En medio de una serie de cambios en los costos del sector, la primera modificación que sentirán los consumidores será en el precio de los combustibles. En enero subirán entre 5% y 6%, con perspectivas que haya otra recomposición similar entre los meses de marzo y abril.

Tras la liberación del cepo, los costos de las refinadoras –como YPF, Shell, Axion (Esso), Refinor, Oil, Petrobras– subieron un 37%, ya que compran petróleo cuyo valor está en dólares, aunque lo pagan en pesos. Por ejemplo, un barril de petróleo crudo Medanito (el de mayor calidad) les salía US$ 75. Antes del fin del cepo, las refinadoras lo pagaban $ 727. Ahora tendrían que pagarlo $ 997.

Pero Aranguren no quiere que ese incremento en los costos se traslade a los precios. Para eso, está por acordar una baja en los importes que pagan las refinadoras por el petróleo crudo. El barril que vienen pagando a US$ 75 pasará a US$ 67,5 (al tipo de cambio de ayer serían $ 897), mientras que el crudo proveniente de otras cuencas (como la de San Jorge) descenderá de los US$ 61 pactadas por el kirchnerismo a US$ 54,9.

Con esta disminución en los costos del petróleo destinado al mercado interno, los costos para las refinadoras subirán un 23%. Y ese sería el porcentaje que Aranguren entiende que las empresas pueden aumentar los importes de los combustibles durante 2016.

El primer incremento llegará en enero. El siguiente será entre marzo (eso quieren las petroleras) y abril (lo que prefiere Aranguren). Habrá más durante el resto del año.

Fuente:Agencias Buenos Aires