MUNDO
6 de septiembre de 2021
Líder de la resistencia a los talibanes dijo estar dispuesto a negociar
Panjshir se enfrenta a grandes dificultades.
Lo hizo luego de que los fundamentalistas anunciarán avances en la provincia de Panjshir, la única que no está bajo su control.
El Frente de Resistencia Nacional de Afganistán, que agrupa a las fuerzas opositoras en la región, anuncia que está dispuesto a negociar con el régimen talibán, luego de que distritos circundantes quedaran dominados por los extremistas. El anuncio se presenta tras varias horas de un cruce de información entre las dos partes sobre la presunta caída del último bastión en resistirse al control talibán. Se cumplen tres semanas desde que el movimiento islamista retomó el país, sin formar un Gobierno.
Los combates entre los talibanes y los militantes del Frente de Resistencia Nacional de Afganistán parecen estar cerca de llegar a su fin.
Al tiempo que los talibanes informaron de notorios avances de sus tropas en la provincia de Panjshir, la única del país que no está bajo su control, ubicada al noreste de Kabul, el líder rebelde Ahmad Massoud dijo estar dispuesto a negociar.
La provincia de Panjshir, un valle de imponentes montañas donde no ha pisado ninguna fuerza invasora en más de 40 años, parece rendirse ante el nuevo régimen del Talibán.
La región, a 150 kilómetros al noreste de Kabul, capital de Afganistán, también ha resistido contra el asedio de los extremistas en las últimas semanas.
Sin embargo, este domingo, y ante el acercamiento de los talibanes, Ahmad Massoud anunció en la página de Facebook de su grupo que está listo para negociar con el régimen islamista.
Dijo que acogía las propuestas de los eruditos religiosos para un acuerdo negociado para poner fin a los combates.
"El NRF en principio acuerda resolver los problemas actuales y poner fin de inmediato a los combates y continuar las negociaciones (…) Para alcanzar una paz duradera, el NRF está listo para dejar de luchar con la condición de que los talibanes también detengan sus ataques y movimientos militares en Panjshir y Andarab", dijo, refiriéndose a un distrito en la provincia vecina de Baghlan.
El anuncio se produjo tras horas de información confusa con relación a la presunta caída de Panjshir.
El portavoz talibán, Bilal Karimi señaló que la sede de la Policía y el centro del distrito de Rukhah, adyacente a la capital provincial, Bazarak, habían caído y las fuerzas de oposición habían sufrido numerosas bajas, con un gran número de prisioneros, vehículos, armas y municiones supuestamente ahora en sus manos.
Miembros del Frente de Resistencia Nacional observan desde una colina en el valle de Panjshir, Afganistán. Imagen fija obtenida de un video sin fecha. © Frente de Resistencia Nacional/Vía Reuters
Pero, horas antes, Fahim Dashti, vocero de El Frente de Resistencia Nacional de Afganistán, NRFA, que agrupa a las fuerzas opositoras en la región, indicó que el distrito de Parian, en el extremo noreste de Panjshir y que los talibanes aseguraron previamente que habían tomado, fue liberado.
Dashti agregó que hasta 1.000 talibanes, incluidos paquistaníes y otros extranjeros, fueron bloqueados y capturados. Pero esa información no pudo ser corroborada de manera independiente.
"Las fuerzas de resistencia están listas para continuar su defensa contra cualquier forma de agresión", había señalado hasta las primeras horas del domingo.
Entretanto, Ahmad Massoud, líder del NRFA, se había comprometido a seguir resistiendo a la ofensiva y ha pedido apoyo internacional. Incluso Massoud indicó que cientos de combatientes talibanes se habían rendido ante sus fuerzas, que incluyen exmiembros del Ejército afgano y unidades de fuerzas especiales, así como milicianos locales.
Una resistencia prolongada
Panjshir, una zona todavía plagada de restos de los tanques soviéticos destruidos, ha resultado muy difícil de superar en el pasado. Bajo el mando del difunto padre de Massoud, Ahmad Shah Massoud, resistió tanto al Ejército soviético invasor como al anterior régimen talibán, entre 1996 y 2001, año de la ocupación estadounidense.
Los combates de Panjshir han vuelto a ser el ejemplo más destacado de resistencia a los talibanes, cuyos militantes tomaron a la fuerza Kabul y casi todo el país el pasado 15 de agosto. El entonces Gobierno del presidente Ashraf Ghani, respaldado por Occidente, colapsó y el mandatario huyó del país.
Archivo-Ahmad Massoud, hijo del asesinado líder del Frente de Resistencia Nacional, Ahmad Shah Massoud, habla con sus seguidores en Bazarak, provincia de Panjshir, Afganistán, el 5 de septiembre de 2019. © Reuters/Mohammad Ismail/
No obstante, el sábado la formación islamista sostuvo que ya habían capturado cuatro de los ocho distritos de la provincia y que estaban cerca de tomar el quinto.
Como parte de su ofensiva, el grupo islamista radical ha cortado los servicios de telefonía móvil e Internet, así como todas las rutas de suministro a la provincia, para tratar de agilizar su rendición.
Panjshir se enfrenta a grandes dificultades. Los combatientes opositores no disponen de información exacta del avance de los radicales, según explicó a EFE un miembro de la resistencia afgana que habló en condición de anonimato.
Además, hay preocupación por la situación humanitaria que podría desencadenarse en la zona.
Los talibanes cumplen tres semanas de volver al poder sin formar aún un gobierno
Este domingo, el grupo fundamentalista cumplió tres semanas de regresar al poder en medio de la incertidumbre y el temor de miles de personas que han intentado salir del país, incluidos cientos de afganos residentes en Estados Unidos que quedaron atrapados.
Aunque los talibanes siguieron dominando en varias áreas del país, especialmente rurales, en los 20 años de ocupación de las fuerzas extranjeras, han vuelto al poder con un afán de mostrarse como un Gobierno legítimo.
Incluso, con promesas de respeto a los derechos de las mujeres y niñas, las principales víctimas de las vejaciones durante el anterior periodo del régimen radical, por lo que muchos reciben sus palabras con escepticismo.
También han anunciado la formación de un Gobierno, pero tres semanas después aún no lo ha hecho. "Los preparativos para el anuncio del nuevo Gobierno y gabinete están en marcha", declaró en las últimas horas el subjefe de la comisión cultural de los talibanes, Ahmadullah Wasiq, a través de su cuenta de Twitter.
A la espera de la formación de un nuevo Ejecutivo, en el que los talibanes garantizaron que será "inclusivo" y en el que todas las etnias y tribus del país estarán representadas, el país trata de volver tímidamente a la normalidad.
El 4 de septiembre se reanudaron los vuelos nacionales y anunció la reapertura de Shahzada, la bolsa de valores más grande del país.
Pero aún quedan serias dudas sobre qué dirección tomará su nuevo régimen en el terreno, independientemente de las palabras. Dados sus antecedentes, las amenazas al respeto por los derechos humanos son latentes.
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