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ECONOMIA

15 de octubre de 2020

Empresarios requieren un 'plan de largo plazo' para recuperar la confianza

En la apertura del evento, el presidente Alberto Fernández prometió no devaluar ni “jamás" tocar los depósitos de los argentinos.

Reclaman equilibrio fiscal a corto plazo y como política pública permanente y estable que permita generar una administración del Estado responsable más allá de la ideología que gobierne.

Los funcionario dejaron algunas inquieturdes durante su participación en un panel con otros economistas durante el 56 Coloquio de IDEA.

Alberto Fernández suma nuevas señales que parecen contradictorias pero que terminan exponiendo la decisión de cerrarse sobre la interna como señal frente a la persistencia de la crisis. Lo hizo esta vez frente a empresarios en el coloquio de IDEA. Fue un gesto en sí mismo su participación virtual en el encuentro, atado también a la necesidad de un mensaje para frenar el dólar, aunque sin dar pistas de proyección económica y con un gesto político de lectura sencilla: defendió la ofensiva judicial y de ese modo contestó cualquier especulación de diferenciación o fisura con Cristina Fernández de Kirchner.
La decisión que tomó frente al encuentro de IDEA fue ilustrativa de los márgenes que se impuso el propio Presidente. El gesto de participar se destacó en contraste con la historia kirchnerista. Néstor Kirchner y CFK no lo hicieron. El Presidente se encargó de ponerle límite a las interpretaciones de diferenciación interna pasada y presente, como mensaje político y económico en función de la platea. Incorporar el tema judicial cuando nadie podía esperarlo tuvo el sentido del límite. Sí se ocupó de rechazar la idea de una brusca devaluación y de garantizar los depósitos en dólares.

alberto fernandez en coloquio 56 IDEAEl set donde se realiza la parte presencial del Coloquio 2020, en el CEC porteño


Si hay una contradicción que los empresarios ven en el Gobierno es que plantea desde el discurso que la forma de generar dólares genuinos es mediante la exportación y la Argentina tiene una estructura tributaria que desalienta el comercio exterior. No es novedad que se cuestione desde el mundo privado la alta presión impositiva que existe en el país, pero tampoco lo es el hecho de que no hay margen fiscal para bajar impuestos, y mucho menos en el actual contexto de pandemia.

Los empresarios que participan del 56 Coloquio de IDEA es “confianza”. Hoy no la tienen y quieren ver un programa económico a cuatro años para recomponerla. Es por ello que valoran la convocatoria del presidente Alberto Fernández al diálogo, aunque este no siempre termine como ellos quieren.

“Trabajar en un marco impositivo es una urgencia que tenemos. La carga es muy alta. Un comerciante hoy cada vez que acepta pagos con tarjeta, ya de entrada cobra 10% menos. Entiendo que hay un rojo fiscal que cubrir, pero también el déficit tiene que ver con el gasto”, dijo un empresario del sector financiero en el marco del 56° Coloquio de IDEA, que hoy está desarrollando su segunda jornada de manera virtual bajo el título “Qué país queremos ser”.

Otro hombre de negocios, CEO de una empresa de servicios, enfatizó que la “Argentina es extremadamente cara y no es competitiva” y que si bien ve bien una reforma que apunte a una mayor progresividad, “no sólo hay que mirar los ingresos, sino también los gastos”. “Yo no veo reforma tributaria que esté acompañada por una revisión del gasto público”, reforzó.


Para los empresarios, el Gobierno está lleno de contradicciones. “Pide aumentar las exportaciones y no genera incentivos para hacerlo; plantea el diálogo con todos los sectores para lograr consensos y luego salen medidas y leyes que no los benefician -un claro ejemplo fue la Ley de Teletrabajo-; reclama inversiones y cambia las reglas de juego permanentemente, entre otras tantas”, enumera uno de los asistentes del Coloquio.

“Lo que pregonamos siempre es seguridad jurídica y reglas claras. Hoy las inconsistencias están ahí. Hay cambios de reglas permanentemente”, manifestó otro participante.

Así lo indican algunos de los testimonios que pudo escuchar entre CEO y directivos de primera línea que participan del tradicional encuentro, al cual no concurría un mandatario peronista desde hace 21 años. Un empresario dijo que el Presidente “dejó el mensaje del diálogo abierto, más allá que en todo diálogo puede haber cuestiones en lo que uno puede disentir”. Recordó que hay casos en los que “no funcionó como en la ley de teletrabajo”.

Un directivo de primera línea de una multinacional industrial planteó que “el empresariado está reclamando un plan”. “Uno puede tener una brecha de tipos de cambio diferentes, la pregunta es hasta cuándo. Cómo se van a equilibrar las variables de acá a cuatro años es lo más importante que reclama el empresariado en estos momentos”, sintetizó.

Los Empresarios entienden que se siguen sufriendo los mismos problemas de falta de seguridad jurídica, de ausencia de previsibilidad y de incongruencia en la continuidad de políticas públicas que permitan un crecimiento estable y consistente y conviertan al país en atractivo para las inversiones.

Lo manifiestan a través de sus críticas a la falta de definiciones del Gobierno sobre el verdadero plan de reactivación que sigue generando dudas y muchas inquietudes.

frederic-meoni y lammensFrederic, Meoni y Lammens. Foto:gentileza Coloquio IDEA

No fueron suficiente la convocatoria del Jefe de Estado a un diálogo abierto, a la búsqueda de consensos, ni el reconocimiento de que no habrá devaluación y que tampoco se confiscarán los depósitos bancarios.

El establishment local insiste en conocer cuáles son los lineamientos de la política económica que el ministro Martín Guzmán prepara para después de sellar el acuerdo por la deuda con el FMI.

Es más que seguro que los empresarios que sigan la charla de cerca ese día lo harán con muchas preguntas y demasiados interrogantes para un momento sensible del país, con una pobreza que ya casi afecta a la mitad de la población, un PBI en caída libre y cepos e impuestos varios que traban y frenan posibles planes futuros.

Lo esperarán también con un fuerte rechazo al  impuesto a la riqueza que, entienden, frenará inversiones que el país necesita.

Preocupación por la cuarentena y reclamo de un plan

Lo mismo ocurre con la incertidumbre sobre cuándo se comenzará a salir de la crisis sanitaria, más allá de que no dependa solamente del rumbo del Gobierno sino de la evolución del virus a nivel global o de la aparición de la vacuna.

Este escenario incrementa las preocupaciones, en especial teniendo en cuenta el rebrote en Europa que pone en alerta a todo el sistema de salud y que también ejerce presión nuevamente sobre el desempeño de la economía.

"Cuánto tiempo más se extienda esta pandemia, más nos costará salir de la crisis y poder reordenar las variables macro, tener una economía que vuelva a crecer, que generar empleo e inversiones", pronostican.

Por eso, los ejecutivos no se sienten cómodos con la falta de confianza que genera el Gobierno luego de más de siete meses de medidas de aislamiento que también afectaron la credibilidad ante los mercados internacionales. Tampoco lo están con la caída de depósitos o la falta de señales sobre la fecha de vencimiento del cepo, por ejemplo.

Critican la falta de difusión de un conjunto de variables económicas para el mediano y largo plazo, que de certeza a las inversiones y reconocen que quizá recién se envíen algunas señales luego de finalizadas las negociaciones con el Fondo.

Anticipan que el tema cambiario seguirá siendo un problema debido a que no se ha generado la confianza suficiente como para que cambie de rumbo. "Cuanto menos confianza haya más se disparará el tipo de cambio", advierten.

A modo de propuesta para restablecer la confianza en el corto plazo piden al Gobierno que difunda el derrotero futuro de su plan para los próximos cuatro años.

"Qué podemos esperar en el sector impositivo, fiscal, con las tasas de interés, el tipo de cambio", pide uno de los ejecutivos presentes en el encuentro vía Zoom con un grupo de periodistas que cubren el 56 Coloquio de IDEA.

El ejecutivo anticipa que este año la economía del país caerá 12% y que en el 2021 recuperará cinco puntos, con un PBI En constante reducción. "Por eso es fundamental mostrar las cartas, para recuperar confianza", agrega.

En tanto, un alto ejecutivo del sector automotriz sostiene que la brecha cambiaria actual genera distorsiones en su industria que terminan influyendo en la demanda por lo cual se debe tender hacia una reducción, generando divisas que lo permitan, teniendo en cuenta además que la falta de divisas extranjeras es un problema que ya lleva 50 años.

Del mismo modo, analizan la evolución del gasto público y la decisión del ministro Guzmán de no bajarlo, que la interpretan como un mensaje oficial sobre que será el Estado el que liderará casi de manera monopólica el proceso de cambio de expectativas.

Por lo menos asi lo entiende un encumbrado empresario automotriz y dirigente de la UIA, para quien el mensaje oficial es claro: "Decir que no hace falta bajar el gasto público es admitir que el Gobierno será el líder de la reactivación, el que sacará a la Argentina del pozo y lo llevará a ser un país exitoso", señala este dirigente industrial.

Está claro que su mirada es diametralmente opuesta y por eso entiende que será el sector privado el que podrá recuperar la competitividad de la economía, que dará la gran patada para avanzar. 

Entre sus colegas también se entiende que el gasto público en sí no es un problema sino que lo es el déficit, ya que el sector público no puede vivir eternamente gastando más de lo que le ingresan a sus finanzas. 

Por eso reclaman equilibrio fiscal como plan a corto plazo y como política pública permanente y estable que permita generar una administración del Estado responsable más allá de la ideología que gobierne. "Gastar en exceso genera pobres y produce muchos problemas", señalan desde uno de los principales bancos del sector, a la vez que aclaran que la solución no es despedir empleados públicos sino generar las condiciones para lograr una política de equilibrio fiscal con el acuerdo de todos los partidos políticos para alcanzar una sana administración de los recursos.

Atan este reclamo al pedido de una reforma tributaria que incentive la producción, elimine tributos distorsivos como el que grava a los cheques, o Ingresos Brutos, o a las importaciones que habían desaparecidos pero que ahora volvieron hasta recargados.

Señalan que la carga fiscal viene subiendo desde el año 2000 y en la actualidad se ubica en torno al 42%, siendo una de las más altas del mundo.

En ese marco, consideran que de una vez por todas se debe reformar la ley de coparticipación federal para crear un sistema más justo de distribución de impuestos entre el Estado nacional, las provincias  y los municipios para, de este modo, desincentivar la creación de tasas para financiar ciudades que están fundidas. "La reforma tributaria es una poderosa herramienta para generar incentivos", detallan.

La justicia y la institucionalidad fueron otros de los temas que intranquiliza a los ejecutivos. Consideran que se trata de un problema estructural que solamente se podrá resolver si despolitiza la elección de los miembros del Consejo de la Magistratura y si la Corte Suprema de Justicia finalmente falla a favor de la inconstitucionalidad del mecanismo utilizado actualmente para seleccionar a los integrantes de este organismo de justicia.

"De lo contrario, cada gobierno que llegue va a revisar e impugnar lo que hizo el Consejo de la Magistratura anterior, y así sucesivamente", destacan los empresarios.

 Anticipan que se van a multiplicar los juicios contra el Aporte Solidario que analiza el Congreso.

Mientras el presidente hablaba al público, un chat en vivo iba reproduciendo las opiniones de los participantes. “No le puedo creer”, dijo un empresario petrolero, de perfil muy bajo, cuestionando el vínculo con la vicepresidenta Cristina Fernández.

En cambio, otro directivo planteó: “es cierto que el presidente no la tiene fácil ni dentro ni afuera, pero es el actual presidente y está en nosotros apoyarlo o no para crear oportunidades para los empleados y empleadores”.

 

 



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