VATICANO
27 de marzo de 2020
El Papa y un rezo histórico nadie se salva solo EN VIVO
Durante el inédito rezo, en una Roma lluviosa, el Papa estuvo flanqueado por los dos símbolos:el crucifijo milagroso y la Virgen Salus Populi Romani. Foto:Archivo
El sumo pontífice desde el atrio central de la Basílica de San Pedro, envió un mensaje al mundo en una misa que más de un millón de personas siguieron en vivo por streaming.
El papa Francisco aseguró hoy que "nadie se salva solo" de la crisis mundial generada por la difusión del coronavirus, durante un histórico rezo que encabezó en soledad en la Plaza San Pedro para pedir el fin de una pandemia con la que, afirmó, "nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados".
"Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido", inició el pontífice su mensaje desde el atrio central de la Basílica de San Pedro, de frente a una plaza usualmente colmada por decenas de miles de fieles y hoy vacía por las medidas de seguridad adoptadas por el Vaticano durante la pandemia.
"Codiciosos de ganancias, nos hemos dejado absorber por lo material y trastornar por la prisa", criticó Francisco, seguido por más de un millón de personas por streaming.
Durante el inédito rezo, en una Roma lluviosa, el Papa estuvo flanqueado por los dos símbolos frente a los que había rezado el domingo 15 de marzo en su única salida del Vaticano desde la difusión de la pandemia.
En una plaza de San Pedro vacía y lluviosa, Francisco deja una imagen para la historia. Normalmente la bendición Urbi et Orbi solo se hace dos veces al año.Foto:Yara Nardi / Reuters
Uno es el crucifijo milagroso expuesto en la iglesia de San Marcelo en Via del Corso, que según la tradición católica salvó a la capital italiana de la peste de 1522. El otro símbolo es la Virgen Salus Populi Romani, emplazada usualmente en la Basílica romana de Santa María la Mayor, a la que el Papa encomienda y luego agradece cada uno de sus viajes fuera de Italia.
El Pontífice había pedido a los católicos de todo el mundo que le acompañasen en la plegaria. Foto:VATICAN MEDIA / Reuters
“Desde esta columnata que abraza a Roma y al mundo, descienda sobre vosotros, como un abrazo consolador, la bendición de Dios. Señor, bendice al mundo, da salud a los cuerpos y consuela los corazones. Nos pides que no sintamos temor. Pero nuestra fe es débil y tenemos miedo. Mas tú, Señor, no nos abandones a merced de la tormenta”, ha dicho el Papa justo antes de impartir la bendición.
Normalmente el Pontífice realiza dos urbi et orbi al año, en Navidad y en Pascua, pero esta vez ha decidido hacer una “extraordinaria” ante la difícil situación que atraviesa el mundo. “ Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso”, ha afirmado.
Es la primera vez que no hay pantallas en la plaza de San Pedro, donde no se permite la entrada a turistas como parte de las reglas de prevención de los contagios del Covid-19 en Italia, un país donde sólo hoy se han registrado más de 900 muertes.
Francisco ha cruzado una plaza normalmente abarrotada por decenas de miles de personas .Foto: Yara Nardi / Reuters
Francisco ha caminado en la lluvia en una plaza vacía que normalmente está abarrotada de decenas de miles de personas. No ha desaprovechado la oportunidad de alabar a las personas ejemplares que “ante el miedo han reaccionado dando la propia vida”.
“Es la vida del Espíritu capaz de rescatar, valorar y mostrar cómo nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes –corrientemente olvidadas– que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia: médicos, enfermeros y enfermeras, encargados de reponer los productos en los supermercados, limpiadoras, cuidadoras, transportistas, fuerzas de seguridad, voluntarios, sacerdotes, religiosas y tantos pero tantos otros que comprendieron que nadie se salva solo”, ha continuado.
El papa Francisco ante el crucifijo milagroso de san Marcello al Corso, trasladado ante los pies de la Basílica de San Pedro.
A los pies de la Basílica de San Pedro se expuesto el icono mariano Salus Populis Romano, el más venerado de Roma en la Basílica de Santa Maria Maggiore; y el crucifijo milagroso de san Marcello al Corso. Los romanos veneran este crucifijo de madera que se dice que quedó intacto en 1519 tras un incendio y tres años después, fue sacado en procesión para pedir el fin de la peste negra que asediaba la ciudad eterna.
Este crucifijo ya se ha convertido en un símbolo contra el Covid-19 desde que el pasado 15 de marzo el Papa se trasladara personalmente a rezar ante él y dejara otra imagen histórica, la del Pontífice caminando por las calles desiertas del centro de Roma
El papa Francisco ha realizado una bendición Urbi et Orbi extraordinaria
El Papa también ha donado treinta respiradores que irán a hospitales de España e Italia para ayudar a combatir la crisis mundial, así como 100.000 euros a Cáritas para que se ocupe de ayudar a los más necesitados en estos momentos.
En el Vaticano se están haciendo pruebas masivas después de que un nuevo funcionario de la Secretaría de Estado haya dado positivo al coronavirus, ha publicado Il Messaggero. Se trata de un funcionario que reside en Santa Marta, la casa donde vive el papa Francisco, y se encuentra hospitalizado. En total hay cinco casos de Covid-19 en el Vaticano. Se desconoce si se han tomado medidas para proteger al Pontífice de un posible contagio.
COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!