INTERNACIONALES
4 de marzo de 2015
Dilma devalúa el real en plena crisis política
En medio de una crisis desatada a partir de la denuncia de corrupción en Petrobras, el real vuelve a la paridad de 3 a 1 después de una década.
La cotización oficial del dólar subía medio centavo este mediodía a 8,705 pesos para la compra y 8,755 pesos para la venta en los bancos porteños, en medio de las fuertes presiones que ejerce la marcada de valuación del real brasileño.
El denominado dólar tarjeta se ubicaba en los 11,819 pesos y la divisa para ahorro se mantenía en los 10,506 pesos; el contado con liquidación, utilizado por fugar divisas al exterior, se ubicaba en los 11,798 pesos.
El precio de la divisa estadounidense en las "cuevas" del centro porteño se mantenía en los 12,83 pesos comprador y 12,93 pesos vendedor, el mismo nivel que al cierre de la jornada cambiaria del martes.
El real brasileño retrocedía más de 1% tras la decisión del Congreso del gigante sudamericano de devolver sin votar un decreto ejecutivo del Gobierno de Dilma Rousseff con importantes medidas de ajuste fiscal, amenazando el plan de austeridad fiscal clave que anunció el gobierno.
El real se negociaba a 2,955 por dólar, con una baja de 1% desde el cierre del martes, tras descender incluso hasta 2,9697 en los primeros minutos de las operaciones, según agencias internacionales de noticias.
La devaluación del real ejerce una fuerte presión sobre el valor del peso argentino dado que Brasil es el principal socio comercial de la Argentina, y mientras allí la industria tuvo en enero su mejor registro en 19 meses, aquí continuó el estancamiento.
Fuente:Agencias de Brasil
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¿Brasil va a devaluar el real?
Informe de Center Group International
“Todos los analistas son contundentes en afirmar que, a pesar de los esfuerzos del gobierno, el real valorizado vino para quedarse”.Desde la visita de la presidente Dilma Rousseff a Argentina, mucho se especuló sobre la posibilidad de que el gobierno brasileño desvalorice su moneda. Ante una posible desvalorización del real, los empresarios argentinos entraron en pánico porque, ciertamente, una alteración en la paridad de la moneda brasileña modificaría negativamente los números de la balanza comercial. El real y el dólar Desde antes de asumir el gobierno, la presidente Dilma Rousseff manifestó que su gestión priorizaría controlar la inflación y también evitar una mayor desvalorización del dólar en detrimento del real. Con la visita de Dilma a Argentina, el tema volvió a las primeras páginas de los diarios, y en este informe, intentaremos justificar por qué la desvalorización del real con relación al dólar es muy poco probable. Sobre finales del año 2010, el gobierno dio señales al mercado de que intentaría contener la desvalorización del dólar y que disponía de herramientas para ello. Las herramientas fueron las siguientes: 1) Aumentó el Impuesto a las Operaciones Financieras (IOF) del 2% al 4% y finalmente al 6%, para el ingreso de capitales del exterior con fines especulativos. Esta herramienta no se mostró muy eficiente. 2) Creó un encaje para la posición “vendida” de los bancos, que en su totalidad apostaron a que la valorización del real continuará a lo largo del 2011. Los bancos brasileños habían vendido dólares a futuro por U$S16.300 millones, y esta imposición del encaje obligó a los mismos a comprar en el mercado U$S5.500 millones y depositarlos, sin remuneración, en el Banco Central de Brasil. 3) Continuó con las compras de dólares en el mercado a la vista (spot). El objetivo de esta medida es aumentar la demanda de dólares y generar un aumento de la cotización. 4) Instrumentó la compra de dólares a futuro, con la intención de mostrar al mercado cuál es el “piso” de la cotización. 5) Implementó remates de “swap cambial reverso”, que en la práctica equivale a la compra de dólares en el mercado futuro. Los resultados obtenidos en función de estas acciones del BC de Brasil fueron tímidos. En el mes de enero de 2011 y luego de 41 intervenciones –31 compras a la vista, 4 operaciones de swap cambial reverso y 3 operaciones de dólares a término–, el dólar cotizó con una valorización del 0,48%, a R$ 1,674 (sobre el final al 31 de diciembre de 2010 de R$ 1,666). Según una nota de Eduardo Campos en el diario Valor Económico, el Banco Central trabajaría con una banda de flotación teórica, para que no baje de R$ 1,65 y se mantenga lo más próximo posible a R$ 1,70. Si el BC de Brasil no hubiera intervenido, la cotización del dólar estaría muy próxima a R$ 1,55. ¿Por qué Brasil no puede propiciar una desvalorización desmedida del real? Existen siempre dos caras de una misma moneda y lo mismo ocurre con la alternativa de desvalorizar el real en función del dólar. Como puntos positivos (para Brasil), la desvalorización del real permitiría: 1) Mejorar la competitividad de los productos brasileños por medio de la tasa de cambio nominal (la cotización diaria). 2) Aumentaría las exportaciones porque los productos brasileños serían más baratos. 3) Facilitaría la entrada de mayor cantidad de dólares para producción (menos dólares, posibilitarían comprar más reales). 4) Posibilitaría que Brasil no pierda con la desvalorización del activo que configura sus reservas internacionales (si el dólar pierde cotización respecto del real, las reservas internacionales, que son en dólares, también perderían valor). Puntos negativos 1) El dólar por arriba de R$ 1,70 sería otro frente de batalla para el control de la inflación. Según el economista André Cabus Klotzle, profesor de la PUC-RJ, un dólar de hasta R$ 1,70 no alteraría el índice de inflación, que ya tiene una proyección bastante superior a la meta del gobierno de 4,5%. Las proyecciones para el 2011 son del 6%. Hoy Brasil importa muchos insumos para la producción y también productos de consumo final. Una elevación del dólar empujaría la inflación, y el gobierno fue enfático en su lucha para que la inflación no se dispare. 2) El costo para buscar la desvalorización del real está siendo muy alto para el país. El Banco Central de Brasil debió comprar casi U$S 10.000 millones en el mes de enero, que incorporó a las reservas internacionales. 3) Estas compras de dólares para sostener la cotización tienen un costo de aproximadamente U$S30.000 millones por año. La cuenta se fundamenta en que la rentabilidad anual de las reservas (de U$S300.000 millones) es del 1,12% promedio (fue de 0,83% en 2009 y de 1,41% en 2010). Debemos observar que hasta la crisis del 2008 la rentabilidad llegó al 9,33%. Las cuentas públicas y los desafíos de Dilma en los próximos meses: Para conseguir enfriar la demanda y apreciar el tipo de cambio, el gobierno debe realizar un fuerte ajuste fiscal. Traduciendo, necesita disminuir el gasto público. De esta forma el Banco Central podría bajar los intereses, lo que generaría una reducción de dólares entrando al país, y esto por su vez, al disminuir la oferta de dólares provenientes del exterior, la tasa de cambio nominal aumentaría, desvalorizando el real en el mediano plazo. En el mes de enero, la entrada de dólares superó la salida en U$S 12.300 millones, lo que explica el esfuerzo del Banco Central para contener la apreciación del real en el mismo período. Un indicador para prestar atención es el déficit en la balanza de cuenta corriente. En el 2010, este déficit llegó al 2,3% del PIB y debe llegar a 2,84% en el 2011. En números este porcentaje equivale a una necesidad de financiación del exterior de U$S 64.000 millones. Con relación al gasto público, las previsiones del mercado estiman que la reducción se situaría entre R$ 30.000 y R$ 40.000 millones. Una reducción de R$ 40.000 colocaría el gasto público en el 18,3% respecto del PIB, lo que se mostraría insuficiente para corregir las distorsiones. Con este corte, el superávit fiscal llegaría a 2,6% del PIB (por debajo de la meta). La tasa de interés debería subir por arriba de la actual Selic del 11,25%. La necesidad efectiva para solucionar las distorsiones requiere una reducción de gasto público de R$ 60.000 millones, que permitiría que este se sitúe en el 17,8% del PIB y posibilitaría que el superávit primario llegue al 3,1% proyectado. La tasa Selic tendría que subir para el 12,5% y de esta forma se generaría una reducción de intereses de la deuda pública del orden de los R$ 22.000 millones. Sobre Center Group Empresa prestadora de servicios en el área de comercio exterior y administración de empresas, con 18 años de vida dedicada a la asesoría y consultoría y especializadas en la administración de empresas extranjeras de forma tercerizada. Forma parte del Directorio de Consultores (Dircon) aprobados por la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa (Sepyme) para su Programa de Apoyo a la Reestructuración Empresarial (PRE). Tiene sedes en Argentina, Brasil, España, México y EEUU. ¿Cuál será la cotización del dólar en el año 2011? Todos los analistas son contundentes en afirmar que, a pesar de los esfuerzos del gobierno, el real valorizado vino para quedarse. Desde el punto de vista de las acciones locales, no hay fórmulas mágicas. El gobierno se esforzará para que el dólar, en la peor de las alternativas, no baje del piso de R$ 1,65 y que no suba mucho más que los R$ 1,70 / R$ 1,75, lo que permitiría controlar el índice de inflación. Desde el punto de vista internacional, una alteración de la política monetaria en los Estados Unidos podría generar una salida de capitales mayor que lo previsto y de esta forma podría generar una desvalorización mayor del real (podría llevar el dólar hasta R$ 1,90). Esta alteración en la política monetaria americana no está prevista para el 2011. Una proyección del real en función del indicador internacional, Big Mac, realizada por el economista argentino Marcelo Renda, colocaría al real en una paridad de R$ 2,34 por dólar. Este sería el valor del equilibrio, comparando el valor del Big Mac en diversos países. Con esta cotización, el desequilibrio de la balanza comercial entre Argentina y Brasil se vería absurdamente deteriorada en el corto y mediano plazo. Marcelo Renda observa que este valor de equilibrio no es necesariamente la cotización que el real tendrá en los próximos meses. Si el real llegara a R$ 2,34, los industriales brasileños estarían con índices de felicidad elevados, la inflación de Brasil, con riesgos de salir de la meta establecida por el gobierno, y los empresarios argentinos, haciendo filas en los organismos públicos, pidiendo medidas para contener la avalancha de productos desde Brasil. Menos mal que las proyecciones son eso, previsiones, que las variables económicas del mundo se resisten a leer… y a aplicar.
Por Germán Segre y Gustavo Segre Directores CEOs de Center Group International
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