POLITICA
20 de marzo de 2015
Los pibes militantes pesarán en definición de CFK
Así quiere que sea la presidenta. Puja de nombres. Kunkel, juega a dos puntas, por si no llegan con el Kirchnerismo.
"Los pibes y los patios militantes", pesarán mucho en la campaña electoral del kirchnerismo. Así lo decidió la presidente Cristina Fernández. Bajo la premisa de interpelar e imponer al candidato -sea uno más ortodoxo K u otro peronista con matices liberales moderados, según la caracterización de Carlos Kunkel- , para seguir con "las transformaciones" iniciadas por Néstor Kirchner el 25 de mayo del 2003.
Paladar negro por antonomasia del estilo y contenido del "proyecto", Kunkel avisó que los postulantes (los que tienen más chances hoy son Florencio Randazzo y Daniel Scioli) no deberían hablar mal uno del otro. Y preocuparse, en cambio, por recibir a los decepcionados de Sergio Massa, cuyas acciones en su criterio, "se cayeron porque se quedó sin agua en la pileta y sin fondos del círculo rojo".
En paralelo a esta proyección, que "Río Negro" delineó en su edición del miércoles, uno de los referentes de "La Cámpora", José Ottavis, hizo saber que a la organización que le da "energía" a Cristina le gustaría que se anoten para la sucesión "Máximo (Kirchner), o Wado (de Pedro), el Cuervo (Larroque) o Axel (Kicillof), porque estamos orgullosos de esta generación", expresó .
Vaticinó Ottavis, quizá quiméricamente, que las PASO de agosto serán para el Frente para la Victoria "muy fácil de votar, porqué -argumentó- hay que votar al que más se parezca a Cristina, al que sea más leal a Cristina y el que piense más parecido a Cristina".
Casi coincidentemente, fue Kicillof quien recogió el guante. El ministro que pelea contra los "fondos buitres" y es elogiado tanto por Scioli como por Randazzo, dijo que los economistas de la oposición asustan con que el kirchnerismo prepara dejarle "una bomba", como pretexto para justificar futuros "ajustes y bajas de salarios".
Enseguida, montado en la disputa que se avecina, afirmó que "nunca armaríamos una bomba para que explote, pues estamos pensando en quedarnos, no en irnos".
En sus unidades básicas, los camporistas discuten las alternativas que les plantea el convulsionado escenario político, ante la consolidación del acuerdo entre Mauricio Macri, la UCR y la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
Insinúan nombres propios, pero admiten que Scioli y Randazzo llevan varios cuerpos de ventaja. Tratarán igual de ser "protagonistas" y no limitarse al "reparto de boletas". El "cuervo" Larroque uno de los más duros, en contraposición con el dialoguista De Pedro, también hace gala de pragmatismo peronista: "hay que moverse en función de los resultados, como Bilardo", recita. Arnaldo Paganetti
Agencia Buenos Aires
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