Como todos los años, en cuanto empieza a subir un poco la temperatura, a muchos les da el ataque por los kilos de más y buscan recetas mágicas para resolverlo y, de ser posible, en el plazo más corto que se pueda. 

Y en eso de las dietas el mercado es inagotable. Internet es un “libro abierto” sobre la dieta de tal o cual cosa y ni hablar de las recomendaciones con “resultados comprobados” de algún amigo o familiar. 

Sin embargo, los nutricionistas desaconsejan seguir dietas ya que básicamente se trata de una intervención acotada que no implica cambios de hábitos de largo plazo y no garantizan (sino más bien todo lo contrario) un adecuado aporte nutricional. 

“Hay que resaltar que todo lo que es mágico e implica perder peso en poco tiempo no sirve, no genera hábitos y entonces no estás adquiriendo educación alimentaria”, explicó el licenciado en Nutrición, Pablo Mezzatesta. 

Recalcó que esas dietas mágicas “son poco saludables y por ende no pueden mantenerse en el tiempo. Además pueden provocar un efecto rebote”, justamente porque luego se vuelve a los hábitos anteriores.

Por otra parte, si son muy restrictivas, pueden ser perjudiciales para la salud. “En vez de optar por una salida fantástica y hasta fantasiosa, al estilo: “en 5 días pierdo estos 10 kilos que he almacenado durante 2 años porque estuve comiendo de más”, tienen que tener una reeducación: reeducar el hábito para poder equilibrar ese peso y no recuperarlo, es decir que uno adquiera un nuevo hábito saludable”, resaltó. 

La obsesión por el peso

A veces con tal de adelgazar se apela a muletas como productos que ofrecen colaborar con el cometido. Muchos de ellos son de origen natural y que por ello parecen inocuos. Sin embargo, esto no es así; pueden desconocerse realmente sus efectos o la forma de administración, incluso exagerar su uso por suponer que al ser natural tendrá un efecto más liviano. 

Anteayer falleció en Mendoza una mujer por consumir nuez de la India, una semilla cuyo uso en preparados no está aprobado por Anmat pero, por grises legales, puede adquirirse entera en algunas herboristerías. Julia, de 33 años, había padecido una intensa diarrea durante 5 días luego de consumir este producto -que ganó mucha popularidad- con la intención de adelgazar. Esto la llevó a sufrir un paro cardiorrespiratorio. Permaneció en coma inducido, los estudios no mostraban actividad cerebral y luego de 45 días falleció. 

“La semilla tiene ácidos grasos. Uno de estos ácidos se llama oleoastearico. Es un irritante intestinal que provoca que no se absorban los nutrientes y genera diarrea. Por esto se pierde peso, por la deshidratación y mala nutrición”, explicó el jefe de Toxicología, Aldo Sergio Saracco. “Esta mala nutrición deriva en distintas enfermedades. Genera deshidratación, pérdida de electrolitos y potasio, calambres y afecta a los músculos. Entre ellos, el corazón y provoca arritmias, algunas mortales”.

“En 1999 se decía con evidencia científica que todas las dietas habían fracasado y esto es así, ninguna dieta funciona”. 

“Hay dos períodos en que se llenan los consultorios de obesidad: en setiembre u octubre en las que las personas nos empezamos a preparar para el verano, disminuye en diciembre y luego en marzo la gente vuelve arrepentida de las vacaciones por eso lo que se recomienda son programas de atención”. 

Qué se recomienda

La premisa fundamental es mantener una alimentación sana y equilibrada, que pueda sostenerse en el tiempo. Así lo destacó la especialista en Nutrición Fátima Gazouhl, quien agregó que no le gusta hablar de dietas (igual que al resto de sus colegas) y que es esencial incorporar líquido, particularmente agua. Por otra parte, la práctica de actividad física es la clave para lograr el descenso de peso y mantenerlo, además de aportar al bienestar y buen estado de salud. La profesional destacó que se trata de tener hábitos saludables que sean parte de la vida cotidiana y que el ejercicio y la buena alimentación se realicen todo el año, no sólo cuando llega la primavera. 

Recomendó realizar un plan alimentario con un profesional que contemple el estado de salud del paciente en función de estudios clínicos. 

Volver a lo natural fue la principal recomendación del doctor González Pancher. En esto de alimentarse sanamente las frutas, verduras y granos son los principales aliados. 

“La obsesión por perder peso hace que adelgacen pero cuando lo hacen el cuerpo está preparado para recuperar esos kilos que se pierden”, explicó. Es que se activa una especie de señal de alarma en el cerebro. Detalló que la leptina disminuye cuando disminuye la grasa en el cuerpo y el circuito entra en alerta porque es la encargada de avisar cuánta grasa hay. “Cuando baja la leptina sentimos hambre”, entonces dijo que es difícil sostener la pérdida de peso abrupta. 

“Los obesólogos sabemos que los mejores tratamientos son los que están basados en la formación del paciente para que conozca su enfermedad”, subrayó. 

 Hay que abstenerse de refinados, procesados y ultraprocesados, destacó. 

Explicó que hace miles de años lo que sucedía es que en invierno, por no haber tanta disponibilidad de alimentos, se perdía peso y en verano se ganaba ya que era la manera de tener reservas para pasar la próxima estación fría. Sin embargo en la actualidad ocurre lo contrario y los consultorios comienzan a abarrotarse de gente que quiere perder peso para cuando tengan que andar livianos de ropa. 

“Hay que lograr conductas alimentarias formando hábitos porque el meollo del asunto es que se cuidan un tiempo y luego siguen sosteniendo una alimentación desordenada, sin horarios, con alimentos hipocalóricos, ultraprocesados, con mucha sal y azúcar. Por otra parte, todo va de la mano de la ansiedad que padezca el paciente por estrés laboral o amoroso, por ejemplo, que desencadenan conflictos internos y se producen trastornos alimentarios por exceso o por carencias”, agregó Gazouhl.

Claves

- Mantener una alimentación equilibrada, variada, rica en frutas y verduras todo el año
- Evitar alimentos procesados
- Incluir agua
- Práctica de actividad física constante
- No a las dietas mágicas que prometen descenso de peso en poco tiempo
- No a las dietas que proponen un menú basado en pocos alimentos
- Sí a la incorporación de hábitos saludables que puedan perdurar en el tiempo.

Nuez de la India, prohibida

La mujer de 33 años que falleció el lunes tras permanecer 45 días en coma por consumir la denominada Nuez de la India nunca se recuperó de la lesión neurológica. Así lo confirmó el subdirector asistencial del Hospital Central, Jorge Pérez, quien resaltó además que la víctima habría permanecido inconsciente al menos 30 minutos hasta que se la asistió por primera vez en su domicilio, a fines de junio. A raíz de este tratamiento para adelgazar -no autorizado-, la mujer sufrió una arritmia y un paro cardiorrespiratorio y desde entonces Julia (como fue identificada) permanecía internada en el Central.

“Tras ingerir ese producto, sufrió diarrea y deshidratación, que motivó la pérdida de potasio. Tuvo una compensación, pero la lesión neurológica fue irreversible”, sintetizó Pérez, quien dijo que se cree que la mujer había adquirido el producto en una herboristería.

La nutricionista Carina González explicó que la nuez de la India “hace mucho que está en el mercado, y también hace mucho que la vienen prohibiendo. Por eso es importante que la gente tome conciencia”, destacó la especialista sobre este producto, que se vende como semilla.

“Disminuye el apetito y permanece un período extendido en el estómago, por lo que da una sensación de saciedad. Muchos lo toman también como una fibra, para ir de cuerpo. Y desde que se empezó a utilizar así se instaló como algo bueno para bajar de peso ya que la venden como una semilla reductora sin la necesidad de dejar de comer ni de hacer ejercicio”, destacó González, con preocupación.