concluyó en el Vaticano el encuentro organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias sobre “Esclavitud moderna y cambio climático, el compromiso de las grandes ciudades”, al que asistieron cerca de 70 alcaldes e intendentes de importantes ciudades del mundo, y algunos representantes de las Naciones Unidas. 

Al cierre del encuentro, tras escuchar la intervención del papa Francisco, los participantes dieron a conocer una declaración conjunta, que el Santo Padre también rubricó y a la que agregó un deseo de puño y letra: “Agradezco esta declaración; deseo que haga mucho bien”. 

En el documento, según consigna Radio Vaticana, los líderes reclaman que los Estados miembro de Naciones Unidas lleguen a un “osado acuerdo en pro del clima” durante la Conferencia sobre Cambio Climático, por celebrarse en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre. Los alcaldes e intendentes piden que se confine el calentamiento del planeta “a un límite seguro para la humanidad”, y que se proteja “a los más pobres y vulnerables del cambio climático ininterrumpido, que pone sus vidas en grave peligro”. 

El manifiesto precisa que los participantes buscaron “abordar dos dramáticas emergencias correlacionadas”, como lo son el cambio climático inducido por el ser humano y la exclusión social manifiesta en la pobreza, la esclavitud y la trata de personas. 

Después de haber llegado a un consenso sobre las urgencias planteadas, se expresa la intención de declarar que el cambio climático causado por el hombre “es una realidad científicamente comprobada, y su efectivo control es un imperativo moral que alcanza a toda la humanidad”. 

Asimismo, los participantes se comprometieron a reforzar en sus ciudades y asentamientos urbanos “la capacidad de resiliencia de los pobres y de aquellos en situación de vulnerabilidad” y “reducir su exposición a los hechos extremos relacionados con el clima y otros impactos”, como también las catástrofes económicas, sociales y medioambientales. 

El documento cuenta con la firma de la intendenta de Rosario, Mónica Fein, y el intendente de Villa María, Eduardo Accastello.