Un año en el que los salarios pierden la carrera con la inflación y el impacto del impuesto a las ganancias, la mayoría de las empresas afirma que es inviable pagar un bono de fin de año debido a la mala performance de la economía. Pero del otro lado del mostrador la percepción es distinta: un alto porcentaje de trabajadores cree que es fundamental el pago de un extra para compensar la licuación de sus ingresos durante todo el año.

Más de ocho de cada diez empresas (el 83%) afirmó que no dará un bono de fin de año para sus trabajadores, de acuerdo con una encuesta de SEL Consultores entre 87 compañías líderes. El motivo principal que aducen está íntimamente relacionado con la situación económica del país, ya que el 48% lo considera inviable financieramente para la compañía.

En otro sentido, un 32% afirma que el incremento salarial otorgado en paritarias fue suficiente para compensar el impacto de la inflación y el impuesto a las ganancias, mientras que el 20% restante argumenta que ese desequilibrio es compensado por el bono anual o corporativo que cobran algunos empleados.

Por otro lado, una encuesta de la consultora internacional de recursos humanos Randstad indicó que un 82% de los trabajadores espera recibir un bono extra a fin de año. Sin embargo, el 62% de los trabajadores consultados acompaña esos deseos con una visión negativa de lo que será la evolución de la economía durante el año próximo.

"En este contexto, es compleja la entrega de un bono de fin de año, no sólo por la coyuntura económica recesiva, sino porque el 95% de las empresas líderes ya dan bonos anuales", explicó María Laura Calí, directora de SEL Consultores.

La socióloga contó que, en su mayoría, las empresas lo pagan entre marzo y abril. "Pensar en un pago triple de aguinaldo, más bono de fin de año, más bono corporativo se hace muy difícil", completó. "El pago de un bono de este tipo dependerá de la intensidad de la presión sindical, teniendo un alcance acotado entre compañías líderes", estimó la especialista.

A pesar de lo que públicamente esgrime el Gobierno, son varios los gremios que lograron un extra para contrarrestar el peso de la inflación y de Ganancias. El sindicato de camioneros, por ejemplo, cerró anteayer un acuerdo por un pago de $ 4000 en cuatro cuotas desde febrero en la ciudad y la provincia de Buenos y en Córdoba. En el resto del interior, el pago llegará a 3000 pesos. Pero hay una trampa. Desde hace tres años, los dirigidos por Pablo Moyano incluyen ese extra en su convenio laboral. Los bancarios, en tanto, consiguieron un bono de fin de año de 5000 pesos. El sindicato de comercio también había cerrado dos pagos de $ 1200 no remunerativos a pagar en junio y a fin de año. A pesar de que circuló el rumor de que los trabajadores de la construcción estaban cerca de lograr este beneficio, la cámara que agrupa a las empresas descartó anteayer que hubiera un acuerdo.

"Me sorprendería que una buena encuesta diga que más de 20% de las empresas van a pagar un bono voluntariamente en un año de recesión", afirmó el economista jefe de FIEL, Juan Luis Bour. "Entiendo que si llega a 17 o 20% es porque hay convenios que lo están obligando", agregó.

"Las empresas no pueden operar permanentemente a pérdida, a menos que sean empresas públicas que reciben subsidios del resto de la sociedad", esgrimió Bour, y agregó: "Si el bono se vuelve obligatorio, el Gobierno estaría admitiendo que la inflación fue más elevada que el máximo aumento salarial otorgado".

"Llega fin de año y el clásico tema de los bonos y los ajustes salariales vuelven al tope de la agenda corporativa", indicó Andrea Ávila, CEO de Randstad. "Este año, la situación resulta más compleja, en un contexto en el que las empresas tuvieron menor crecimiento de lo esperado y se impusieron esquemas de férreo control de costos como respuesta al alza de la inflación".
Fuente:FMFleming-por Francisco Jueguen-LA NACION