New York.-La crisis nacional por la exigencia de algunos activistas y políticos de revisar el vínculo esclavista de los personajes erigidos en los monumentos a lo largo del país al parecer está tocando fondo, y la controversia que rodea la posible eliminación del emblemático Colón que corona la popular rotonda neoyorquina que lleva su nombre, ha estimulado algunos focos aislados de violencia.

El más lamentable: Charlottesville, que dejó el saldo de una muerte y ha creado una fuerte escisión. La réplica de ese sismo llega a Yonkers, donde un busto de Cristobal Colón en el Columbus Memorial Park fue golpeado con un instrumento desconocido que partió en dos la figura de yeso de dos pies de altura.

La policía descubrió la cara al pie del pedestal, mientras la parte posterior de la cabeza fue hallada en la cima de una colina cercana.

Aunque la estatua de Yonkers puede parecer insignificante, comparada con otras, la magnitud del caso es que forma parte de una ola de atentados a estatuas del navegante, una figura clave en la historia americana, a lo largo de todo el país.

En Buffalo, Boston y Huston, entre otras muchas ciudades, las estatuas de Cristobal Colón han aparecido cubiertas de pintura. En Baltimore, un activista dañó considerablemente con un martillo un obelisco considerado el monumento más antiguo dedicado a Colón en el país y narró su vandalización (y la supuesta explicación de su delito) mientras lo transmitía por Internet.

“Vamos a llevar a cabo una investigación exhaustiva para encontrar a los culpables”, dijo el Comisionado de Policía de Yonkers, Charles Gardner, al New York Post.