El fin de semana, el gobernador de Chaco habló con Alberto Fernández para pedirle que impulse una modificación de la legislación electoral para que las PASO se conviertan en optativas.

La idea de Capitanich es relevar a los votantes de la obligación de concurrir a las escuelas en agosto y a su vez permitir que las alianzas políticas hagan internas sólo en los distritos en que haya más de un candidato al mismo puesto.

El argumento que sostiene ese plan es que hacer optativas la concurrencia y también la participación de los partidos "baja muchísimo los riesgos sanitarios" de hacer una elección en la pandemia. "Con ese cambio calculamos que participaría el 30 por ciento de la gente que va a votar en las PASO tal como están hoy", aseguró a Clarín uno de los oficialistas que comenzó a analizar la idea junto al Presidente.

Son pocos los funcionarios que escucharon la idea, pero los que la escucharon son los que deciden. Esta semana no se hizo el almuerzo que reúne habitualmente al Presidente con Santiago Cafiero, Máximo Kirchner, Wado de Pedro y Sergio Massa. Se suspendió porque el hijo de Cristina Kirchner viajó a Santa Cruz para celebrar su cumpleaños. Pero, de todos modos, el Presidente habló del tema en algunas reuniones que mantuvo en Olivos en el feriado de carnaval.
En rigor, el argumento sanitario está debajo de un cálculo político. El Gobierno lleva meses tratando de postergar el momento de la votación porque el Presidente y los funcionarios que lo aconsejan creen que el oficialismo necesita mucho tiempo para que se despliegue el plan de vacunación y que la economía pueda mostrar indicios de recuperación luego del derrumbe que generó la combinación de la recesión y la pandemia.

Para hacer cualquier cambio en el calendario electoral, el Frente de Todos necesita del apoyo de parte de Juntos por el Cambio, porque el oficialismo no tiene los votos suficientes en la Cámara de Diputados para hacer esa modificación, que requiere, como todas las leyes referidas a las elecciones, la mitad más uno de las manos levantadas.

A pesar de que en público siguen oponiéndose, entre los principales jefes de Juntos por el Cambio ya hay un principio de acuerdo para aceptar al menos un retraso de las PASO y de las elecciones generales. Eso piensa el porteño Horacio Rodríguez Larreta y también otros dirigentes enfrentados a la Casa Rosada con mayor apasionamiento. No ocurre lo mismo con la idea original que impulsó el Gobierno, que proponía eliminar las PASO de este turno electoral. En ese caso, los "duros" alineados con Mauricio Macri ya advirtieron que es una proposición inaceptable y esa intransigencia ordenó a todos los miembros de la mesa de conducción.

¿Qué dirá la oposición sobre esta nueva idea que empezó a hacer circular el Presidente? Cerca del gobernador radical Gerardo Morales, que ya manifestó públicamente su acuerdo con retrasar las PASO, dijo  que la propuesta de volver optativas las internas les parecía "fantástica". Eso no alcanza para predecir el comportamiento del resto de los jefes opositores, pero sí brinda un indicio sobre qué camino tomará el oficialismo para hacer avanzar la propuesta: lo hablará primero con los gobernadores de la Unión Cívica Radical.