Cuando el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, fue ungido por Cristina Kirchner como el único candidato presidencial del Frente para la Victoria también recibió un fuerte espaldarazo de la jefa de Estado para que conforme su gobierno.
 

"Yo con tu Gabinete no me voy a meter", le habría dicho la jefa de Estado luego de anunciarle que su compañero de fórmula sería su fiel funcionario, el secretario de Legal y Técnica de la Casa Rosada, Carlos Zannini.
 

"Si vos querés que alguno siga, hablalo con ellos", le avisó ese día según el diario Ambito Financiero.
Scioli tiene argumentos para creerle: cuando diseñó sus staff bonaerense, los Kirchner no le impusieron nombres aunque le vetaron algunos como Joaquín "Chango" Da Rocha para Justicia en 2007 y Eduardo Aparicio en 2011 para Desarrollo Social, donde finalmente juró en 2014.
 

Pese a que le cree, lo cierto es que el ex motonauta deberá hacer un fino equilibrio entre su tropa y el kirchnerismo duro y la prueba de fuego de ello es el Ministerio de Economía.
 

Podría mantener al actual titular del Palacio de Hacienda y contentar a todos los que piden "continuidad", pero enojar a los que reclaman un cambio gradual de algunas políticas que consideran están mal, como el cepo al dólar, la poca batalla que se le da a la inflación, la política cambiaria y la fiscal. Sin embargo, sabe que la opción de llevar a Miguel Bein que se venía barajando hace algunos meses quedó cerrada luego de que el economista habló de negociar con los fondos buitre que reclaman el pago del 100% de la deuda en default en los tribunales neoyorquinos de Thomas Griesa. Sus declaraciones generaron gran rechazo en la trinchera K.
Así es que Scioli parece haber encontrado la solución para contentar a todos: Silvina Batakis, la ministra de Economía bonaerense desde diciembre de 2011.
 

En La Plata deslizan su nombre a la hora de hablar del sucesor de Kicillof, asegura el matutino.
Batakis es vista como una técnica pero atravesó su etapa de formación bajo el paraguas de Juan Carlos Pezoa, el histórico secretario de Hacienda, economista con lectura y perfil político.
 

Scioli, cuentan en La Plata, se sorprendió con la ministra que apareció en su radar para reemplazar a Alejandro Arlía y estuvo al frente de la cartera en medio del peor enfrentamiento público entre Cristina y Scioli, en 2012, cuando la Presidente cuestionó la administración bonaerense y le retaceó envíos extra, lo que forzó a desdoblar el pago de salarios.
 

Así y todo, a la hora de rodearse de economistas, Scioli supo elegir a otros: en 2014, mostraba a Bein, Mario Blejer y el ahora massista Guillermo Nielsen como su grupo de asesores. Con este último la relación se rompió por la crisis buitre -quien fue mano derecha de Roberto Lavagna durante el canje hizo declarariones críticas y Scioli lo mandó a callar, pero el economísta volvió a hablar lo que rompió el vinculo- y de los otros dos, el más activo es Bein, que protagonizó otro episodio difícil: cuando cuestionó el dólar ahorro de Kicillof, Scioli mandó a Batakis a refutar al economista y a mostrar el alineamiento explícito de la provincia, y del sciolismo, con Nación.
 

Batakis aparece, en este contexto, como la figura para al menos salir de la emboscada que electoralmente supone el dilema Kicillof o Bein.
"Si no es ministra ahora, va de dos de Economía para después ser ministra", dicen en el sciolismo donde ya hay ensayos, genéricos, sobre la conformación de un eventual gabinete.
 

El nombre de Batakis se deslizó como atajo en la encrucijada Bein o Kicillof pero tiene un objetivo mayor: dar a entender que Scioli ordenará, con criterio propio, su staff donde se adelanta que habrá gobernadores del PJ y algunos de los funcionarios y dirigentes que en estos años se mantuvieron junto al gobernador.
 

La referencia más obvia de la continuidad es que Alberto Pérez será jefe de Gabinete, El funcionario está con Scioli desde 1997 y permaneció, en todo ese tiempo, como el operador top del ahora candidato presidencial.