Con la pandemia, los vuelos privados tuvieron una explosión de demanda, pero una vez finalizada la crisis sanitaria, se convirtieron en una alternativa para hacer turismo de un segmento alto de la sociedad. Hoy, en pleno boom de viajes por las vacaciones de invierno, la demanda de chárteres va en aumento y llega a niveles históricos.

La posibilidad de elegir destinos donde no llegan las aerolíneas comerciales, esquivar las largas colas de embarques y evitar las demoras en la recepción del equipaje hace que estos viajes resulten más placenteros y convenientes. Muchos ejecutivos, que inicialmente probaron el servicio en el ámbito laboral, decidieron trasladarlo a su vida personal.

“Es notorio ya que al conocer más acerca de los beneficios que ofrece un charter privado, cada vez son más los que optan por este servicio para realizar una escapada de fin de semana en familia, sobre todo en vacaciones de invierno”, remarcó Jonatan Gerk, Gerente General de Dos Mil Aerosistema, una empresa que especializada no solo en vuelos privados sino también en vuelos sanitarios y transporte de carga en toda la región.

En estos días de receso escolar y descanso, un informe elaborado por la compañía determinó que los cinco destinos más elegidos en Argentina son Calafate, Bariloche, Mendoza, Iguazú, Salta. Mientras que los destinos más solicitados en la región son la conexión entre Buenos Aires, Santiago de Chile, Punta del Este, Santiago, Asunción, Lima y las principales ciudades Brasil.

Cómo es la experiencia de viajar en vuelos privados
Las aeronaves que normalmente se utilizan tienen capacidad de entre 7 y 19 pasajeros. “En ocasiones suelen viajar a un mismo destino diferentes grupos de familias o empresarios que suelen utilizar la misma aeronave para abaratar costos”, ejemplificó.

Los valores de los chárteres privados de 19 pasajeros dentro de la Argentina oscila entre USD 10.900 y USD 12.500 total (entre USD 500 y USD 600 por persona), mientras que para viajar a otros países de Latinoamérica cuesta entre USD 14.700 y USD 26.300.

“El costo aplica al servicio completo del avión, excepcionalmente se cobra por asiento cuando empresas de turismo ligadas a nuestro servicio se ocupan de venderlo de esta manera”, aseguró Gerk, quien negó que haya una suba de precios en temporada alta; como si sucede con las aerolíneas comerciales.

Con respecto a las distancias que se puede cubrir con un vuelo privado, los aviones - tipo Metroliner o Leajets 35 – tienen una autonomía de entre tres, y tres horas y media.  Para vuelos regionales que demandan más tiempo se requiere hacer una parada técnica para cargar combustible.
En los viajes, se ofrece un servicio a bordo teniendo en cuenta las preferencias del cliente, que puede ser desde tabla de quesos y charcutería, sándwich o platos más elaborados. El servicio de bebidas suele incluir vino, cerveza, champagne, gaseosa y agua.

Según el relevamiento de Dos Mil Aerosistema, el 65% de los viajes que se contratan se solicitan para más de 4 pasajeros, siendo 3 y 4 pasajeros la solicitud más habitual.