18 de febrero de 2020
Una familia necesitó $40.373 para no ser pobre
En enero, el Costo de la Canasta Básica Total fue de $40,373, lo cual significó un incremento del 52,7% en relación a igual mes del año anterior.
Los precios de los alimentos esenciales avanzaron 5,7%, en promedio, respecto a diciembre. La Canasta Básica Alimentaria aumentó un 55,8% y se ubicó en $16.478,78.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó este martes que los precios de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) avanzaron 5,7% en enero respecto a diciembre pasado y su variación interanual ascendió al 55,8 por ciento.
Según los datos oficiales, el salto mensual fue el mayor desde noviembre pasado, cuando los valores de la CBA avanzaron 6,3%.
En tanto, la variación de la canasta básica total (CBT) fue de 3,6% y el avance de este indicador respecto a enero de 2019 fue del 52,7% respectivamente.
Con esos datos, el Indec concluyó en que "una familia de cuatro integrantes necesitó $40.373,01 para superar el umbral de pobreza en enero de 2020"
La evolución en 2019
El costo de los productos que integran la (CBA) subieron 52,8%, en promedio, a lo largo de 2019, lo que determinó que una familia conformada por dos adultos y dos hijos menores necesitó ingresos por $ 15.584,14 para no caer en la indigencia.
En tanto, el costo de la Canasta Básica Total (CBT) subió también el 52,8% durante el año pasado, con lo cual una familia necesitó alcanzar ingresos por $38.960,33 para no caer debajo de la línea de la pobreza.
La canasta de indigencia se compone de los alimentos básicos que, en su mayoría, más subieron de precios en enero, como azúcar (14,7%), carne picada común (13,5%), papa (13,2%), asado (11%) , yogur (11,7%), yerba (9,8%), paleta (9,2%), aceite (8,7%), leche (7,9%), fideos (5,8%), pollo (4,4%), pan (4,2%) y bebidas gaseosas y aguas (2,1%).
n cambio, frutas no tuvieron incrementos de precios y la manteca cayó 0,5%, la batata registró un retroceso de 3,3%, la banana de 9,9%, el tomate redondo de un 13,1% y el zapallo de 13,4%.
Una parte de la suba de precios de estos alimentos se explica por la restitución del IVA, pero no es el caso, por ejemplo, de la carne, el pollo, las gaseosas o la papa, cuyos precios saltaron por otros factores, a pesar de la caída del consumo. En la carne incidieron las mayores exportaciones que arrastraron a los precios internos e impulsaron el incremento de productos sustitutos, como el pollo.
De esta manera, el salto en los precios de los alimentos absorbió una parte de los bonos que se otorgaron a jubilados y pensionados de hasta $ 19.068 y a los que cobran la AUH. Y vuelve a colocar muy lejos de las necesidades básicas al salario mínimo, vital y móvil desde noviembre de 16.875 pesos para los trabajadores mensualizados y de $ 84,37 la hora para los jornalizados.
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