ECONOMIA
19 de octubre de 2020
Alertan por el cierre masivo de las grandes cadenas
El regreso de los espectadores a las salas de cine se está haciendo más lento de lo que esperado y con nuevos protocolos sanitorios.
Los cines de todo Occidente cerraron en marzo y, a pesar de los intentos de reabrir en el verano, la taquilla no se ha recuperado. La mayoría de los títulos importantes se han pospuesto.
Malos tiempos para el cine. Hace unos días, uno de los principales blockbusters previstos para finales de año, Sin tiempo para morir, el nuevo film de la saga de James Bond, anunciaba su retraso a 2021 por culpa de la pandemia de coronavirus. La incertidumbre política, sanitaria y económica está causando mella en los estrenos de las grandes películas de los principales estudios de Hollywood, a lo que hay que sumar el cierre masivo de salas en zonas importantes para el desempeño económico como Nueva York y Los Ángeles. Tras el golpe de Viuda Negra y Marvel, cadenas como Cineworld, que opera bajo el sello Regal en Estados Unidos y Reino Unido, ha decidido cerrar hasta nuevo aviso (vía Variety).
Una industria muy tocada y un modelo de negocio incompatible con la pandemia
Los cines de todo Occidente cerraron en marzo y, a pesar de los intentos de reabrir en el verano, la taquilla no se ha recuperado. El 9 de octubre, Cineworld, la segunda cadena más grande del mundo, anunció el cierre temporal de sus 536 cines Regal en Estados Unidos y sus 127 establecimientos británicos. La número uno, AMC, por su parte, redujo el horario de apertura de algunos cines Odeon en Gran Bretaña.
Al principio de la pandemia, el problema eran las audiencias. En marzo, la película Onward de Disney fracasó cuando la gente se negó a respirar aire recirculado con una multitud de extraños. Los negocios se volvieron más difíciles cuando los gobiernos ordenaron el cierre de los cines o impusieron topes en el aforo.
A medida que los países han aliviado las restricciones y las audiencias se preparan para regresar, los cines encuentran poco que mostrar. En China, donde el Covid-19 parece estar bajo control, los estudios han reanudado la producción de éxitos. Pero Hollywood no se arriesgará a estrenar lanzamientos muy caros mientras muchos mercados, incluidos Nueva York y California, permanezcan cerrados y los espectadores desconfíen. La mayoría de los títulos importantes se han pospuesto. La gota que colmó el vaso para Cineworld fue la decisión tomada el 2 de octubre por los estudios MGM y Universal Pictures de retrasar No time to die, la última película de James Bond, de noviembre a abril de 2021. No está previsto un gran lanzamiento hasta el día de Navidad, cuando Warner Bros presente La mujer maravilla 1984.
Puede ser que sea demasiado tarde. La asistencia estaba disminuyendo antes del Covid-19. Para distinguir una noche en el cine de una noche con Netflix, las grandes cadenas construyeron elegantes multicines con mozos que llevaban hamburguesas a los espectadores recostados en asientos reclinables. Esto solo ayudó a que las empresas del rubro acumularán deudas millonarias.
Los cines de todo Occidente cerraron en marzo y, a pesar de los intentos de reabrir en el verano, la taquilla no se ha recuperado.
Impacto profundo
Nueve meses sin ingresos por grandes lanzamientos serían desastrosos. La Asociación Nacional de Propietarios de Teatros de Estados Unidos predice que siete de cada diez compañías de cine pequeñas o medianas quebrarán a menos que haya un rescate oficial.
Las cadenas del cine han instado a los estudios a que sigan llegando películas. Eric Wold del banco de inversión B. Riley dice que Hollywood podría necesitar "recibir un golpe para alimentar a la industria" y evitar que "se desmorone por completo". Warner Bros dio un paso al lanzar Tenet en el verano; con una recaudación de solo US$45 millones en la taquilla estadounidense, el thriller de ciencia ficción puede que no alcance el punto de equilibrio. Y los estudios no pueden permitirse la caridad. Disney despidió recientemente a 28.000 trabajadores de sus parques temáticos.
Un día volverán los éxitos de taquilla. Incluso entonces, los cines tendrán que aplazar las inversiones, subir los precios y cerrar sucursales para apuntalar sus balances, al igual que los espectadores tienen más razones que nunca para quedarse en casa. El hogar estadounidense promedio se suscribe a cuatro servicios de transmisión, reconoce la consultora Deloitte. Los estudios de cine están negociando cuánto tiempo se proyectan las películas exclusivamente en los cines. AMC recientemente permitió que Universal pusiera online futuros estrenos después de solo tres fines de semana en los cines, a cambio de una parte de las ganancias. Incluso si el Covid-19 no lo destruye por completo, es probable que la pantalla grande se vuelva mucho más pequeña.
Si bien Disney afirma que Soul de Pixar sigue planificada para noviembre, los cines no pueden permanecer abiertos ante el auge de los contagios, la falta de estrenos y el lógico poco tráfico de público en sus instalaciones. De esta manera, se ha confirmado el cierre íntegro en EE.UU. y Reino Unido de la cadena Cineworld, una de las más importantes, y que opera bajo el sello Regal en Norteamérica. Hablamos de una cadena que en EE.UU dispone de más de 543 cines siendo la segunda gran exhibidora en términos de tamaño y logística. Por su parte, en Reino Unido, Cineworld goza de 128 emplazamientos, siendo la más grande e importante del país. Sus responsables han aclarado que este cierre masivo de establecimientos y multisalas es temporal, aunque no se han dado razones claras sobre la drástica decisión.
La sensación que recorre Hollywood es de absoluto miedo. Su modelo de negocio se basa en llevar a cantidades masivas de público a las salas de cine, y eso es francamente imposible en los momentos que estamos viviendo. Pese a las medidas de seguridad, los reestrenos de clásicos y el goteo de novedades, el público sigue siendo reacio a meterse en una sala de cine con mascarilla. Cineworld podría volver a abrir sus puertas en diciembre, pero no hay nada claro. A eso hay que sumarle que otros grandes protagonistas del negocio de la proyección cinematográfica, como AMC Theaters y Cinemark Theaters, podrían realizar medidas similares de cierre temporal hasta nuevo aviso. En cualquier caso, los daños económicos son catastróficos. Hablaríamos de la destrucción o suspensión de miles de empleo en Reino Unido y Estados Unidos. En las islas británicas, Cineworld tiene a más de 5500 empleados bajo su encargo, y como confirmaban diversos cineastas en el Congreso de USA, en Norteamérica muchos ciudadanos dependen directa o indirectamente de los cines para vivir. Desde el que sirve palomitas a los proyeccionistas, pasando por los miles de personas involucrados en una industria que afirma haber perdido más de 60.000 millones de dólares el pasado verano.
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