20 de enero de 2020
El perfeccionismo obsesivo genera estrés
¿Sientes que todo lo que haces puede ser mejorado? ¡Cuidado!
¿Sientes que todo lo que haces puede ser mejorado? ¡Cuidado! Ser demasiado perfeccionista también tiene desventajas.
Te consideras una persona perfeccionista? Generalmente, estos individuos poseen algunos rasgos que los identifican: sienten que nunca nada de lo que hacen está terminado, siempre todo puede mejorarse ante sus ojos, están por lo general a la defensiva, tienen miedo al fracaso, etc.
Si te sientes identificado con esta descripción, probablemente sepas que tu perfeccionismo te hace, en gran medida, más eficaz y productivo. Sin embargo, todo esto tiene una contraparte.
Ser demasiado perfeccionista también conlleva sus desventajas. Aquí te dejamos algunas:
Causa estrés
Querer hacer las cosas lo mejor posible, especialmente en el ámbito profesional, puede ser muy positivo. Pero llevada al extremo, esta obsesión e insatisfacción continua puede acarrear cuadros severos de estrés.
Perjudica los vínculos
Nadie quiere estar cerca de un obsesivo. En su afán por mantener todo bajo control, las personas obsesivas suelen generar rechazo e incluso confrontaciones son sus seres queridos.
Daña la autoestima
Querer hacer todo perfecto no es más que un reflejo de mucha inseguridad. Las personas perfeccionistas, por más que no lo parezca, muchas veces tienen una imagen pobre de sí mismos.
Genera negatividad
Cuando no te sientes satisfecho nunca, es imposible ser optimista, y el optimismo es un antídoto fundamental para sobrellevar los altibajos naturales de la vida.
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