24 de enero de 2020
Fernández: la AMIA fue nuestro compromiso y es nuestro compromiso
Alberto Fernández con Netanyahu en Israel habla sobre AMIA
En su despedida de Jerusalén, el Presidente se mostró conforme con la reunión bilateral que mantuvo durante dos horas con el primer ministro Benjamín Netayahu.
En el cierre de visita a Israel, el Presidente Alberto Fernández remarcó la responsabilidad que tiene Argentina en descubrir quiénes fueron los causantes de los atentados terroristas a la embajada de Israel y la AMIA. El mandatario se mostró conforme con la reunión bilateral que mantuvo durante dos horas con el primer ministro israelí, Benjamín Netayahu, en Jerusalén.
“Me voy muy entusiasmado porque sin olvidar lo que pasó y nuestra responsabilidad de descubrir quiénes fueron los causantes de los atentados y más allá de la colaboración que el presidente nos dio para seguir desentrañando la verdad, a nosotros nos importa es tener un vínculo real de otro tipo. Que no nos una solamente una desgracia”, afirmó Fernández antes de partir rumbo a Roma, donde hará una escala antes de su regreso a la Argentina.
A diferencia de otros países alrededor del mundo, en Israel se acostumbra a realizar una declaración conjunta con el invitado de turno antes de cerrar las puertas y mantener la reunión bilateral pautada. Alberto Fernández y Netanyahu aparecieron por una puerta lateral junto a sus respectivas parejas -Fabiola Yañez y Sara Ben-Artzi-, se pararon ante los medios nacionales y extranjeros, y explicitaron sus opiniones respecto al atentado a la AMIA, la conmemoración de las víctimas asesinadas durante el Holocausto y la posibilidad de profundizar las relaciones entre ambos países.
“Nuestro compromiso por saber la verdad sobre lo que pasó en la AMIA es absoluto. Fue nuestro compromiso y es nuestro compromiso. Necesitamos saber qué pasó”, ratificó el presidente ante Netanyahu, que minutos antes había mencionado el ataque terrorista a la sede de la comunidad judía que dejó 85 muertos y aún no tienen a los responsables con cadena perpetua.
La declaración conjunta cumplía con el rigor de los manuales diplomáticos cuando se largo un chaparrón que dejó sin habla a Netanyahu, Alberto Fernández y al traductor oficial de la delegación argentina. Todos se miraban en silencio hasta que el primer ministro puso cara de circunstancia, apuntó hacia el cielo y dijo: “es Dios que nos habla”. Hasta los periodistas, ateridos por el frío, sonrieron.
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