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29 de agosto de 2020

Por una hambruna Corea del Norte le quitó arroz a su ejército y se lo dio a los civiles

presidente Kim Jong Un. Las versiones indican que las Fuerzas Armadas debieron resignar alimentos para que pudiera comer la población civil.

El país que dirige Kim Jong ¿Tiene Hambre?. Un está en las noticias internacionales luego de una acción que para algunos refleja el grado de escasez que hay dentro de sus fronteras.

El gobierno de Corea del Norte utiliza el arroz destinado a los militares para satisfacer las necesidades de la población civil que, según medios internacionales, estaría pasando por una hambruna

De acuerdo con distintas empresas periodísticas -que hace meses comunicaron la muerte del presidente Kim Jong Un sin que el mandatario se diera por aludido- la situación ya era compleja hace meses. Ahora, con la frontera con China cerrada desde hace más de medio año a causa de la pandemia, el ingreso de productos alimenticios se habría complicado aún más.

El diario Daily NK indicó que se entregó arroz de los militares a los vecinos de la capital, Pyongyang, buscando satisfacer sus necesidades básicas. Con ello, desde Occidente se pretende señalar la contradicción de un país que dice tener armas atómicas mientras -presuntamente- no tiene ni para darles de comer a sus soldados.

 

"La gente cree que tiene que aceptar cierto nivel de sufrimiento"

El mencionado periódico NK -con base en Corea del Sur- destacó que en la capital norcoreana no se habían recibido raciones decentes desde hace dos meses. Según apuntan algunas fuentes, habría descontento entre la población, que no se anima a protestar por temor a las duras penalidades que sufren los opositores a Kim.

“La gente en la capital está tan imbuida en la ideología del régimen que cree que la única forma de evitar ser desterrada (de la ciudad) es aceptar cierto nivel de sufrimiento dadas las dificultades que atraviesa el país”, sostuvo una fuente que citan las cadenas informativas.

En Corea hay un "ránking" de personas de acuerdo con su afinidad al gobierno. Los individuos sobre los que se tienen dudas reciben menos bienes, y se teme por la situación que puedan estar pasando. Probablemente sea algo similar a lo que ocurre con millones de desclasados que se amontonan en las afueras de las grandes ciudades en el mundo capitalista.



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