Por la situación inflacionaria que se vive, hay productos que muestran una gran dispersión de precios en varios rubros.
Si adelantáramos el reloj y hoy fuera la víspera de la Navidad o del Año Nuevo, con un asado como cena, más todo lo necesario para acompañarla, con una entrada con los rigurosos sándwiches de miga, más las gaseosas, las verduras y las bebidas alcohólicas que se beben para aplacar las altas temperaturas, sumado a un postre para 10 personas, todo eso, tendría un costo entre los $38.600 a los $40.700.

Se trata claro está, de un ejercicio con precios de referencia, porque varios de ellos no serán los mismos cuando llegue el 24 ó el 31 de diciembre. Incluso hoy, ya hay una gran dispersión de precios para un mismo producto. Además, también cada familia puede elegir otro menú, con lo cual este ejercicio adopta la comida más tradicional como el asado de carne de vaca.

En un contexto inflacionario como el actual hay negocios que pueden tener precios hasta un 30 ó 40% más caros que en otros y no son necesariamente los más grandes los que tienen los mejores precios. Solo un ejemplo: Una archi conocida bebida cola de 3 litros, envase descartable, tiene un precio que varía de los $1.160, a $1.300 y hasta $1.800 en autoservicios. En una de las grandes superficies comerciales la misma bebida pero en presentación de 2,25 litros descartable se ofrece a $2.400.

Otro ejemplo, en algunos negocios que ofrecen sándwiches de miga de jamón y queso por docena, sus precios varían de $3.000 a $4.000 la docena, en una versión mediana. Pero además, está también la opción del preparado propio, la cual, también tiene su costo: Por ejemplo para preparar unas dos docenas, con 2 kilogramos de miga para sándwich el costo es de unos $2.300 (el molde de 5,5 kg cuesta entre $5.500 y $6.000). Si se le suman otros 3.000 entre queso y jamón cocido, además de la mayonesa, allí se puede encontrar otra alternativa un tanto más económica, aunque también hay que disponer del tiempo necesario para prepararlos.

Un tercer caso: la carne vacuna y sus diferentes calidades. Las hay de ternera, de novillito y de novillo. También de vaca, pero suele ser la de menor calidad. En la actualidad, hay carnicerías que ofrecen el kilogramo de asado de ternera en cortes como tapa de asado, vacío, quepirí, desde los $3.300 otras a $3.700 y otras en $4.800. En tanto, las de novillito o novillo que se ofrecen en supermercados en cortes como la tapa de asado, costilla, vacío o matambre, oscilan entre los $4.500 a $5.000. Se pueden conseguir algunas ofertas como una tira de asado de novillo en $1.700 el kilogramo o una oferta de cortes mixtos a $4.600 pero, son casos puntuales y, cabe destacar, el novillo es un animal de mayor peso que el novillito y que la ternera, por lo tanto el sabor de la carne suele ser diferente.

En la última semana, el precio de la hacienda en el Mercado Agroganadero de Cañuelas superó la barrera de los $1.000 el kilo vivo. Por estas horas es un factor más de incertidumbre en el rubro agropecuario: nadie sabe si seguirá escalando, teniendo en cuenta que estacionalmente fin de año suele ser una época de grandes subas.

"Lo que está pasando con los precios es coyuntural, no conozco un proveedor que esté entregando productos a precios cerrados en pesos", reconoció el analista ganadero Víctor Tonelli. Señaló que "hoy prácticamente negocios en directo casi no hay, lo poco que hay es en el Mercado de Cañuelas y a pesar de la enorme entrada del viernes se mostró que los frigoríficos y los matarifes están necesitando materia prima para atender el negocio, y van a pagar lo que sea para no quedar desabastecidos", remarcó.

Los postres

En cuanto a helados, la opción más económica es la que se puso en el ejemplo pero hay otras que tienen un precio mayor al ser marcas ya tradicionales y con otros sabores y calidades. También es cierto que por lo general 1 kilogramo suele ser poco para una cantidad de 10 comensales. Y por otro lado, también hay marcas ofrecen baldes de helado de 3 litros, pero con sabores acotados.

Un dato a tener en cuenta es que, estacionalmente, más allá que haya o no recambio presidencial como tocará este año y lo cual le pone un poco más de tensión a la situación inflacionaria, los precios de todos los productos de consumo navideño suelen cambiar a partir de la segunda semana de diciembre. 

Por otra parte, elaborar una ensalada de frutas además del tiempo de preparación, hoy demanda entre $700 a $800 por kilogramo de fruta. No obstante, puede ser mayor más adelante. Hoy un kilogramo de bananas ecuatorianas cuesta $1.300 contra los $700 de la oferta de 2x1 de bananas locales que son la mitad de las ecuatorianas. Un kilogramo de duraznos, cuesta entre $700 a $900. Otro de peras, ronda los $700. Si a eso se le suma una gaseosa de naranja o bien un jugo exprimido de naranjas, hay que sumar en el caso de la fruta otros $700.

Otra opción es la del pan dulce. Los frutados vienen en presentaciones de 450 a 480 gramos y, según la marca, cuestan entre los $900 a los $2.000. Si se compran dos paquetes de una segunda marca a $1.200 cada uno, allí se puede obtener un postre para esta cantidad de personas del ejemplo.