El panorama no varió en las provincias que componen el noreste de la Argentina. Allí también la fórmula del Frente para la Victoria se imponía con fuerza. Incluso lo lograba en Corrientes, cuya gobernación se encuentra en manos del radical Ricardo Colombi.

Con más del 90 por ciento de las mesas escrutadas, Scioli-Zannini dominaba la lucha entre los precandidatos a presidente, con el 49,61 por ciento de los sufragios. Unos 20 puntos por detrás se ubicaba la alianza Cambiemos, en la que Macri-Michetti duplicó la cantidad de votos de Sanz-Llach (la dupla Carrió-Flores quedó muy relegada). En esa provincia, el FpV también dio la nota en los comicios primarios a diputados y senadores, en los que relegó al segundo lugar a la alianza Encuentro por Corrientes, del gobernador Colombi.

En el resto de las provincias de la región, el oficialismo encontraba aun menos resistencia. En el Chaco de Jorge Capitanich, Scioli-Zannini sumaban el 51,91 por ciento de los votos, contra los 27,1 de Cambiemos. Por su parte, el FpV reunía el 53,82 por ciento de los favores en Misiones, cuyo Ejecutivo se encuentra en manos de Maurice Closs. Y en Formosa Sergio Massa (Unidos por una Alternativa) dejaba a Mauricio Macri (Cambiemos) en el tercer escalón, con una brecha de 700 sufragios cuando las mesas computadas llegaban al 54,36 por ciento.

Por su parte, Entre Ríos era la tierra en la que más despacio avanzaba el recuento. Considerando menos del 1 por ciento de los votos, Scioli-Zannini sumaba 1.652 sufragios, contra los 1.154 de Macri-Michetti. Apenas más amplia era la luz entre los candidatos a gobernador.