En las primeras operaciones del día, el promedio industrial Dow Jones subía 103.68 puntos o 0.49%, a 21,390.71 unidades; mientras que el índice S&P 500 sumaba 9.54 puntos o 39%, a 2,429.24 unidades. El índice Nasdaq avanzaba 21.15 puntos o 0.34% a 6,165.50 puntos.

Antes de la apertura, se ha publicado los gastos personales de mayo en EEUU. Los gastos personales subieron un 0,1%, en la línea con lo previsto; mientras los ingresos personales crecieron un 0,4%, una décima mejor de lo esperado.

Dentro de la referencia se ha publicado el indicador de inflación del PCE Price, seguido por la Fed. Subió un 0,1% situándose en la tasa anual del 1,4%. Una vez arrancada la sesión se publicará el PMI de Chicago y la confianza del consumidor de Junio. El protagonista de la sesión será Nike que sube más de un 8% tras presentar resultados y cerrar un acuerdo de ventas con Amazon.

• Europa

Las bolsas europeas operan dispares, en un contexto de dudas sobre los próximos pasos de la política monetaria del Banco Central Europeo, que ayer hizo que cayeran por encima del 1%.

El FTSE-100 de Londres pierde 0,5% y el CAC 40 en París lo hace 1,9%. En cambio, el Dax de Fráncfort gana 0,3% y en Madrid el Ibex-35 lo hace 0,4%.

Las bolsas internacionales experimentaron ayer fuertes caídas, vistas como una reacción de los mercados bursátiles al derrumbe que experimentan los bonos soberanos de los países desarrollados, ante lo que los inversores visualizan como el fin próximo de las políticas monetarias laxas de los bancos centrales.

El índice industrial Dow Jones de la Bolsa de Nueva York cerró con una baja del 0,78%, en tanto que el Nasdaq, de valores tecnológicos, se desplomó 1,44% debido a las crecientes dudas del mercado sobre las supervaloradas acciones de este sector.

Pero el factor de fondo del movimiento bajista de las acciones fue el comentario formulado a comienzos de esta semana por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien señaló que la Eurozona marcha hacia un proceso de "reflación".

Rápidamente se desató la ansiedad de los operadores que interpretaron que se acerca el fin de la "flexibilización cuantitativa" implementada por el BCE en los últimos años y, por tanto, que se dará por finalizado el programa de compra de bonos por 60.000 millones de euros mensuales que lleva adelante el ente monetario.

Aunque Draghi y el BCE reaccionaron de forma inmediata para negar esta visión de los mercados, lo cierto es que los inversores están previendo que Europa se encamina hacia un recorte de la política monetaria laxa, tal como hizo Estados Unidos en los últimos dos años.
Más aún, avezados especialistas de la banca de negocios internacional están convencidos que "hay una suerte de coordinación de los bancos centrales para poner punto final a la expansión monetaria", tal como lo expresó un directivo de Morgan Stanley Investment Management.

"Las fuerzas deflacionarias han sido reemplazadas por fuerzas reflacionarias", dijo Draghi el martes pasado, una definición que fue seguida casi inmediatamente por declaraciones en el mismo sentido de las cabezas del Banco de Inglaterra, Mark Carney, y de la Reserva Federal, Janet Yellen.

El titular del Banco de Canadá, Stephen Poloz, también apuntó que podría incrementar la tasa de interés, lo cual terminó por conformar la sensación de una política monetaria internacional coordinada por los bancos centrales para terminar con un ciclo de dinero barato y abrir otro de encarecimiento progresivo de los fondos bancarios.

• Asia

En tanto, la bolsa de Tokio cerró a la baja tras las caídas en las plazas extranjeras, en particular de los valores tecnológicos.

El Nikkei 225 de los principales valores perdió 0,9%, hasta 20.033,43 puntos. En toda la semana cedió un 0,49%.

Por su parte el índice Topix de todos los valores retrocedió un 0,75%, hasta 1.611,90 puntos.