MUNDO
21 de septiembre de 2020
El coronavirus se descontrola con un nuevo récord en Gran Bretaña
Lo anticipó este domingo el ministro de Sanidad, Matt Hancock.
Gran Bretaña está ante el pico de la curva de contagios de la segunda ola de coronavirus, por lo que podrían adoptarse nuevas restricciones en los próximos días.
LONDRES.- Gran Bretaña está ante el pico de la curva de contagios de la segunda ola de coronavirus, por lo que podrían adoptarse nuevas restricciones para que en los próximos días empiecen a bajar los nuevos casos, anticipó este domingo el ministro de Sanidad, Matt Hancock.
El funcionario dijo a la BBC que este fin de semana analizó con el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, qué tipo de medidas serían necesarias para contener la propagación del virus.
Gran Bretaña ha registrado 41.759 muertes por Covid-19 desde el inicio de la pandemia, tras sumar otras 18 en las últimas 24 horas, según las cifras actualizadas divulgadas hoy.
El ministerio de Sanidad comunicó asimismo que Gran Bretaña registró otros 3899 nuevos contagios, un dato ligeramente menor que el difundido ayer, cuando se alcanzó un récord de positivos diarios desde mayo con 4422.
Solo en la capital, por cada 100.000 habitantes, el número de infectados en un tramo de siete días se ha incrementado de 18,8 a unos 25 por semana y se teme que los positivos identificados en Londres hayan llegado a los extremos de áreas del norte de Inglaterra, donde ya se están aplicando controles más duros.
En declaraciones a la emisora Radio Times, Hancock afirmó hoy que "no se puede descartar" que en algún momento de la próxima semana se vuelva a pedir a los ciudadanos que trabajen desde sus casas y alertó que solo cumpliendo las reglas se logrará esquivar otro confinamiento.
"Si todo el mundo cumple las normas, podremos evitar un confinamiento nacional", afirmó.
Ese mensaje contradice las últimas directivas oficiales que alentaban precisamente a una vuelta a la normalidad, con un regreso físico a las oficinas, en favor de la reactivación económica.
Frente a esta situación, el Gobierno británico anunció que desde el próximo día 28 los ciudadanos que den positivo de coronavirus en Inglaterra, e incumplan una orden de mantenerse aislados para evitar contagiar a otros, se enfrentarán a multas de hasta 10.000 libras.
Se ha dispuesto asimismo que aquellos que perciban ingresos menores y afronten una pérdida ganancial por tener que guardar una cuarentena optarán a una ayuda de 500 libras.
Frente a la escalada de casos, que se duplican semanalmente, el primer ministro, el conservador Boris Johnson, evalúa endurecer las restricciones y negocia con los gobiernos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte la posibilidad de extender esa norma al conjunto del Reino Unido.
La aplicación de sanciones a los que quiebren las cuarentenas se conoce después de que el exasesor científico del Gobierno Neil Ferguson -figura crucial en el diseño del confinamiento de marzo- apremiara ayer al Ejecutivo a actuar para tratar de evitar una segunda ola.
El pasado viernes el primer ministro reconoció que la llegada de un rebrote al país parece "inevitable" a raíz de cómo ha evolucionado la pandemia en otros países europeos como Francia o España.
A comienzos de semana se introdujo también la llamada "regla de las seis personas", que prohíbe encuentros de más de seis individuos.
Por su parte, el alcalde Sadiq Khan lleva días pidiendo una extensión para la capital de las restricciones regionales como el cierre temprano de restaurantes y pubs.
El edil, que hoy participó en el congreso anual laborista de manera virtual, admitió que "es cada vez más probable" que pronto sean necesarias nuevas limitaciones o un confinamiento para ralentizar la propagación de la enfermedad en Londres.
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