La Asociación de Industriales Panaderos confirmó una nueva suba del pan que, lejos de los Precios Justos, será de 12% y se suma a un incremento similar concretado durante abril. Así, entre marzo y abril, el pan tuvo un aumento “oficial” del 25%; lo que se condice con los ajustes de la harina subsidiada y del trigo debido a las sequía.

Aunque hay diferencias de precios en las distintas panaderías, la Asociación estableció como referencia el kilo de pan a $630, mientras que la docena de tortitas quedaría cerca de los $1.080, a razón de $90 por unidad, y las facturas comunes en $1.560 las doce unidades. Se trata del precio final, ya que a los valores difundidos oficialmente, hay que sumarle el 21% del IVA.

Aunque hay lugares que ya tienen esos precios (y hasta superiores) desde hace algunas semanas, otros intentan aplacar las subas, ya que el impacto en la baja de ventas es casi directo. En este contexto, declaraciones del presidente de la Asociación de Panaderos hicieron hincapié en que estos aumentos ponen en riesgo a los pequeños y medianos comerciantes.

En un contexto de sequía y de menor cosecha, el trigo subió de precio y se autorizó un aumento del 6% en este producto para el fideicomiso de la harina subsidiada. El incremento del 12% autorizado. “En realidad, todas las semanas hay un aumento: las levaduras, la grasa y, ni hablar, la harina”, contó Mario López quien vende comida y hasta hace poco elaboraba pan.

Tanto en su experiencia como en la de otros comerciantes del rubro, las personas restringen su compra, debido a que los bolsillos están flacos. “Si llevás un kilo y medio ya sobrepasás los $1000 y eso no lo podés sostener todos los días”, subrayó el pandero de  PanPan y agregó que, cada vez más, la gente compra por plata y lleva menos: “piden $200”, por ejemplo.
Estrategias de ahorro
Del otro lado, los consumidores realizan diversas estrategias para que haya pan en casa. Hay que tener en cuenta que, más allá del precio actual, se trata de un insumo noble, en comparación con sustitutos procesados como las galletas comunes o dulces.

En líneas generales, la primera medida es retraer el consumo o buscar alternativas o más económicas o más duraderas. Una opción son las mencionadas galletas de agua, cuando están de oferta ya que, de lo contrario, hay que pensar en gastar más de $200 por un paquete de 200 o 250 gramos. Aquí una opción son las galletas sueltas que pueden equiparar el valor del pan por kilo.

Otra opción es buscar panaderías más económicas y, cada vez más, alternativas caseras en ferias populares o municipales en donde los precios siempre son más baratos. En este contexto, no es conveniente el pan envasado -con valores de más del doble que el de las panaderías- pero sí la del pan que se vende congelado en muchos supermercados.

En la misma línea, adelantar las compras y frizar el pan es otra manera de hacerlo rendir más y de ahorrar. Animarse a hacer el pan casero es otra alternativa de ahorro, ya que se puede abaratar hasta la mitad. En productos similares al pan que vienen envasados pero para preparar como pizas, scones o chipás, la diferencia de precio también es muy conveniente.