El Banco Central volvió ayer a bajar la tasa de las letras a 35 días en cien puntos básicos (un punto porcentual), que quedó en un nivel del 32,25 por ciento anual, 575 puntos básicos por debajo del 38 por ciento vigente en marzo y abril.

El descenso fue justificado en que "diversos indicadores sugieren que el proceso de desinflación continúa en línea con el sendero planteado por el Banco Central”.

La nueva tasa equivale a un interés mensual del 2,6875 por ciento, que el BCRA considera “positiva en términos reales con respecto a la inflación que se espera hacia adelante”.

El recorrido descendente de la tasa de las letras “cortas” es seguido con interés por el mercado, tanto porque es una suerte de referencia de las tasas del resto del sistema financiero -y en consecuencia de la actividad económica en general- como por su relación con la cotización del dólar, cuya baja de los últimos meses fue atribuida a la suba en las lebacs.

Al respecto, se señaló que en febrero, en coincidencia con una baja en los intereses de las lebacs, la cotización del dólar subió a 16 pesos, pero encaró una tendencia descendente a partir del alza de la tasa al 38 por ciento el 1 de marzo.

No obstante, las continuas bajas en las tasas en las últimas siete semanas no se reflejaron en una suba del dólar, que, por el contrario, siguió en caída.

En un comunicado, el Banco Central indicó que si bien “en la última semana no se publicaron datos oficiales de inflación”, existen “diversos indicadores” que “sugieren que el proceso de desinflación continúa en línea con el sendero” planteado por la entidad.

“Las mediciones semanales de la autoridad monetaria continúan mostrando una tendencia declinante en la inflación. De acuerdo a distintas fuentes las expectativas de inflación se mantienen ancladas, con tasas mensuales esperadas en el orden del 1,5 por ciento mensual para inicios del último cuatrimestre del año”, sostuvo.