Transitando el embarazo de su segundo hijo, Meghan Markle y el príncipe Harry esperan el nacimiento de la niña para el próximo verano europeo que se aproxima. La pareja quiere que la llegada de la niña se realice en el hogar rodeado del equipo médico que es exclusivamente femenino.
Markle quiere evitar el asedio de los paparazzi al momento de dar a luz, tal como sucedió con el nacimiento de Archie y por este motivo tomaron la decisión de que nazca en el hogar que comparten en Montecito, en California.

Cuando Meghan estaba embarazada del primogénito, también quisieron que nazca en la casa pero ante la advertencia de los médicos ante una eventual complicación, la pareja aceptó el consejo médico y el niño nació en el Hospital Privado Portland de Londres, dado que se retrasaba la fecha de nacimiento y corría peligro la vida de ambos. Finalmente el pequeño nació el 6 de mayo de 2019.
Sin embargo, ahora, están muy cerca del Cottage Hospital de Santa Barbara y aunque creen que todo va a salir bien, de haber algún inconveniente, tienen el centro asistencial muy cerca de la casa y es uno de los más prestigiosos del país del norte., al que podrían llegar en pocos instantes.
Los duques de Sussex que hace pocas semanas brindaron una entrevista a Oprah Winfrey, le confiaron a la periodista que esperan una niña, además de otras intimidades que sacaron a la luz y que corrieron como reguero de pólvora en la corona inglesa.

Se sabe que, al alejarse de los deberes reales, la niña por nacer no tendrá tratamiento de Alteza Real como sí lo tuvo su hermano quien al momento de nacer, Meghan y Harry, todavía pertenecían a la corona y éste nació en Frogmore Cottage, la vivienda que habitaba la pareja y que estaba emplazada en los terrenos de los Windsor.

Meghan Markle y el príncipe Harry: cómo es su casa de California
Tras su decisión de alejarse de sus deberes reales, Meghan Markle y el príncipe Harry dejaron Frogmore Cottage, su residencia compuesta de cinco zonas separadas ubicada muy cerca del Castillo de Windsor, para mudarse a California. 

La nueva mansión de los duques de Sussex está en el condado de Santa Bárbara, en una exclusiva zona llamada Montecito, y según medios internacionales, les costó casi 15 millones de dólares.