Renault se anotó entre las compañías que competirán en el segmento de los autos económicos, donde también mostraron interés automotrices como Tata, aunque su proyecto estuvo lejos de dar los resultados previstos.

La compañía francesa presentó ayer Kwid, un vehículo que no costará más de u$s 5500, y que tendrá como foco central fundamentalmente el mercado indio, aunque también buscará incursionar en otros mercados emergentes.

Según explicó el presidente y consejero delegado de la Alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn, se trata del "primer modelo atractivo, bien equipado y a un precio muy accesible".

El lanzamiento comercial de este vehículo de la categoría SUV está previsto para la segunda mitad del año, y el primer mercado al que llegaría sería India.

Cuenta, incluso, con sistemas de conectividad, bajo consumo de combustible y pantalla de siete pulgadas. "Todo un hito", según Ghosn, en este tipo de vehículos.

El objetivo de la automotriz pasa por multiplicar por cinco la cuota de mercado actual que la compañía tiene en India, un país con un crecimiento esperado de las ventas de autos del 6% anual, sólo equiparable al del mercado chino.

Actualmente Renault tiene una cuota de entre el 1,5% y el 1,8% del mercado, sustentado, sobre todo, por el Renault Duster (que en Europa se vende bajo la marca Dacia). "No vamos a conseguir este reto sólo con este vehículo", afirmó Ghosn, "pero el Kwid cambiará nuestro desarrollo actual en India y los países emergentes", completó.

Por otra parte, el directivo afirmó que "no hay planes para lanzar este tipo de coche en Europa, por el momento", aunque sostuvo que otros modelos como el Sandero, no estaba previsto que fueran comercializados en Europa, aunque luego "las condiciones del mercado cambiaron suficientemente como para que tuviera sentido y fuera un éxito. Habrá que esperar al menos tres o cuatro años para ver si este modelo también lo tiene".

El motor del Renault Kwid es de 0,8 litros de cilindrada, con una caja manual de cinco velocidades.
TATA fue la primera automotriz en avanzar sobre el segmento de los autos económicos. En 2008 anunció la fabricación del Nano –también en la India–, y 200.000 personas reservaron un modelo.
Pero el vehículo salió a la venta un año después de lo esperado –a raíz de protestas en la planta– y el furor se apagó, por lo que las ventas no fueron buenas.

Además, desde la propia Tata reconocieron por entonces que el título de "auto más barato del mundo" finalmente terminó representando una mala estrategia de márketing. "Nadie quiere comprar lo más barato", afirmaron diferentes analistas.

Luego se lanzó una segunda versión, Nano Twist, que tuvo una mejor suerte en cuanto a las ventas, aunque tampoco llegó a cubrir las expectativas esperadas.