POLITICA
1 de octubre de 2020
Salta es la provincia más pobre del NOA
Salta quedó ubicada como el cuarto distrito con más pobreza.
Con los datos difundidos ayer por el INDEC, la cantidad de pobres en la capital y alrededores asciende a 288.748. muchas personas cayeron en la pobreza por el COVID-19.
La pobreza se mantuvo en 45,5% en el primer semestre del año, idéntico porcentaje que la anterior medición, correspondiente al segundo semestre de 2019, aunque un 3,7% más alta que en el mismo período de 2019, lapso que se toma como referencia para la comparación.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) el aglomerado Salta capital y alrededores registró en el primer semestre de este año un 45,5% de personas pobres. Es la tasa más alta del NOA y la cuarta a nivel nacional. En el mismo período del año pasado la pobreza era de 41,8%.
Con los datos difundidos ayer por el organismo, la cantidad de pobres en la capital y alrededores asciende a 288.748. Es una cifra muy cercana a los 287.187 que se contabilizaron en la segunda mitad del 2019. En el primer semestre del año pasado eran pobres 262.071 salteños. En un año, cada día 73 personas cayeron en la pobreza.
El dato llamativo es que para el Indec la pobreza no haya variado en comparación con el segundo semestre de 2019, cuando también arrojó 45,5%. Si bien la comparación se debe hacer entre iguales semestres, no pasa desapercibido que, en medio de la pandemia del coronavirus, el indicador no haya variado.
El director del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (Ielde), Jorge Paz, sostiene que esta situación se explica porque "en Argentina hay un sistema de protección social muy importante a través de la asignación universal por hijo (AUH), pero con una inflación alta, con lo cual esta ayuda no llega a ser un instrumento con tanto poder como para cubrir la canasta básica total".
"Hay un efecto de estación, cuando en realidad los segundos semestres siempre son peores que los primeros; la comparación debe hacerse de manera interanual, o sea con el primer semestre de 2019, cuando había una pobreza en Salta del 41 y ahora pasó al 45 por ciento", dijo y detalló que "ese aumento se adjudica al efecto de la cuarentena. Son personas a las que yo llamo "pobres COVID-19', que se generaron por la pandemia".
Para Paz las cifras de pobreza "están sobreestimadas, porque al momento de la encuesta todavía no se había dado lo que ocurrió inmediatamente después, cuando lanzaron el IFE (ingreso familiar de emergencia), el bono de AUH y la tarjeta Alimentar. Se han puesto en marcha comedores y se han tomado medidas que tal vez podrían cambiar los resultados del sondeo". "Me parece una explicación muy razonable, creo que se está sobrestimando el efecto de la pobreza porque, si tuviéramos un 45,5% en una situación "normal', habría problemas sociales muy graves",concluye el director del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (Ielde), Jorge Paz
No obstante, la comparación debe realizarse con prudencia, ya que las canastas sobre las cuales se efectuaban los cálculos fueron modificados en 2016.
El Indec informó que el ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de $25.759, mientras la canasta básica total (CBT) promedio del mismo grupo de hogares alcanzó los $43.785, por lo que la brecha se ubicó en 41,2%, el valor más alto de la serie por cuarto semestre consecutivo.
De esta manera, no solo hubo un aumento en la incidencia de pobreza respecto del segundo semestre de 2019, sino que la situación de las personas en ese segmento empeoró por la mayor distancia entre sus ingresos y la canasta total.
Una muestra del impacto que el coronavirus provocó sobre los ingresos de los argentinos lo brindó hace una semana el INDEC cuando informó que la tasa de empleo bajó casi 9 puntos interanuales hasta el 33,4% sobre la población total, en el segundo trimestre, lo cual implicó una pérdida de 3,9 millones de puestos de trabajo respecto del mismo período de 2019.
Una porción significativa de los individuos que estaban ocupados en el segundo trimestre del año pasado ahora pasaron a formar parte de la población inactiva, que incluye tanto a las personas que no están en condiciones de trabajar como a aquellas "desanimadas" que no están buscando trabajo.
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