A tono con sus compañeros, Facundo Campazzo venía teniendo una noche discreta este domingo. Hasta que Denver Nuggets se vio en el fino hilo entre la derrota y una remontada fuera de la lógica. Fue tiempo de brillar en la NBA.

Denver no pudo revertir el resultado y dejó Atlanta con una derrota por 123 a 115 frente a los Hawks. Pero esa arremetida final le valió al argentino un nuevo récord de puntos: metió 16 tantos. Once de ellos llegaron en un cierre espectacular: tres triples y dos libres en los últimos dos minutos de juego.

El cordobés acertó 4 de 7 en tiros de campo (todos intentos de tres unidades) y tuvo efectividad perfecta desde la línea de libres (4 de 4). Hilvanó así el quinto encuentro consecutivo con 10 o más tantos.

También dio dos asistencias y tomó un rebote, además de cometer una pérdida y cinco faltas personales, en 26 minutos de acción.

Su anterior mejor marca había sido frente a Boston Celtics y ante Los Angeles Lakers, el 15 y 16 de febrero, con 15 puntos en cada partido.

El argentino jugó los últimos 4m50s del cuarto inicial, en el que le dio un lindo pase a Bol Bol y los Nuggets se fueron 33 a 27 arriba. Sin embargo, todo estaba por cambiar.
El segundo cuarto fue el momento de quiebre. Con Campazzo todavía en la cancha, Atlanta logró un parcial de 10-0 y pasó al frente. Will Barton cortó esa racha, pero los Hawks mantuvieron su nivel y despegaron: 64 a 56 al término de los primeros 24 minutos.

El goleo repartido entre Young (11 tantos hasta ese momento), Kevin Huerter (9), Clint Capela y Cam Reddish (8) fue decisivo para que Atlanta diera un paso firme hacia la victoria. En cambio, los Nuggets padecieron la sequía de Nikola Jokic (apenas 3 puntos en la primera mitad).

El gigante serbio pareció desperezarse en el período siguiente. Repartió asistencias y también aumentó su cuenta personal de puntos. Pero entonces fue Murray, su mejor jugador hasta entonces, el que se apagó.

Mike Malone buscó en la banca el ímpetu que apuntalara a Jokic. En medio de la desorientación colectiva, tampoco Campazzo encontraba su rumbo. Sin contemplaciones, Atlanta aprovechó y sacó una diferencia máxima de 22 puntos.

Por sus propias distracciones y debilidades, los Nuggets se encontraron con un desafío muy duro al iniciarse el último cuarto: remontar la desventaja de 76-93. Lo intentaron. Por fin, sus figuras entraron en ritmo. Jokic llegó a su habitual doble-doble y Murray encestó 16 puntos en ese tramo (tenía 14 al comenzar el período).

Al serbio y al canadiense se sumó Campazzo. El entrenador apostó a su intensidad para dar vuelta la situación. Y el argentino respondió con su mejor nivel.

Participó activamente de la rotación de balón y se mostró implacable en los lanzamientos libres. Las cinco faltas personales con las que terminó el partido --a una del límite-- fueron la otra cara de su juego incansable. El cierre fue espectacular, con tres triples en dos minutos para alimentar la última ilusión de los Nuggets.

Los 16 puntos de esta noche lo dejaron como segundo mejor anotador del equipo, solo por detrás de Jamal Murray (30 unidades). Nikola Jokic acabó con 15 (además de 10 rebotes), al igual que Will Barton y Monte Morris. Trae Young terminó como el máximo goleador del partido, gracias a sus 35 tantos en el vencedor.

Los Nuggets marchan séptimos (16 triunfos y 14 derrotas) en la Conferencia Oeste de la NBA y enfrentarán a Portland Trail Blazers el martes a la medianoche. En tanto, Atlanta se posiciona undécimo en el Este (13-17).