31 de marzo de 2015
Guerra de promesas: cómo alivianará la carga del Impuesto a las Ganancias cada candidato a Presidente
Los políticos que pelearán en las próximas elecciones ya dieron algunas señales de los cambios que realizarán en el impuestos, si son elegidos. Qué se puede esperar de Mauricio Macri, Sergio Massa y Daniel Scioli. La importancia de un tributo que cada vez es más relevante en la recaudación total
A poco más de medio año de las elecciones que definirán quién será el reemplazante de Cristina Kirchner, arrancó con todo la "guerra de promesas" de los precandidatos presidenciales.
Aquello que comenzó tibiamente al inicio de este año -con anuncios sin mayores precisiones- tomó un giro con las recientes declaraciones del actual jefe de Gobierno porteño y líder del PRO, Mauricio Macri, que garantizó que eliminará el cepo cambiario el primer día al frente de la Casa Rosada.
Estos comentarios motivaron que el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, saliera al cruce y pusiera en duda la posibilidad de llevar adelante una medida de ese talante en tan poco tiempo.
Por el contrario, advirtió que lo ideal es realizar las cosas de manera gradual. Incluso, reafirmó su posición de ser el continuador del Gobierno kirchnerista al señalar que el Ejecutivo "viene demostrando cómo se van normalizando algunas situaciones sin tener que estar en campaña en un año político".
El mismo camino seguiría el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, respecto al cepo, aunque con la certeza de que se pueden levantar las restricciones en 100 días.
Más allá del mercado cambiario, también existen otras variables que preocupan al electorado que los precandidatos planean captar, como la inflación, los beneficios sociales o el empleo.
No obstante, existe un tema que hace rato que está en la agenda de la gente y sobre el cual ya hubo algunas señales de los políticos de varios sectores respecto a qué realizarán: el alivio en el Impuesto a las Ganancias.
Si bien hubo algunos cambios en las propuestas originales, los candidatos opositores coincidieron en la necesidad de reducir la presión impositiva que recae sobre los bolsillos de los empleados en relación de dependencia.
La gran duda se genera si el candidato del Frente para la Victoria termina siendo Scioli, ya que no realizó ningún comentario sobre el tema, aunque su postura seguramente será la de defender la posición oficial de no realizar cambio alguno.
Las modificaciones que planean los opositores
Massa es, de los tres precandidatos a Presidente, el más activo respecto a la necesidad de un cambio en el gravamen -que, según el mismo ministro de Economía, Axel Kicillof, hace que unos 11 millones de dependientes paguen el tributo-.
Ya desde su candidatura a diputado en 2013, el ex intendente de Tigre reclamó el ajuste inminente del denominado mínimo no imponible de Ganancias y hasta presentó -a través de sus aliados- un proyecto de ley para introducir reformas.
En aquel momento, le sirvió para hacerse un lugar en el Congreso. En abril pasado, y ante la negativa del Ejecutivo, elevó una nueva iniciativa en la que apuntaba a liberar a aquellos empleados con sueldos inferiores a $19.590 brutos.
Al mismo tiempo, la propuesta determinó un piso de $12.164 para los dependientes solteros y de $17.615 para los casados con dos hijos. Además, incluía un ajuste automático de las deducciones y cargas de familia en base a un coeficiente de variación salarial (RIPTE).
Los números no parecen acompañarlo en las últimas encuestas. Este, tal vez, fue el motivo por el cual salió a redoblar su apuesta. Tal es así, que el martes afirmó que "a partir de diciembre los trabajadores no pagarán más Impuesto a las Ganancias".
Incluso, en su afán por estar presente en las redes sociales, terminó confundiendo los términos y reclamó al Gobierno a través de su cuenta de Twitter "la baja del mínimo no imponible", algo que invitó al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, a chicanearlo.
"Estás haciendo pis fuera del recipiente. Si baja el mínimo no imponible aumenta el universo de personas que paga el impuesto", fueron las palabras del funcionario kirchnerista.
Por su parte, y no muy alejado de la idea de reducir la presión que ejerce el gravamen sobre los ingresos de los empleados, Macri también tiene planeado elevar los valores de las deducciones y cargas de familia.
Al menos así lo manifestó públicamente cuando aseguró que "no va a haber más Impuesto a las Ganancias para los trabajadores", al tiempo que aclaró que este tributo "lo va a tener que pagar la gente que más plata gana".
"No puede ser que se haya transformado en un tributo que lo paga cualquier empleado, producto de la inflación", puntualizó el Jefe de Gobierno.
"Lo vamos a cambiar el primer día, porque eso deviene de la estafa que es la inflación: hoy cobramos un montón de billetes de 100 pesos que valen muchísimo menos que hace diez años, entonces no te pueden cobrar Ganancias porque hoy los salarios tienen menor capacidad adquisitiva", explicó.
En el mismo sentido, señaló que "la inflación es el impuesto más perverso que un gobierno le puede cobrar a su gente, porque es un monstruo que crece y devora a todos, primero a los que menos tienen".
En tanto, existe una propuesta del PRO en el Congreso, que fue presentada por Federico Pinedo y Federico Sturzenegger, y que pretende aumentar considerablemente el piso en Ganancias.
En concreto, establece un incremento del 56% de las deducciones y cargas de familia, que dejaría el mínimo no imponible en $10.824 para empleados solteros y $14.971 para los casados con dos hijos.
Asimismo, la iniciativa apunta a descontar los intereses que se pagan por créditos hipotecarios (con un tope de $200.000) y propone una actualización automática cada seis meses, también en base al RIPTE.
Scioli: entre la espada y la pared
El precandidato que no la tiene tan fácil es Scioli. Ocurre que, en su afán de mostrarse como la continuidad del kirchnerismo en el Gobierno, no puede salir a criticar la posición tomada por Cristina.
No obstante, es claro que alguna modificación deberá introducir. Es que, tal como diera cuenta iProfesional en varias ocasiones, la última reforma importante tuvo un efecto de muy corto plazo.
Ya en 2014 se generaron un sinnúmero de desigualdades, tales como el hecho de que algunos dependientes paguen y otros no lo hagan pese a tener iguales ingresos. La clave para entender esta situación radica en el decreto 1242.
El mismo determina quién debe afrontar el gravamen en base a los ingresos percibidos entre enero y agosto de 2013. Atar la condición de "contribuyente" a un determinado período, hizo que algunos sigan disfrutando de la exención pese a recibir generosos incrementos, mientras otros carguen con la cruz del impuesto aún cuando cobran menos que los beneficiados.
No sólo eso. De persistir esta posición, la situación podría ir empeorando. Con los próximos aumentos, muchos jefes ganarán menos que sus subordinados por culpa de Ganancias, generando una suerte de "solapamiento impositivo".
Asimismo, se dará el caso de una gran cantidad de empleados "primerizos" que quedarán en la órbita del gravamen. Esto es así porque la remuneración que hay que tener en cuenta como base (en caso de no haber recibido sueldos entre enero y agosto de 2013) es la primera. Y, debido a la inflación que empujó los incrementos salariales, cada vez es más fácil llegar a los $15.000 brutos.
Sin embargo -y más allá de la realidad de un impuesto que necesita ser ajustado-, la situación del actual gobernador bonaerense se complica un poco más, si se tiene en cuenta que hace apenas unos días recibió el apoyo de la CGT oficialista que conduce el metalúrgico Antonio Caló.
Es que el gremialista es, pese a su acercamiento con el Gobierno, uno de los que reclaman con mayor insistencia el aumento en el gravamen. Y, si el sindicato apoya la candidatura, probablemente también solicitará un guiño en este sentido, si Scioli se pone la banda presidencial.
Ganancias, un impuesto cada vez más importante
Más allá de las promesas que puedan realizarse en estos días, lo que no debería quedar fuera del análisis de los futuros candidatos a Presidente es la creciente importancia que tiene Ganancias en la recaudación total.
Esto no es un dato menor, si se tiene en cuenta que el impuesto terminó posicionándose como uno de los más importantes en la masa de ingresos fiscales. En efecto, mientras que los fondos crecieron en 2014 a un ritmo del 36%, el gravamen subió un 45 por ciento.
De esta manera, se transformó en el único gran tributo -junto con las retenciones a las exportaciones, que son menos importantes en volumen- que trepó a una velocidad incluso mayor que la inflación.
Esto explica en gran parte el motivo por el cual a Cristina no le agrada la idea de introducir un cambio. Más, si se tiene en cuenta que desde 2009 hasta el año pasado su "peso" se incrementó nada menos que en 4,6 puntos porcentuales en el total recaudado.
La propia Presidenta, al anunciar en diciembre pasado el alivio del medio aguinaldo para quienes tributan, recurrió a los números de la recaudación impositiva para justificar que, sin Ganancias, ocurriría un verdadero colapso en el financiamiento de varios rubros del gasto del Estado, incluyendo los programas de asistencia social.
Durante los dos primeros meses del año también tuvo un papel fundamental. Mientras que en enero representó un 22% del total recaudado, en febrero ese porcentaje se incrementó a un 23,6 por ciento.
Por este motivo, los candidatos deberán considerar una fuente alternativa de ingresos si es que quieren aliviar los bolsillos de los asalariados sin aumentar aún más el rojo fiscal.
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