8 de enero de 2016
Derrumbe bursátil de China y el derrape del petróleo arrastran las bolsas europeas
Las principales Bolsas del mundo sufrieron una nueva caída debido a otro gran derrumbe de los mercados de acciones de China, que siguen sufriendo un pinchazo de la burbuja acumulada a lo largo de los últimos siete años y por la profundización en el deterioro del precio del petróleo.
Hoy, las autoridades chinas cortaron por segundo día consecutivo las operaciones de los mercados antes de la finalización de la jornada, una medida criticada por expertos de China y a escala mundial, con el objetivo de evitar un mayor pánico vendedor y en medio de una caída del yuan a su nivel más bajo frente al dólar desde 2010.
La crisis china está arrastrando a una caída sin límites a los precios de las materias primas y de las acciones en todo el planeta, una situación que se ve agravada por el derrumbe de los precios del crudo que hoy batió un nuevo récord al caer a un mínimo de 32 dólares el barril del West Texas Intermediate (WTI), para cerrar a 33,27 dólares el barril.
El impacto que tuvo hoy esta situación en la Bolsa de Nueva York fue mayor al de la víspera, ya que el índice industrial Dow Jones retrocedió un 2,32% al cierre, mientras que el S&P 500 cerró con una pérdida del 2,37% y el Nasdaq, de valores tecnológicos, concluyó aún más abajo, con un signo menos de 3,03%.
En Europa, mientras tanto, la deriva bursátil reflejó también la continuidad del descenso en China, donde la Bolsa de Shanghai perdió un 7% hasta el momento en que las autoridades decidieron suspender las negociaciones por segunda vez en los primeros cuatro días del año.
El índice FTSE de la Bolsa de Londres perdió al cierre 1,96%, un porcentaje muy elevado tratándose de la principal plaza europea y una de las tres más grandes del mundo, dando una clara indicación de la profundidad de la crisis en curso.
En la Bolsa de París, el índice CAC 40 cerró con una baja de 1,72%, en tanto el DAX de la Bolsa de Frankfurt perdió un 2,29%.
Sin embargo, las Bolsas de los dos países más importantes del sur de Europa, las cuales normalmente sufren caídas aún mayores en situaciones de crisis, como es el caso de España e Italia, resistieron mejor la ola negativa proveniente de Asia.
El índice IBEX 35 de la Bolsa de Madrid cerró con una pérdida de 1,50%, mientras que la de Milán cayó un 1,14 en su índice MIB, menos que el OMX 30 de la Bolsa de Estocolmo que se dejó un 2,16%.
Las acciones de la Bolsa de Amsterdam se dejaron 1,87%, un porcentaje parecido al registrado en las acciones de Zurich que concluyeron con un signo negativo del 1,90%.
En el Lejano Oriente, mientras tanto, el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cayó un 2,33%, mucho menos que el retroceso de Shanghai que fue del 7,04% y también por debajo de la pérdida del índice Hang Seng de la Bolsa de Hong Kong, que fue del 3,09%.
El hundimiento de las acciones en China estuvieron directamente ligadas al proceso de fuga de capitales que está teniendo lugar en ese país, donde las reservas internacionales se desplomaron un récord de 108.000 millones de dólares en diciembre, quedando en 3,33 billones de dólares.
Aunque las reservas habían tocado un máximo de 3,99 billones en junio de 2014, se ha verificado una caída de las mismas en 13 de los últimos 15 meses.
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