SOCIEDAD
13 de mayo de 2014
Complicaciones frecuentes tras un reemplazo de cadera o de rodilla
Realizaron un ránking de los problemas que suelen experimentar los pacientes que se someten a este tipo de operaciones.
Junto con el envejecimiento poblacional se ha dado un aumento de la cantidad de cirugías de reemplazo de cadera y de rodilla. Sólo en Estados Unidos se realizan casi un millón de procedimientos por año. Por este motivo, y con la idea de brindar mejor información sobre los resultados que se obtienen con estas cirugías y ayudar a informar a los pacientes a la hora de decidir qué hacer, un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de Yale desarrolló una medición para los hospitales, basada en las complicaciones posteriores al reemplazo de cadera y rodilla.
El equipo publicó un artículo en la edición de este mes del “Journal of Bone and Joint Surgery” en el que mostró que existen diferencias importantes en cuanto a los resultados obtenidos con estas cirugías frecuentes entre los distintos hospitales.
Según los autores del trabajo, las complicaciones más comunes luego de las cirugías de reemplazo de cadera y rodilla son la neumonía, el embolismo pulmonar y la infección de la articulación o de la herida.
“Hemos encontrado que el riesgo de complicaciones puede variar hasta cuatro veces de un hospital a otro, lo cual sugiere que los hospitales tienen mucho que mejorar cuando hablamos de esta clase de cirugías”, afirmó la autora del estudio, la doctora Elizabeth Drye.
Drye y sus colegas elaboraron una escala de puntaje basada en las readmisiones en los hospitales a los 30 días de la cirugía. “Las cirugías de reemplazo de cadera y rodilla son muy numerosas y se trata de procedimientos costosos y beneficiosos. Por eso esperamos que nuestro trabajo mejore el modo en que se recuperan los pacientes luego de someterse a esta clase de procedimientos”, concluyó la doctora.
INDICACION
Según explican desde la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología (AAOT), el reemplazo total de cadera está indicado para aliviar el dolor proveniente de una articulación de la cadera, como consecuencia del daño sufrido por el cartílago articular, ante el fracaso de todas las otras opciones de tratamiento.
“El dolor puede llegar a tal nivel de intensidad que el enfermo evita usar la articulación, debilitando y atrofiando los músculos que rodean la articulación aumentando aun más las dificultades para mover la misma”, describen.
La artrosis, la artritis reumatoide, las necrosis, la artrosis consecutiva a una fractura o traumatismo y la falta de alineación de nacimiento se encuentran entre las principales causas que llevan a este tipo de cirugía.
Asimismo, los expertos de la AAOT aclaran que si bien la mayor parte de las personas que requieren un reemplazo total de cadera tienen entre 60 y 80 años, la indicación de esta cirugía no se realiza en función de la edad sino de la magnitud del dolor, de la incapacidad y del estado general del paciente.
En ese sentido, detallan que una persona se beneficiará con un reemplazo total de cadera si:
El dolor de cadera limita las actividades de la vida diaria como ser caminar, agacharse, subir y bajar escaleras.
Cuando el dolor persiste incluso en el reposo, ya sea de día o de noche.
Cuando la limitación de la movilidad es de tal magnitud que Usted no puede mover o levantar su miembro.
Su dolor es de tal magnitud que no calma con la aspirina o con las drogas anti inflamatorias o porque Usted no tolera los efectos colaterales de las mismas.
Han fracasado otros tratamientos para calmar el dolor como ser, la kinesiología, la fisioterapia, el uso de soportes para la marcha (bastón, muleta o andador).
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