Tras la decisión del presidente Alberto Fernández de extender la cuarentena obligatoria hasta el 26 de abril, con mínimas concesiones a los pedidos de los diferentes sectores de la producción, desde el ámbito empresarial salieron a pedir asistencia más rápida por parte del Gobierno, tanto para las micro y pequeñas empresas, pero también medianas y grandes.

Es que la parálisis por la pandemia no discrimina por tamaño. Hoy las firmas, más bien se dividen entre aquellas que pueden desarrollar alguna actividad y las que están completamente paralizadas.

Así, los empresarios reclaman atender con urgencia la situación de las diversas unidades productivas para llegar vivas y en lo posible sanas, al día después.

Un informe de la consultora Analytica asegura que tras tres semanas de cuarentena, de continuar la tendencia "aumentará la mortalidad de las empresas, por la falta de liquidez". En un contexto en el que unas 325 mil pymes están inactivas, una pyme (de menos de 49 empleados) " puede sobrevivir sólo tres semanas sin crédito".

"Hay que dividir la ayuda en dos. A aquellas empresas que están trabajando pero con personal licenciado y facturación muy baja tienen que ayudarles en forma directa a pagar los salarios, como en el decreto 232 pero más generalizado e inmediato, y para el que no está trabajando tendrían que hacer líneas para capital de trabajo a tasas más bajas", señaló Diego Coatz, director Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA).

Desde la entidad fabril entienden que la situación amerita un tratamiento focalizado según las empresas, pero con mucho más celeridad. Los sueldos de marzo se pagaron porque la primera parte del mes se trabajó, pero todo se ensombrece entrado abril y las perspectivas para mayo, con nula o poca actividad.

"Pensando que la cuestión financiera se va a ir complicando, los bancos le pueden prestar a una tasa máxima del 24% al que está con una operación normal, sin riesgo crediticio, pero al que tiene la operación muy caída, además de que el Tesoro lo ayude directamente, los bancos le tienen que dar crédito para capital de trabajo", explicó Coatz.

En un escenario en el que la mayoría de las medidas están pensadas para las pymes, las grandes empresas, muchas de las cuales están inactivas, también piden una soga de parte del Estado.

La UIA incluyó una moratoria o plan de pagos para grandes empresas en el documento que le dejó al Presidente la semana pasada, algo que había anticipado a fines de enero la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, al anunciar la moratoria pyme pero que quedó freezado por la pandemia.

Además, piden implementar el REPRO express, dado que hoy la resolución de un Procedimiento Preventivo de Crisis lleva de tres a cuatro meses.

También evalúan el pago de los salarios con una reducción para los casos en que el personal no esté trabajando, siempre en acuerdo con el sindicato de la actividad. Aluar, líder en la producción de aluminio y que hoy opera al 50% de su capacidad, avanzó el sábado en un acuerdo de este tipo.