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4 de mayo de 2016
Cigarrillos: Los Médicos piden más subas en el precio
Para los especialistas es positiva la reciente suba de hasta 60%, porque debería bajar el consumo. Proponen equiparar el valor con el de países limítrofes.
La reciente alza de entre 50% y 60% en el precio de los cigarrillos generó malestar en muchos fumadores, ya que a la hora de comprar su habitual paquete tienen que desembolsar ahora más dinero. Sin embargo, los especialistas en salud celebraron la medida y aseguraron que el precio debería seguir incrementándose hasta alcanzar los de países limítrofes, como por ejemplo Chile.
“Para nosotros es muy bueno que suba el precio de los cigarrillos, porque mientras mayor sea, menos consumo hay en algunos sectores”, expuso Laura Villavicencio, jefa del Programa de Control de Tabaco. A pesar de esta escalada, para la funcionaria el precio de los cigarrillos sigue estando bajo.
“Tendría que aumentar para equipararse con precios internacionales, por lo menos con países limítrofes como Chile”, remarcó la experta, quien mencionó que muchas personas que viajan al exterior se llevan varios paquetes de cigarrillos porque en su destino les sale más caro fumar.
El médico neumonólogo Ramón Alchapar coincidió con esta apreciación. “Creo que el incremento es una buena medida porque está demostrado que baja el consumo”, remarcó y añadió la necesidad de igualar los valores de los paquetes con países limítrofes para evitar así el contrabando de un lado a otro. “Los distintos gobiernos deberían ponerse de acuerdo y lograr tener un precio común”, aseveró.
Otra razón que esgrimió Alchapar para justificar que sea más caro fumar es la necesidad de contribuir a las arcas públicas con los impuestos que deben pagar las tabacaleras, “para contrarrestar una parte del costo de los tratamientos de pacientes que ingresan por fumar, que sigue siendo más elevado que lo que ingresa por estos impuestos”, manifestó el médico, que enumeró a países como Francia, España, Estados Unidos e Inglaterra donde fumar es un verdadero “lujo”.
¿Ex fumadores?
Con respecto a los segmentos etáreos en los cuales los precios motivan a la gente a dejar de fumar, los expertos nombraron a los adolescentes y a las personas de bajos ingresos. “Los jóvenes son los que más bajan el consumo cuando sube el precio porque tienen un poder adquisitivo menor que el de los adultos”, aseguró Villavicencio, a la vez que señaló que en la provincia la franja de los 11 años hasta los 18 presenta un alto consumo de tabaco.
“Aunque las familias de estos chicos no tengan problemas económicos, ellos no tienen manejo del dinero, lo que los llevaría a comprar menos”, estimó. La funcionaria también mencionó que la prohibición de vender cigarrillos sueltos es otro punto que favorece a bajar el consumo en estas edades.
Por su parte, Alchapar coincidió en que el aumento del precio de los cigarrillos funciona como un elemento más para que las personas dejen de fumar dentro de un determinado contexto. “No sirve como un elemento aislado, sino como un conjunto de factores que hacen pensar a los fumadores en dejar el vicio”, detalló el neumonólogo.
Como un ejemplo, mencionó a aquellas personas de bajos recursos que tienen que elegir entre comprar dos litros de leche para sus hijos o un atado de cigarrillos. “Todo eso hace que en su cabeza se desarrolle un proceso necesario para dejar de fumar”, añadió.
Sorpresa de fumadores
A pesar de que se había anunciado el incremento en los cigarrillos a partir del domingo pasado, muchos compradores se sorprendieron cuando llegaron al quiosco para realizar su compra habitual de cigarrillos. “Se quejaron bastante porque no pensaron que habían aumentado tanto y muchos hasta dijeron que iban a fumar menos. Pero generalmente dicen eso y siguen consumiendo igual”, se sinceró Marcela, encargada de un quiosco de la calle Córdoba, en el centro.
Ella tuvo problemas en estos días para conseguir stock de cigarrillos porque las distribuidoras todavía no habían actualizado las listas y no querían venderle.
En un comercio ubicado en la Zuvirìa ayer sólo ofrecían cigarrillos de una tabacalera porque todavía no contaban con la lista oficial de la otra. “La gente compra igual y el que no, deja un tiempo y vuelve a comprar normalmente”, opinó Jorge, vendedor de ese negocio. Para él se trata de un vicio muy fuerte y si la gente deja de fumar es por otros motivos, no tanto el económico.
María José, de un quiosco de calle Mitre, contó que el lunes recibió varias quejas de fumadores e incluso varios se fueron sin comprar cigarrillos, pero ayer se estaba normalizando la venta. “Muchos tenían dudas de los precios, pero parece que averiguaron que en todos lados está igual”, consideró.
Consuelo o resignación
Analía, fumadora desde hace 43 años, conocía la suba pero nunca pensó que fuera para tanto. “Tenía calculado que iba a gastar $ 46 por mi paquete habitual y me pidieron $ 50”, relató.
A pesar de la sorpresa, ella no tiene pensado dejar de fumar: “Lo que puedo llegar a hacer es reorganizar mis salidas a fumar y pasar de cada 40 minutos a más de una hora”, detalló, aunque reconoció que esta modalidad seguramente le durará hasta que se le pase el “shock”. A pesar de la inevitable incomodidad que le generó la suba en el precio, asegura que ya lo asumió. “Prefiero que suban los cigarrillos y no los bienes de primera necesidad”, dijo a modo de consuelo.
Por su parte, Martín, que tiene una tentación doble porque es fumador y trabaja vendiendo cigarrillos, observa este aumento como un motivador más para dejar este hábito nocivo. “No es que lo vaya a hacer sólo por el precio pero, sacando la cuenta, con lo que me gasto un mes en cigarrillos me puedo pagar un viaje a algún lado”, manifestó.
Con un atado de 20 en su mano recién comprado, Manuel comentó que fuma de vez en cuando y que ahora lo hará menos. “No tengo un vicio muy grande, así que lo puedo controlar. Sólo voy a fumar cuando pueda comprarme un paquete de cigarrillos, como ahora”, se sinceró.
15% menos fumadores
Un estudio de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) concluyó que un alza de impuestos al tabaco, que redunde en un aumento del 50% del precio real de los cigarrillos, reduciría un 15% el consumo de tabaco y aumentaría en $ 17.400 millones adicionales la recaudación anual del Estado. Esa recaudación incluso continuaría aumentando ante un incremento de los cigarrillos de más del 200% del precio actual.
La investigación, realizada en abril de este año, buscó conocer el efecto de una política de aumento de impuestos y precios del tabaco con el objetivo de reducir el tabaquismo y su impacto sanitario, económico y social. Para ello, a partir de datos de demanda y precios de venta, se simuló el impacto que provocaría un aumento de precios de los cigarrillos en el consumo y en la recaudación fiscal.
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