Los precios del trigo subieron hoy un 3,7% en la Bolsa de Chicago y un 4,5% en Kansas, los dos mercados referentes para los precios internacionales del cereal, como consecuencia de la previsión de una menor oferta mundial en la campaña 2021/2022 por las caídas que se estiman en las cosechas de Rusia, Estados Unidos y de Canadá, los tres principales proveedores del grano fino.

Al término de las operaciones, la posición septiembre del trigo en Chicago y en Kansas aumentó US$9,47 y 11,11, en tanto que su ajuste resultó de 268,05 y de 258,49 dólares por tonelada, respectivamente. Pero la nueva corriente alcista del cereal se inició tras el cierre de la rueda del viernes 9 del mes pasado. El contrato citado acumula una ganancia del 18,6 y del 18,4% en las plazas estadounidenses respecto de los 225,97 y de los 218,26 dólares vigentes entonces.

Ocurre que el lunes posterior a esa fecha el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) recortó de 51,66 a 47,52 millones de toneladas su estimación sobre el volumen de la producción estadounidense de trigo 2021/2022, en un movimiento de una magnitud inesperada por el mercado, que no solo impactó sobre la expectativa de exportaciones, que fueron ajustadas de 24,49 a 23,81 millones de toneladas, sino que tuvo su correlato más importante sobre las existencias finales, que descendieron de 20,95 a 18,09 millones de toneladas. En ese informe mensual el organismo también redujo su cálculo para las cosechas de Rusia, de 86 a 85 millones de toneladas, y de Canadá, de 32 a 31,50 millones de toneladas.

En ese estado de situación, y con la oferta de EE.UU. y de Canadá que todavía podría descender más por la sequía que afectó las zonas productoras de primavera desde el inicio de las siembras y hasta estos días, en los que se inició la recolección, hoy el movimiento alcista de los precios tuvo su epicentro en Rusia, donde la consultora SovEcon redujo su estimación sobre el volumen de cosecha de trigo del primer exportador mundial de 82,30 a 76,40 millones de toneladas.

Dicho ajuste fue producto de una corrección importante que hizo el Ministerio de Agricultura ruso sobre el área sembrada con trigos de invierno y del tiempo seco que está afectando a los cultivos de primavera, cuyos rindes ya se prevén inferiores a los pronosticados pocas semanas atrás.

Exportaciones rusas bajo revisión
La semana pasada SovEcon había ajustado de 38,40 a 37,10 millones de toneladas su proyección sobre las exportaciones de trigo ruso en el ciclo comercial 2021/2022 –se inició el 1º de julio–, por las perspectivas desalentadoras de la cosecha y por los efectos del arancel flotante que el Estado cobra a las ventas externas del cereal. Sin embargo, ahora esa cifra prevista ya está otra vez bajo revisión.

“Hoy, 37 millones de toneladas ya parece demasiado optimista, bajo estas nuevas condiciones diría que las exportaciones rusas deberían oscilar de 33 a 34 millones de toneladas, frente a los 37,50 millones despachados en la campaña 2020/2021. Esta retracción sería tanto por la menor oferta como por el impacto negativo del impuesto a la exportación sobre las decisiones de venta de los productores”, dijo desde Moscú Andrey Sizov, director General de SovEcon.

Sobre este último punto, y la decisión de muchos agricultores de diferir sus ventas, el especialista explicó que los productores siguen esperanzados en que el gobierno quitará el arancel –desde el 2 de junio último es flotante y se modifica cada semana– en un período corto de tiempo. “Esto ocurre pese a que el gobierno le advirtió la semana pasada al sector agropecuario que no debe esperar que se levante el impuesto a la exportación. Tanto es así que el presupuesto federal para 2022 que se está redactando incluye los ingresos generados por el impuesto a la exportación”, aseguró Sizov.

En cuanto al panorama para el mercado mundial de trigo en la campaña que se inició en el hemisferio norte el entrevistado destacó como los fundamentos alcistas que influyen sobre el mercado los problemas con el trigo de primavera en Estados Unidos y en Canadá; la desmejora en las perspectivas rusas por lo señalado anteriormente (menor cosecha y exportaciones ralentizadas por el arancel); la posibilidad de que China acentúe su posición como importador de trigo, y algunos inconvenientes –sobre todo por las heladas– en Brasil, que mantendrán elevadas sus necesidades de importación en un ciclo que había comenzado con la expectativa de obtener una producción récord.

Los factores que podrían atenuar la firmeza de los precios en el mercado de trigo son una cosecha que apunta a ser récord en Ucrania, recientemente estimada por SovEcon en 30,30 millones de toneladas; una producción abundante en Rumania, y buenas perspectivas –aunque todavía muy tempranas– para la cosecha de Australia.

“A diferencia de lo visto durante la campaña 2020/2021, donde el trigo acompañó los movimientos del maíz, parece que este año el trigo hará su propio camino”, señaló Sizov y añadió que será importante seguir de cerca lo que suceda en Canadá, donde las pérdidas podrían ser muy importantes. “Es muy probable que veamos precios más altos para el trigo en las próximas semanas”, auguró.

En cuanto a la demanda, el analista no prevé grandes cambios, más allá de la expectativa por ver un importante volumen de compras chinas. “Tal vez pueda darse algo de racionamiento si los precios del trigo suben más allá de las expectativas de los compradores y si su relación con el maíz hace más atractivo al grano grueso como sustituto forrajero”, concluyó Sizov.

El mercado de trigo marcará otro hito el jueves 12 del actual, cuando el USDA publique su nuevo informe con las estimaciones sobre oferta y demanda de granos en el nivel mundial. Se prevé que allí el organismo sincere su expectativa sobre la producción y sobre el volumen de las exportaciones de Rusia, desde los 85 y los 40 millones de toneladas del reporte de julio, respectivamente. También podría volver a ajustar las cifras calculadas para Estados Unidos y para Canadá, por el mal estado en el que se encuentran los cultivos de primavera.

Cabe agregar que Statistics Canada –agencia del gobierno canadiense– recién hará su proyección sobre el volumen de la cosecha a fines del presente mes. En su reporte de julio el organismo advirtió que el trigo cubrió 9,47 millones de hectáreas, un 6,5% menos que el año pasado.

Impacto local
Las subas externas del trigo tuvieron su correlato en el mercado doméstico, donde las ofertas de los exportadores por el trigo de la próxima cosecha crecieron de 210 a 215 dólares por tonelada para las entregas entre noviembre y enero sobre el Gran Rosario, con algunos compradores dispuestos a elevar la propuesta hasta los 220 dólares según el volumen del lote.

Las mejoras para el trigo con descarga en enero sobre Bahía Blanca y sobre Necochea fueron de 210 a 220 y de 205 a 215 dólares por tonelada, respectivamente.

También se reflejaron las subas en las pizarras del Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones diciembre y enero de trigo sumaron US$7, al pasar de 210 a 217 y de 212 a 219 dólares por tonelada.