Si no se ejecutan obras de protección, en 20 años Playa Unión podría perder hasta 47 metros de costa debido a la erosión. El dato es parte del Estudio de Impacto Ambiental que el Ministerio de Ambiente difundió para explicar los efectos del proyecto en el balneario capitalino. Para la advertencia se simuló el efecto de dos décadas de oleaje sobre la orilla.

“Si bien no es un pronóstico de lo que sucederá en los próximos 20 años ya que se usó una serie histórica de oleaje (1989-2010), la simulación es una herramienta muy útil para estimar lo que podría suceder a largo plazo”, explica el Estudio. La zona más comprometida es la del espigón sur, pegado al puerto.

Se usaron registros de oleajes pasados, como si fuesen a ocurrir igual a futuro. Como no se puede predecir con exactitud el oleaje, es común utilizar datos históricos y suponer que se repetirán, un método válido estadísticamente. Con el asesoramiento del Instituto de Hidráulica de Dinamarca, se comprobó que la erosión actual en la zona sur de la playa es de unos 30.000 metros cúbicos de sedimento por año.

Entre la Avenida Costamagna y la calle C. Vivaldi se prevén retrocesos superiores a 30 metros. Y con excepción de un pequeño sector entre Ramón Lista y Jorge Musters, el resto de la costa hasta unos metros pasando Ituzaingó sufrirá erosión con retroceso.

“Esto no sólo significa la pérdida de playa, espacio recreativo para la población. También pone en riesgo la infraestructura costera, como la Avenida Guillermo Rawson, sus veredas y paseo costanero. El mar ya dio muestra de sus embates en varias tormentas acaecidas en la primera década del siglo y hasta 2013. Ya se debieron realizar trabajos de reparación y protección del murete costanero en las cercanías del espigón existente”.

Sin las obras, a mediano plazo habrá un importante retroceso de la playa en un amplio sector, con un retroceso significativo en una zona concentrada, donde habría una alta probabilidad de daños en la infraestructura costera (Avenida Costanera, vereda, paseos, muretes, etcétera). Esto implica reducción de la zona apta de playa para uso recreativo, que se concentraría hacia la zona norte de Playa Unión, que es más estable.

Detalles

El proyecto incluye la construcción de cuatro espigones perpendiculares a la costa y un espigón offshore, semi-sumergido. Hoy hay sólo un espigón perpendicular, en la zona sur de la playa, cerca del puerto.

El documento explica que tras la construcción del dique Florentino Ameghino, disminuyó mucho el transporte de sedimentos a través del río Chubut hasta Playa Unión, en la desembocadura. “Por una parte, la misma presa contuvo el material que venía aguas arriba y por otra, se redujo notablemente el caudal del río y sus picos de crecida y, en consecuencia, su capacidad de arrastre”.

La línea de costa de Playa Unión retrocedió más de 100 metros a partir de la construcción de la represa. “Inclusive las primeras construcciones de viviendas sobre la costa han desaparecido –describe el informe-. El mar ha ido ganando terreno debido a que el material que transportaba originalmente el río formaba parte de un ciclo equilibrado ya que, con su aporte, compensaba la corriente erosiva neta sur-norte, que sucede a lo largo de todo el litoral marítimo argentino”.

Un error que se comete en playas con gran atractivo turístico también ocurrió en Playa Unión: el avance de las construcciones sobre la zona activa de la playa, que no le permiten deformarse para disminuir la energía de las olas en el caso de temporales. “Se produce entonces ante cada evento climático de importancia, un proceso erosivo puntual, que según su envergadura puede no tener recuperación”.

Debido a estos cambios en la costa, y el incremento poblacional y turístico en la villa balnearia, “surgió la necesidad de generar una mayor superficie de playa, además de contener estos pequeños procesos erosivos que siguen ocurriendo”.

El objetivo es estabilizar y recuperar un promedio de 50 metros de playa construyendo cuatro espigones de baja altura. Se distribuirán desde la altura de la plazoleta de Las Toninas hasta el espigón que ya existe al sur, cerca del puerto.

La obra tardaría de 19 a 20 meses corridos, con una vida útil de 50 años. Este plazo incluye un parate de diciembre a marzo, para que los turistas usen la playa.

“El proyecto busca recuperar una extensa superficie para la actividad lúdica/recreativa, con una razonable estabilidad en el largo plazo”, dice el Estudio.

Cada espigón requiere 2 a 3 meses para ser construido. La obra de mayor duración es el quinto espigón offshore, ubicado en el mar, que requiere un espigón temporario como vía de acceso, que debe luego ser removido. Esta obra puede durar hasta 8 meses. Los espigones ocuparán 17 mil metros cuadrados. Antes de elegir otra opción antierosión se analizaron otras 8 alternativas, que se desecharon.