En un ambiente marcado por el conflicto y la lucha salarial de los docentes, comienza hoy un nuevo ciclo lectivo en todo el país -en la mayoría de las provincias, Salta incluida, el inicio se da con los docentes en paro protestando por el “aumento insuficiente” otorgado por el Ejecutivo-.

Y es en este contexto en el cual, de acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Educación de la Nación y de la DGE salteña, se ha evidenciado un fenómeno bastante particular durante la última década, sobre todo en lo que se refiere al ciclo primario (de primero a séptimo año): las instituciones privadas han ido sumando año tras año cada vez más alumnos en su matrícula, “robándole” estudiantes a las escuelas públicas (quienes a su vez han visto disminuir su plantilla).

Esta realidad se evidencia en todo el país y en lo que se refiere a Salta, entre 2006 y 2016 el alumnado de las instituciones de gestión privada aumentó 23%; mientras que el de los establecimientos públicos se redujo 6%. Además, en la matrícula total de primaria, en esta década hubo un descenso de 1,5% de alumnos.

“No es que los padres se inclinen por las escuelas privadas y dejen de lado las públicas, sino que simplemente eligen aquellas donde hay clases y dejan aquellas en las que no hay. Incluso, hay padres humildes que se están yendo a la educación privada y la enseñanza privada de bajo costo (en muchos casos religiosa).

El cierre de las escuelas -entiéndase paros- llevan a que se dé esta situación, al igual que en incumplimiento del calendario escolar que fija 180 días de clases y se incumple en todos lados”, indicó tajante el director del Centro de Estudios de Educación Argentina de la Universidad de Belgrano, Alieto Guadagni.

Por su parte, el psicopedagogo especializado en educación, Alejandro Castro Santander destacó que no se trata solamente de calidad educativa.

“Educación privada no es sinónimo de excelencia educativa, hay escuelas públicas muy buenas y viceversa. El hecho de que cada vez más padres elijan las escuelas privadas por sobre las públicas también responde a cuestiones de cercanía con el domicilio, a que cuando hay paros son pocos los establecimientos que adhieren y -principalmente- a que los padres buscan proyectos y muchas escuelas privadas apuntan a fomentar los talentos”, sostuvo el especialista local.

Más allá de esto, desde la DGE resaltaron que este marcado éxodo de las públicas hacia las privadas se frenó un poco durante los últimos años, y la crisis económica podría ser una de las causas. Comparando 2015 con el año pasado, en 2016 la matrícula estatal bajó apenas 0,5%, mientras que en la educación privada hubo un incremento de 1,6% en alumnos.

La década mudada

En 2006, y de acuerdo a los datos de la Dirección Nacional de Información y Estadística Educativa (dependiente del Ministerio de Educación), en las primarias salteña había 229.520 estudiantes. Estos se repartían en 195.333 chicos en las estatales (85%) y 34.187 estudiantes en las privadas (15%).

Al igual que ocurrió durante la última década en Argentina, en 2016 Salta evidenció las consecuencias del éxodo. Así las cosas, el año pasado había 226.260 estudiantes en todo el nivel primario (1,5% menos que el total del 2006), y de estos 184.179 pululaban en el sistema público, mientras que 42.081 lo hacían en el privado. Mirando los porcentajes, en 2016 los estudiantes públicos representaban 81% frente al 19% de los privados.

Y comparando las cifras concretas de estudiantes de ambos años ubicados en los extremos de la década, mientras que la matrícula en las escuelas estatales bajó 6% (de 195.333 chicos en 2006 a 184.179 en 2016), la de las escuelas privadas creció 23% (eran 34.187 estudiantes hace 11 años y fueron 42.081 el año pasado).

“Habría que hacer una investigación exhaustiva para determinar si la crisis ha llevado a que los padres dejen de elegir las escuelas privadas en el último año, la verdad es que no hay datos sobre ello. Pero lo cierto es que la escuela pública ha perdido 20.000 alumnos”, destacó Guadagni. Consultado por las causas que pueden haber llevado a esta inclinación por los establecimientos privados, el referente sostuvo que son múltiples.

“Está la idea instalada de que los chicos que estudian en escuelas privadas saben más que los que lo hacen en las públicas. No obstante, la mayoría de las veces tiene que ver con el entorno socioeconómico, el nivel cultural de la familia y no solamente el tipo de escuela. No obstante, si no cambiamos la segmentación social, se va a ir agravando la situación y las escuelas privadas van a seguir sumando chicos por sobre las estatales”, sintetizó Guadagni.

Por su parte, Castro Santander también se refirió a las múltiples causas que llevan a que un adulto elija un establecimiento privado.

“En el caso de los paros, por ejemplo, cuando hay huelgas los padres necesitan que sus hijos estén en la escuela porque ellos van a trabajar. Y por lo general hay baja adhesión en las privadas. También tiene que ver con los proyectos. En Salta hay escuelas como el Norbridge  -privada - que trabajan en los talentos y hacen énfasis en ello. Se da aquello que suelo llamar el peso de la realidad, hoy la gente es más práctica. ¿El nene está en el colegio?, ¡bien!. ¿El proyecto es bueno?, ¡mejor aún!”, sentenció.

Freno por la crisis

Desde la Direcciòn General de Educaciòn reconocieron la tendencia nacional durante los últimos años y el hecho de que muchos estudiantes de instituciones públicas hayan migrado a las privadas. No obstante, resaltaron que el último año ésta se frenó y entre los posibles motivos asoma la crisis económica.

Si se compara las cifras del 2015 con las del 2016 en salta, se observa la “mudanza” al sector privado. Por ejemplo, hace 2 años los edificios de gestión estatal tenían 183.217 alumnos de los 224.628 que integraban el total (41.411 estaban en escuelas privadas).

En tanto, en 2016 la matrícula estatal pasó a 184.179 y la privada a 42.081. Y si bien en ambos segmentos hubo un alza en ese año, lo cierto es que en las escuelas públicas aumentó 0,5%, mientras que en las privadas la suba fue de 1,6%.