.

El príncipe Carlos con sus hijos y sus nueras, en el desfile de Navidad de 2018, mucho antes de que estallara la crisis. (AFP)

El príncipe Carlos con sus hijos y sus nueras, en el desfile de Navidad de 2018, mucho antes de que estallara la crisis. (AFP)

El palacio tuvo que iniciar ayer y hoy una “operación de control de daños” para insistir en que los Sussex “no habían sido dejados de lado de la Familia Real” y que Harry y Meghan figuran "en el corazón" de esa monarquía reducida que el príncipe Carlos quiere imponer. Fue luego de que uno de los mejores amigos de Harry y periodista de ITN, Tom Bradby, dijo que los Sussex se sentían “ignorados y aislados” por los Royals, que los veían como “una pareja muy dificil”. Bradby sugirió que se debía reparar “la tóxica relación” entre los Sussex y los Cambridge y que alguien debería hacer un “acuerdo de paz”.

La decisión de Buckingham Palace demuestra hasta dónde ellos se preocupan por que la pareja -y la opinión pública- no consideren que han sido maltratados y Meghan, la primera duquesa mestiza y norteamericana, ha sufrido el racismo de la institución y los cortesanos. La “abdicación siglo XXI” de los Sussex está en marcha. La cumbre del lunes decidirá en que condiciones se van, sin ser humillados por una Familia Real en guerra.



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