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29 de abril de 2016

Llegan las M&A el gigante sojero

Los Grobo busca un socio extranjero para expandir operaciones. Comenzarán a pisar fuerte en la Argentina luego tras el fin de los conflictos con los holdouts y la mayor apertura comercial.

Gustavo Grobocopatel anticipa cuáles son sus planes para sacar rédito de la economía que viene. Las fusiones y adquisiciones, en este 2016, prometen convertirse -al igual que en otros períodos de la Argentina reciente-, en “termómetros” precisos de la dinámica de la economía. 


Luego de años de postergaciones, problemas de competitividad, freno a las exportaciones y una altísima presión impositiva, la agroindustria se perfila como una de las grandes estrellas para el desembarco de capitales del exterior en esta era post holdouts. 


Desde los años ´90, las fusiones y adquisiciones se han constituido en claros testimonios de las idas y vueltas de la política económica. En épocas del menemismo, por ejemplo, los fondos llegaban atraídos por la convertibilidad y el mercado de consumo interno, que contaba en ese entonces con el mayor poder adquisitivo –en dólares- de toda América latina. 


Eran los tiempos en los que el Exxel Group –el imperio entonces conducido por Juan Navarro- andaba de “shopping” en búsqueda de empresas exitosas, vinculadas principalmente al consumo masivo. 
En pocos años, este fondo -que llegó a ser un ícono de la época del “1 a 1”- efectuó multimillonarios desembolsos por compañías con buena performance en el mercado interno pertenecientes a ramas tan disímiles como alimentos, indumentaria y electro. 
Musimundo, Freddo, Havanna y Coniglio fueron algunas de las más de 70 firmas que quedaron en manos del Exxel Group, que llegó a pagar casi u$s4.800 millones por estas operaciones.  
Luego, con la megadevaluación de 2002, se dio un cambio de era: las fusiones y adquisiciones, en una primera etapa, se dedicaron a recoger los “escombros” que había dejado la crisis. 
Se trató, básicamente, de “compras de oportunidad”, traccionadas por nuevos fondos como Pegasus, que adquirieron muchas compañías por un tercio o menos del valor que en su momento había desembolsado Exxel Group. 


Esa época también significó el desembarco de los capitales brasileños, que aprovecharon para venir de compras atraídos por el peso devaluado. 
Eran, además, momentos en que los precios de las commodities empezaban a “volar” y la demanda China prometía jugosos negocios en sectores estratégicos como energía y alimentos. 


La compra de PeCom (Perez Companc) por parte de Petrobras, el pase de manos de Quilmes al coloso belga-brasileño AmBev o la venta del frigorífico Swift a Friboi fueron el puntapié inicial de un gran número de operaciones. 
Sin embargo, todo ese proceso llegó a su fin con el cepo cambiario, que pulverizó no sólo las fusiones y adquisiciones, sino también toda la inversión extranjera directa.


Esto, sumado al cierre de las exportaciones, provocó un notorio cambio de tendencia. Y los fondos brasileños, que habían llegado en masa, comenzaron a retirarse.

 
Agronegocios, en la era post buitres
Ahora, tras el desarme del cepo, el sinceramiento del tipo de cambio, la supresión o reducción de las retenciones y, muy especialmente, el fin del largo conflicto con los holdouts, las compañías argentinas vuelven a estar bajo la lupa de los inversores del exterior. 
Y uno de los sectores que se perfila como más atractivo es el de la agroindustria, junto con el energético. 
En este contexto, el gigante alimenticio Los Grobo podría convertirse en la punta de lanza de una serie de operaciones de M&A (siglas de "Mergers and Acquisitions") de la era Macri. 


Su presidente, Gustavo Grobocopatel, aseguró que el ingreso de un socio externo para capitalizar a la compañía “es algo que va a ocurrir con seguridad”.
“Estamos abiertos a incorporar socios, apuntamos a integrarnos en las cadenas de valor”, recalcó el directivo, conocido también como el “rey de la soja”, quien hizo hincapié en que el objetivo de Los Grobo es aprovechar el nuevo contexto que se abre para la Argentina. 


“El tema es así: si uno intenta expandirse con recursos propios, la tasa de crecimiento lograda va a ser muy baja. Salvo que la rentabilidad sea enorme, cosa que no es el caso de la agroindustria”, apuntó Grobocopatel. 
“En cambio, cuando uno tiene una oportunidad como la actual, en la que se puede apuntar a crecer un 100% en dos o tres años, entonces hay que hacerlo con recursos que sí o sí deben provenir de afuera”, agregó. 
“Es el gran desafío que tenemos ahora: aprovechar este momento que cada tanto se da en la historia de las compañías, que nunca tienen una evolución lineal. Tenemos que sacar rédito del ciclo positivo que estamos atravesando en estos momentos para tratar de crecer lo máximo posible”, señaló el empresario.
Grobocopatel recalcó una vez más: "Cuando contás con inversores, podés beneficiarte mucho más rápido de lo que lo harías con recursos propios”. 


Según el presidente de Los Grobo, “agronegocios va a ser un sector clave. Tenemos recursos naturales y capital humano. Además, los mercados globales demandan lo que producimos. Por eso, con los cambios que ha habido en la economía argentina, esta actividad es de gran interés para los inversores de todo el mundo. Y por eso considero que efectivamente va a haber una lluvia de dólares". 


Terreno conocido para Los Grobo
La empresa, que es un emblema nacional en la producción de alimentos, ya tiene experiencia en el ingreso de capitales externos. 
En pleno momento de expansión del mercado de commodities, allá por 2007, Los Grobo recibió una inyección importante: el fondo brasileño de inversiones Pactual Capital Partners (PCP) se sumó como socio minoritario tras aportar unos u$s100 millones para crear una nueva empresa internacional y financiar los planes de crecimiento. 
Así las cosas, PCP -ahora rebautizado como "Vinci"-, se convirtió en el primer accionista fuera de la familia Grobocopatel.


Actualmente, Los Grobo mantiene activas diversas unidades de negocios: una de servicios de consultoría, otra de producción de granos y otra industrial, de la mano de molinos harineros (dos en la Argentina y uno en Brasil). 


A esta, se suma una cuarta unidad de negocios, que surgió en 2013, cuando la empresa destinó $400 millones para la compra de Agrofina, una firma que pertenecía al fondo estadounidense Vicus y que se dedica a la producción de agroquímicos. 


Hace escasas semanas, Los Grobo -que el último año facturó unos u$s700 millones- amplió aun más su portfolio al asociarse con la estatal INVAP para crear Frontec. 


Esta es una unidad especial que se encargará de combinar tecnología espacial y robótica con el estudio de suelos, cultivos y meteorología y brindar aplicaciones inteligentes para el agro. 
“En Los Grobo tenemos un modelo de negocios muy amplio y flexible y esto es lo que permite adaptarnos a los cambios de contexto, tanto locales como internacionales. Nuestro plan tiene una lógica”, aseguró Grobocopatel, quien consideró que el Gobierno de Macri ayudó a solucionar parte de los conflictos que afectaba al campo, lo que contribuirá a allanar el arribo de nuevas inversiones. 


"Ante todo hay que tener en cuenta que esta administración lleva apenas 120 días. Si uno mira la historia reciente, puede observar que los primeros cuatro meses de Néstor Kirchner, Carlos Menem o del propio Raúl Alfonsín fueron momentos importantes pero no definieron el tono de sus políticas", afirmó.


En su visión, "en esta primera etapa, el Ejecutivo apeló a medidas reparatorias para arreglar los grandes desbalances de la economía". 
Respecto de la inflación, sostuvo que "es un súper problema, para la sociedad y pasa las empresas, porque no nos permite planificar ni entender cómo son nuestros costos". 
Sin embargo, Grobocopatel consideró que "en base a las medidas que ha ido tomando, y en función de una mayor oferta de productos y de un incremento en la competencia en el mercado interno, creo que el Gobierno puede tener éxito en ir bajando el índice de precios". 


Nuevo ciclo para las M&A
Tras años sin grandes novedades, principalmente por la crisis que había desatado el conflicto con los holdouts y el cepo cambiario, consultoras y economistas consideran que se abre una ventana de oportunidad muy grande para la llegada de nuevos fondos en diversas ramas de actividad. 


La consultora First Corporate Finance Advisors, por ejemplo, remarcó e "las fusiones y adquisiciones en el mercado argentino de petróleo y gas aumentarán a partir de las señales positivas a los inversores internacionales".


En lo que respecta al sector financiero, KPMG destacó que "la Argentina entró en el radar de las M&A bancarias". 
En tanto, el economista y ex presidente del Banco Hipotecario, Pablo Rojo, aseguró a iProfesional que empresas locales de "agronegocios pasarán a ser muy atractivas para las fusiones y adquisiciones". 
“Venimos de muchos años de parálisis. Los valores de las compañías estaban muy retrasados y esto, sumado al cepo, entorpecía las operaciones de M&A. Solucionado esto, en los próximos meses vamos a ver un fuerte desembarco de capitales del exterior”, apuntó. 


Para Rojo, la agroindustria va a ser una de las ramas de actividad más dinamizadoras, “pero también el sector energético, cuyos precios relativos estaban por el piso pero ahora, con la recomposición de tarifas, se ha vuelto más tentador y por eso habrá que esperar algunos cambios de manos". 
La novedad en este nuevo ciclo de fusiones y adquisiciones –bajo la óptica del analista- es que “no sólo habrá espacio para la llegada de capitales extranjeros, sino que seguramente veremos un paulatino proceso de renacionalización de activos”. 
Sucede que, durante los últimos años, las bajas tasas que se conseguían en el exterior "favorecían a los que podían fondearse afuera y esto había desplazado de la pelea a las compañías locales". 
“Con el fin del cepo y del conflicto con los holdouts, sin dudas se abre un nuevo capítulo para la entrada de inversores. Pero, a medida que los tipos de interés domésticos vayan confluyendo, también vamos a asistir a un proceso de recompra por parte de empresas nacionales, que durante un largo período habían quedado relegadas”, concluyó Rojo. 

Fuente:Agencias Buenos Aires



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