El domingo por la tarde, la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS) informó que a partir del 1° de enero los prestadores de salud cobrarán un copago de 9% del valor de cada prestación médica a los pacientes de empresas de Medicina Prepaga y Obras Sociales. Si bien desde el Gobierno informaron que pueden hacerlo, convocaron a una reunión para tratar de evitarlo o, al menos, morigerar el impacto.

Los prestadores de salud invocan el aumento de los costos operativos y la cobertura de nuevos tratamientos con ingresos regulados y atrasados respecto a la inflación, lo que genera un desfasaje que pone en jaque a todo el sistema. En ese sentido, indicaron que la situación "se agrava año tras año y obliga a tomar estas decisiones" por no poder afrontar los costos de las prestaciones médicas.

Al respecto se expresó hoy la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, quien en un diálogo radial afirmó que la FAPS está habilitada a aplicar el copago, por lo que no pueden evitarlo, pero que intentarán minimizar el impacto en el bolsillo de los pacientes.
"No hace falta autorizar el copago por lo que dice la ley. Lo que estamos tratando de hacer es sentarnos para minimizar el impacto", informó Vizzotti, quien acto seguido confirmó que intentarán reunirse con las autoridades.

“Hablé esta mañana con el superintendente de servicios de la Salud y le pedí que arme una reunión este mediodía para abordar el tema y evitar que el impacto de esto llegue a la gente”, adelantó la ministra de Salud.