SALUD
22 de agosto de 2017
Mitos sobre el envejecimiento del cerebro
Los especialistas desmienten creencias comunes sobre el aprendizaje y la memoria.
Cuando se trata de lo que le sucede al cerebro a medida que envejeces, no creas todo lo que oyes. Existen muchos mitos sobre la capacidad de los adultos mayores para mantener la memoria y la concentración en perfecto estado.
Por ejemplo, no hay pruebas de que los juegos de agilidad mental cumplan su promesa de mejorar la agudeza mental. Ese es uno de los hallazgos de un nuevo informe del Global Council on Brain Health, un proyecto de colaboración independiente en el que participan científicos, profesionales de la salud, investigadores y especialistas en políticas, y que fue convocado por AARP.
A continuación encontrarás algunos de los mitos que analizó el GCBH y las razones por las cuales son incorrectos:
1. Los adultos mayores no pueden aprender cosas nuevas. No es así. Probar actividades nuevas en realidad puede estimular las habilidades cognitivas. Buscar nuevas conexiones sociales que implican aprender los nombres y los datos de las personas a quienes acabas de conocer, volver a estudiar y aprender a tocar un nuevo instrumento musical son solo unos cuantos ejemplos de actividades que pueden mejorar la salud cerebral.
2. Tienes que quedarte con el cerebro con el que naciste. Tampoco es verdad. Los cerebros están compuestos de células llamadas neuronas. Si bien es verdad que la mayoría de las neuronas se producen antes de nacer, algunos estudios han demostrado que se pueden crear nuevas neuronas en la zona del cerebro que se encarga del aprendizaje y la memoria. Los investigadores esperan que al comprender mejor cómo se producen nuevas neuronas, pueden ayudar a personas con lesiones cerebrales y enfermedades neurodegenerativas.
3. Los especialistas no tienen ni idea de cómo funciona el cerebro. De hecho, todos los días los científicos aprenden más sobre el cerebro. Por supuesto, es un órgano complicado. Pero están apareciendo nuevos tratamientos para los trastornos neurológicos y los investigadores esperan adelantos prometedores en el futuro.
4. Es inevitable que las personas mayores sufran de demencia a medida que envejecen. No es cierto. La demencia puede ser causada por la enfermedad de Alzheimer o por problemas relacionados con la edad, como un derrame cerebral. Pero envejecer no quiere decir automáticamente que padecerás demencia. Tampoco significa que estás comenzando a padecer demencia si no recuerdas el nombre de un antiguo conocido cuando te lo encuentras en el supermercado.
5. Aprender un nuevo idioma es para los jóvenes. Para los niños aprender un nuevo idioma por lo general es más fácil, porque la estructura de las oraciones tiende a ser menos compleja para ellos —y suelen sentirse menos cohibidos al intentar hacer algo nuevo—. Pero los adultos también pueden aprender un nuevo idioma. En algunos países, como en Suecia, es común que las personas jubiladas tomen cursos para aprender un tercer idioma.
6. Los adultos mayores están condenados a olvidarse de las cosas. Olvidar detalles como nombres y hechos es algo que nos pasa a todos, sin importar la edad. La mala memoria a menudo puede atribuirse a la falta de atención. Algunos consejos útiles para recordar incluyen anotar cosas (como listas de compras) y fijarte en detalles visuales asociados a lo que te rodea.
7. Con solo entrenar la memoria, estarás bien. No exactamente. Aunque buscar maneras de perfeccionar la memoria es una buena idea, si no practicas esas habilidades y sigues ejercitando el cerebro, desperdiciarás todo ese arduo trabajo. Un consejo primordial: “úsalo o piérdelo”.
Ante la cercanía del momento en que comienza a percibirse un deterioro en las capacidades cognitivas, muchas personas buscan, a partir de los 60, actividades que les permitan mantener el cerebro “activo”.
El Global Council on Brain Health (Consejo Global de Salud del Cerebro) estableció que, para que estas prácticas resulten efectivas, deben ser novedosas, variadas, que impliquen un desafío a la forma de pensar y que se disfruten.
Los trece profesionales que participaron del encuentro -entre los que se encuentra el neurólogo y neurocientífico Facundo Manes, el único latinoamericano- destacaron que es importante que estas labores incluyan un compromiso social y un propósito en la vida, como un voluntariado. Y también que combinen el desafío mental con el ejercicio físico, del modo en que ocurre con la danza o el tenis.
Una encuesta realizada en Estados Unidos en 2015 mostró que 92% de los consultados -personas de 50 años o más- creía que desafiar la mente con juegos mentales y rompecabezas es importante para mantener o mejorar la salud del cerebro. Más del 60% consideraba que los entrenamientos online cumplen el mismo objetivo.
Sin embargo, los estudiosos que se reunieron en el consejo plantearon que no hay pruebas de que incrementar el rendimiento en estos juegos se traduzca en un mejor desempeño en la vida cotidiana.
Por ejemplo, se carece de evidencia de que convertirse en un buen jugador de Sudoku ayude a tener un manejo superior de las finanzas del hogar.
Para mantener o mejorar las funciones cognitivas -como memoria, atención, razonamiento y la capacidad de enfocarse- se deben realizar actividades novedosas, atractivas, estimulantes y que desafíen el modo habitual de pensar.
En la vida diaria
La buena noticia es que hay cosas que se hacen cotidianamente que cumplen con estos requisitos, ya que demandan concentración e innovación, como divertirse con los nietos, cuidar el jardín, jugar a las cartas o al ajedrez, aprender caligrafía. También, participar en un club de lectura o aprender un nuevo idioma.
La educación formal e informal es mentalmente desafiante y además demanda contacto social con otros (ver aparte). De hecho, es recomendable buscar nuevos conocidos y amistades, ya que esto obliga a memorizar nombres e información sobre las personas que se conocen.
Los expertos plantearon otras actividades que pueden contribuir al bienestar mental a medida que se envejece: practicar Tai Chi, tomar clases de fotografía, tejer, cocinar, aprender a tocar un instrumento, conocer sobre nuevas tecnologías, dedicarse al arte. O retomar un hobby que se dejó, ya que además trae recuerdos agradables y es fundamental disfrutar de lo que se hace.
Otros cuidados
La idea es, básicamente, buscar la novedad. Si bien se recomienda empezar lo antes posible, para poder enfrentar mejor los cambios del cerebro que suele traer el envejecimiento, después de la jubilación también es un buen momento para buscar estos desafíos.
Esta es, por otra parte, una etapa de particular importancia, ya que los estudios han demostrado no sólo que hacer actividades cognitivamente estimulantes puede ser beneficioso, sino que dejar de hacerlas -como cuando se termina la etapa laboral- puede acelerar el deterioro cognitivo.
“La estimulación intelectual, una dieta saludable, la actividad física y tener una vida social activa fueron identificados como factores potenciales de protección en la mediana edad que pueden ayudar a mantener la reserva cognitiva en la vida adulta”, planteó Facundo Manes, rector de la Universidad Favaloro y presidente de la Fundación Ineco para la investigación en neurociencias cognitivas.
Manes también resaltó que son vitales los controles de presión arterial, colesterol, glucosa en sangre, ácido fólico, vitamina B12 y el peso, además de no fumar.
Asimismo, destacó que si bien la edad y la predisposición genética son factores que no se pueden modificar, sí hay conductas que pueden ayudar a reducir el riesgo de deterioro cognitivo producto del envejecimiento.
Mantenerse activos
Patricia Mom, coordinadora de las Aulas para el Tiempo Libre (de la UNCuyo), comentó que si bien los talleres están abiertos para personas mayores de 35 años, la mayoría de los asistentes superan los 60.
Entre los motivos que plantean para inscribirse en alguna de las propuestas está el mantenerse ocupado y generar nuevas relaciones. En muchos casos, las clases empiezan o terminan en un café cercano, como una reunión de amigos.
Los cursos son en total 70 y se agrupan en distintas modalidades: desarrollo personal, cultura general, idiomas, artes visuales, informática, artes escénicas, y diseño. Algunos, detalló Mom, eligen el taller de memoria para potenciar esta habilidad, pero en general simplemente quieren mantenerse activos. Lo mismo ocurre con la variada oferta en los centros de jubilados.
En detalle
El Global Council on Brain Health es un consejo independiente de científicos, profesionales de la salud, académicos y expertos en políticas de todo el mundo que trabaja en áreas de salud cerebral relacionadas con la cognición humana.
En marzo, se convocó a un grupo de 13 investigadores, entre los que se encontró el reconocido neurólogo y neurocientífico argentino Facundo Manes.
El equipo discutió sobre la evidencia científica respecto del impacto de actividades cognitivas estimulantes en la salud del cerebro. Esto, con el objetivo de proporcionar recomendaciones para su incorporación a la vida diaria. El trabajo culminó con la publicación reciente de este reporte.
Consejos prácticos
Novedad. Encuentre nuevas formas de estimular su cerebro. Es importante desafiarlo continuamente.
Encuentro. Busque una actividad o hobbie que quiera aprender y un profesor, amigo o compañero que lo ayuden. El soporte social motiva a continuar con la práctica.
Disfrute. Elija una práctica que le guste para que le sea más sencillo mantener en el tiempo el interés y el compromiso.
Educación. Busque un taller o clases que le interesen, fíjese metas que pueda cumplir y diviértase en el proceso.
Ejercicio. Opte por actividades que involucren tanto un ejercicio mental como físico. Está demostrado que la actividad física mejora la cognición en adultos.
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Comentarios
Nombre
Teresa Estrada
Comentario
esta informacion es muy importante para toda las personas ya que debemos involucrandos en el bienestar de nuestros abuelos padres y en el futuro en nosotros mismos asi como tambien, involucrar a los hijos y nietos en la importancia, el valor y amor de un adulto mayor