La actual es la segunda parte del expediente, ya que la primera fue elevada a juicio previamente y allí esperan para sentarse en el banquillo de los acusados Pablo Bebote Álvarez (jefe de la barra brava de Independiente), y los directivos Héctor Yoyo Maldonado (secretario del club) y el exvicepresidente Noray Nakis.

En la etapa que incluye a Pablo Moyano, hijo de Hugo, el fiscal Sebastián Scalera entiende que tiene pruebas comprometedoras contra el dirigente, motivo por el cual le solicitó a la jueza Brenda Madrid la elevación a juicio.

Entre las pruebas se destacan declaraciones de cuatro barras bravas que acordaron ser imputados colaboradores y aportaron detalles puntuales de cómo se realizaban las acciones fraudulentas. Además, hay escuchas telefónicas que involucran a Bebote Álvarez con Roberto Petrov, exguardaespaldas de Hugo Moyano.

En el dictamen fiscal, Scalera detalló que el acuerdo entre la barra y la dirigencia incluyó la cobertura política y económica para que no haya inconvenientes en la realización de las acciones con las cuales habrían defraudado al club en cientos de millones de pesos.

La jueza Madrid deberá correr el traslado mañana a más tardar, mientras que el abogado de Moyano, el doctor Daniel Llermanos, reiteró que pedirá el sobreseimiento por falta de pruebas